LA RAZÓN HISTORICA: Ganará el pueblo!

Por Rodrigo Cabezas – 01/10/12

La revolución bolivariana iniciada en 1999 con el ascenso de Hugo Chávez Frías a la Presidencia de la República significó un antes y un después en la vida republicana de nuestra nación.

Se apertura un ciclo histórico cuyo sustento inicial de una convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, implico un verdadero cambio en el sistema político formal.

Los procesos de conformación de un poder político subordinado a las grandes multitudes organizadas permitió avanzar en una democracia radical en la cual el poder popular adquiere una relevancia inédita que al mismo tiempo cimienta la certidumbre del cambio. Darle poder al pueblo organizado es la democracia protagónica inherente a nuestro socialismo. Esto la derecha no lo comprende.El quiebre de la vida material de las grandes mayorías sumergidas en la cruel pobreza que invadió el 56% de nuestras familias en las décadas finales de la cuarta república, según estudios académicos de la década de los años noventa del siglo pasado, era una derivación de un modelo político-económico inviable, cuyo agotamiento del proceso de sustitución de importaciones, la desnacionalización petrolera y la corrupción, impactaron negativamente la capacidad de respuesta de las políticas publicas del Estado, deteriorándose, a escala superior, la calidad de vida de las grandes mayorías venezolanas.

El quebranto histórico del viejo bipartidismo (AD-COPEI) no se hizo esperar. El surgimiento de una nueva hegemonía política sustentada desde el pensamiento de la izquierda para reivindicar una visión de sociedad independiente, soberana, socialista, antiimperialista y, cuya raíz se hunde en la gesta de nuestros libertadores, era la antitesis de lo que se desvanece en el pasado. El socialismo, el bolivarianismo, el chavismo es un modo de hacer política, de representar intereses lealmente desde lo popular, es una nueva relación entre el liderazgo y las multitudes. Esto la derecha no lo entiende.
La revolución bolivariana con su carga popular no solo fue capaz de derrotar el bipartidismo hegemónico del siglo XX, también construyó, por la naturaleza de la insurgencia de la juventud militar de fines de siglo, una nueva alianza cívico-militar, superadora de las distancias entre pueblos y ejércitos muy propia de la historia de nuestro continente con sus laboratorios de dictaduras criminales que contuvieron las luchas de los trabajadores y los movimientos sociales por una vida mejor. Nuestro ejército es bolivariano, es pueblo en armas. La derecha “miope” no lo ve.
El histórico giro producido en Venezuela con la victoria de Hugo Chávez, y sus posteriores éxitos electorales, se hizo acompañar de un cambio de época  en America Latina (así lo define el Presidente Rafael Correa). Este implico gobiernos populares, progresistas, nacionalistas y revolucionarios, que junto a Cuba, desataron dos hechos de relevancia estructural política- económica del continente. Primero: La derrota del neoliberalismo y de los tratados de libre comercio permitió sacar a Suramérica del crecimiento cíclico empobrecedor y demostrar que era posible el crecimiento económico con inclusión social. El FMI y el Banco Mundial perdieron su influencia decisiva en la formulación de las políticas macroeconómicas. Segundo: Se instaló, como nunca antes,  una dinámica de integración política, económica y social en Suramérica. Ésta coloca la voluntad política como la antesala y sustenta el proceso en los principios de cooperación, solidaridad, complementación productiva y el reconocimiento de las desigualdades del desarrollo (asimetrías). La vieja idea de uniones aduanales soportadas en la competencia y en la desregulación arancelaria es pasado. Para América Latina lo importante es América Latina, nuestro norte es el sur; para los “piti Yanquis” es Estados Unidos, ser “patio trasero” de la potencia.
La derecha añora aquel pasado de subordinación imperial y se enajena con los cambios en la región.
Según José Ortega y Gasset “El hombre no tiene naturaleza sino historia”, conceptualiza que las experiencias humanas forman una cadena inexorable y única. Tenía razón. Nuestro pueblo esta convocado a elegir su presidente en unos días. Triunfará Hugo Chávez por razones históricas. Este proceso de liberación nacional continuará, las elecciones son un paréntesis de un largo recurrir hacia el horizonte socialista y democrático.
La carga del porvenir la lleva un pueblo irredento, sabio, que sabe que ahora si, su destino posible esta en sus manos y en la voceria de un líder que nunca traicionará sus intereses, interprete de tantos anhelos de justicia, libertad e igualdad de las grandes mayorías.  La derecha es la antehistoria de esta época de los pueblos. Serán derrotados otra vez. Razones históricas se impondrán inevitablemente. Ganara el pueblo.