Declaración conjunta entre el FSP y el PIE | ESP y ENG

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Las fuerzas políticas que integramos el PIE y el FSP reunid a s en la ciudad de Brasilia, reafirmamos nuestro
compromiso con la solución pacífica de las controversias, la defensa irrestricta de los derechos humanos sin
hacer distinción por motivos políticos, de raza, sexo, idioma o religión; el respeto a la libre det erminación de los
pueblos. Apoyamos el desarrollo sostenible con distribución equitativa de la riqueza, garantizando la
preservación del medio ambiente. Somos conscientes de que las situaciones políticas de cada bloque tienen
características particulares y propias de cada región. Sin embargo, n os hermanan las ideas, la defensa y la lucha
de las mismas causas.

Frente a la iniciativa política de las fuerzas populares y de los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe, el neoliberalismo incoherente y antidemocrático, consuma sus ataques mediáticos, reactivos a las ideas de las fuerzas de la izquierda latinoamericana. Los retrocesos parciales que transitoriamente habían logrado vía persecución judicial (lawfare) y encarcelamiento de líderes populares, ahora se han convertido en victorias, o en una disputa abierta entre la ultraderecha neofascista y amplios frentes democráticos, progresistas y populares que avanzan en la construcción y fortalecimiento de coaliciones unitarias que han salido triunfantes.

La construcción europea vive una profunda crisis, económica, social, con una degradación de la convivencia  democrática que amenaza los derechos de las mujeres y las diversidades sexuales, con un gran avance de la extrema derecha.

El modelo de desarrollo capitalista heteropatriarcal ha superado los límites biofísicos del planeta, la contaminación ambiental, y la explotación descontrolada de los recursos naturales, amenaza la vida en el mundo y cualquier alternativa g lobal pasa por dar respuesta a la crisis climática.

La Unión Europea (UE), tras tímidos gestos que apuntaban hacia una construcción política propia, con los acontecimientos de los últimos años, como la guerra en Ucrania, ha puesto de manifiesto la sumisión de los gobiernos europeos a los centros del poder económico, y político. Estados Unidos (EE.UU.) y la OTAN tomaron el bastón de mando para reorganizar el sistema occidental e internacional, tal como está siendo reconocido por la propia UE. Con preocupación constatamos que en este nuevo orden mundial, la UE ha renunciado a profundizar las relaciones multilaterales.

El Occidente está preparándose para entrar en guerra contra China siguiendo la política de los EE.UU. Como parte de esta reorganización hemos visto una ofensiva como nunca antes contra las personas en el sur global en particular, con aumentos enormes de precios, siendo los ganadores sobre todo los sectores de energía y de producción de armamento.

Estas consecuencias han sido perjudiciales también para Europa, con un agravamiento de la situación social y
económica que ya se arrastraba en el c ontinente. Una de las crisis más grave es la migratoria tanto en el interior
de Europa (con el desplazamiento de millones de personas de Ucrania) como en las fronteras exteriores, siendo
un terrible ejemplo el hundimiento en el Mediterráneo de un barco con más de 700 personas entre los cuales
centenares de niños –, al que durante días, los países más próximos no brindaron ningún tipo de ayuda
humanitaria.

Condenamos la agenda internacional de odio y retroceso de derechos que lidera la extrema derecha en sus
diversas expresiones nacionales. Una agenda que tiene como prioridad eliminar o restringir los derechos
conquistados en materia de derechos humanos, feministas y del colectivo LGTBI ++; que es profundamente
racista, xenófoba y criminaliza la protesta so cial contra los sectores más carenciados.

El mundo se está reconfigurando y muestra de ello son la paulatina pérdida de influencia del dólar o el papel
internacional de China, palpable a través de los acuerdos económicos con América Latina, Asia y África, la
mediación que ha llevado al acuerdo de restablecimiento de relaciones entre Arabia Saudí e Irán o la creciente
capacidad tecnológica.

El avance progresista en América Latina y el Caribe ha posibilitado que el continente tenga voz y propuestas
propias en el concierto internacional de naciones que deben ser oídas. Una voz que apuesta por la paz, el
diálogo , el rechazo a todo tipo de Bloqueos o sanciones unilaterales fuera del marco de la ONU. Esta nueva
fase, con un papel imprescindible de las fuerzas d el FSP, permite recuperar y avanzar un proceso de integración
regional horizontal, independiente y con capacidad de mantener relacione s internacionales de carácter
multilateral, en contraposición con la involución de la UE.

La fuerza renovada de la CELAC la convierte en un interlocutor importante e independiente en el concierto
Internacional. Esta circunstancia da especial transcendencia a la próxima Cumbre CELAC UE en la que América
Latina y el Caribe están en condiciones de rechazar presiones para perpetu ar y renovar sistemas comerciales
neocoloniales, para pasar a plantear unas relaciones de igual a igual con el resto del mundo, reconociendo las
asimetrías basadas en el beneficio mutuo y avanzando en un mundo multipolar.

De esta situación se deriva que EE.UU solamente con la UE no pueden configurar el bloque desde el que
confrontar con China, por lo que necesita volver a situar América Latina y el Caribe como su “patio trasero”,
desmontando el proceso de integración que supone la CELAC y otros organismos, acabando con los Gobiernos
progresistas de la r egión y recuperar el terreno perdido en Asia y África, cuestión que no ha conseguido ni con
la manipulación de las causas y consecuencias de la g uerra de Ucrania.

Es pertinente reconocer que la ONU debe convertirse en uno de los principales interlocutores para una solución
negociada y diplomática de conflictos internacionales, recuperando el sentido original de su Carta Fundacional,
y acabar con el conflicto político, económico y de seguridad que EE UU impulsa frente a China.

Por tanto, El FSP y el PIE consideramos que un objetivo prioritario de todos los Gobiernos, fuerzas sociales,
políticas, de carácter progresista, tiene que ser el impulso a la apertura de negociaciones para poner fin a la
Guerra en Ucrania. Se deberían de tener en cuenta todos los planes de Paz, sin exigencias previas para el dialogo , ni siquiera el alto el fuego, abriendo paso a una salida justa y negociada del conflicto que c ontemple tanto el respeto a la legalidad internacional, el respeto a la soberanía de los Estados, así como el derecho a la s eguridad de todos
los Estados de la región.

La coyuntura exige un trabajo en Europa hacia una autonomía estratégica de la UE en sus relaciones internacionales y desmontar ante los pueblos europeos su modelo de “Seguridad Otanista”, afirmando todavía más el modelo de “Seguridad colectiva integral”. L as Naciones Unidas deben realizar una convocatoria amplia y diversa a una Conferencia de Paz y Seguridad. Asimismo, apoyamos todas las iniciativas presentadas por Jefes de estado, organismos regionales, actores sociales y políticos de distintas tendencias e ideologías que ava ncen en la solución a este enfrentamiento.

La historia nos ha enseñado que solo la unidad en la diversidad de las fuerzas políticas de izquierda, los  movimientos sociales y populares y la intelectualidad progresista, nos permitirán superar la difícil crisis económica y financiera, la inflación, las políticas regresivas de los gobiernos neoliberales y hacer realidad la necesaria  complementariedad entre nuestros países, la paz, la soberanía, que contribuya al desarrollo económico y social, en ben eficio de todos los pueblos.

Acordamos la realización de las propuestas que se detallan a continuación:
– Reforzar un amplio frente de lucha por la paz que prepare para el 21 de septiembre día internacional de la
paz una m ovilización en defensa de la p az y la s eguridad en todo el p laneta. C omo se plantea en diversas
articulaciones internacionales, como el Foro Europeo de fuerzas progresistas, verdes y de izquierdas , qu e
apoyar á y difundir á las propuestas que desde América Latina se realizan.
– Realizar una campaña común en defensa de la p az y la solidaridad entre los pueblos, que tenga como punto
de partida la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de Paz y, de forma especial, el proceso de construcción de la “Paz total” en Colombia.
– Reforzar iniciativas conjuntas contra la violencia machista y la también violencia pol ítica contra las mujeres y cuerpos disidentes.
– Apoyo al proceso de integración de América latina y el Caribe y en el corto plazo la realización de la Cumbre
de los Pueblos que se celebrará en Bruselas (17 18 de julio 2023)
– Invitar una delegación del FSP a asistir al Foro Europeo de fuerzas de izquierda, ecologistas y progresistas
Madrid noviembre 2023).
– Participar en el Tribunal contra el bloqueo de Cuba (noviembre 2023)
– Realizar una campaña común en contra de las sanciones de la UE a la Repúbli ca Bolivariana de Venezuela,
del criminal bloqueo de EE UU contra Cuba y contra las injerencia s de EE UU y la UE en América Latina y
el Caribe.
– Hacer un seguimiento especial a los procesos electorales en la UE y América Latina y el Caribe . Cuando la
situación política lo amerite, conformar Misiones conjuntas de observadores electorales
– Profundizar canales de intercambio, estudio y colaboración entre nuestros p arlamentarios y las fundaciones,
institutos y/o centros de formación, capacitación, de los partidos miembros.
– Invitar a las fuerzas hermanas de América Latina y Caribe y líderes y lideresas a participar en la campaña
de las próximas elecciones europeas.
– Urge preparar una alternativa a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que está
lejos de ser una herramienta útil de lucha contra el cambio climático y de la transformación verde con
justicia social.
– Realizar eventos conjuntos para la conmemoración de los aniversarios de los Golpes de Estado en Uruguay
(junio) y Chile (septiembre)
– Realizar conjuntamente el Seminario de Visiones Compartidas 2024 en Europa

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