Informe a las organizaciones hermanas del Foro de Sao Paulo sobre las elecciones generales celebradas en Puerto Rico

El pasado 6 de noviembre se celebraron elecciones generales en Puerto Rico. Las mismas son concebidas para elegir a los administradores del gobierno colonial. No afectan de manera alguna la condición política prevaleciente desde la invasión militar estadounidense de 1898.
El mismo día se celebró una consulta falsamente denominada plebiscitaria. La misma no es vinculante, es decir, no obliga ni compromete, sobre todo al gobierno de Estados Unidos, en lo que tiene que ver con la condición colonial vigente. No obstante, dicha encuesta tiene un valor político, como una encuesta o perfil que permite ver por dónde andan las preferencias políticas de la ciudadanía.
Elecciones generales
En las elecciones generales el colonialista-anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP) sufrió una contundente derrota. Fue derrotado el gobernador Luis Fortuño y su partido perdió Cámara, Senado y numerosas alcaldías. Sobre todo, perdió la capital, San Juan, a manos de la candidata del colonialista Partido Popular Democrático (PPD), Carmen Yulín Cruz, quien desarrolló una campaña de amplitud y diversidad en la cual contó con el respaldo de un amplio abanico de organizaciones y sectores incluyendo al MINH-Puerto Rico y derrotando al poderoso alcalde y vicepresidente del PNP, Jorge Santini.
El gobernador electo es Alejandro García Padilla (PPD). Su campaña en general conservadora aunque antianexionista, se orientó tardíamente hacia un discurso “nacionalista”, que provocó el respaldo de electores independentistas, lo que resultó determinante para su victoria.
Esta victoria electoral contra los anexionistas, neoliberales, neofascistas, inescrupulosos, reviste una gran importancia, más allá de que el vencedor haya sido un partido colonialista, pero que en todo caso afirma la puertorriqueñidad y se opone a la anexión.
La participación del movimiento independentista fue en general deplorable. Participaron tres partidos. Ninguno mantuvo su franquicia electoral. Una parte significativa del electorado independentista votó por el candidato del PPD, para propiciar la derrota del partido anexionista. Dos puntos positivos se dieron para la izquierda, la elección de la candidata al Senado del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago y la elección en alianza de la candidata del PPD a la alcaldía de San Juan, Carmen Yulín Cruz. Otro punto positivo fue la oportunidad tenida para participar efectivamente en debate de ideas en la campaña electoral.
 Farsa plebiscitaria
La farsa plebiscitaria fue diseñada por el anexionista PNP para asegurar que su feligresía asistiera a las elecciones generales y en el afán de alcanzar una mayoría que le legitimara como opción mayoritaria pretendidamente descolonizadora que presentar ante el mundo.
En la farsa plebiscitaria se dieron dos respuestas a dos preguntas. En la primera, una mayoría algo superior al 50 por ciento se expresó en rechazo a la condición colonial actual de estado Libre Asociado. Esa respuesta es importante, pues supone un rechazo mayoritario (de anexionistas, independentistas y otros sectores autonomistas) a la fórmula política que ha sustentado Estados Unidos por más de 60 años.
En la segunda pregunta se le preguntaba al elector sobre preferencias de “status” o condición política. Estas fueron las siguientes:
Estadidad (anexión)                             802,179                      44.6%
ELA soberano (libre asociación)          436,997                      24.3
Independencia                                     072,551                      04.0%
Votos en blanco                                  468,478                      26.1
Votos protestados                               017,602                      01.0
El sector anexionista ha proyectado a nivel internacional sólo las tres primeras cifras, excluyendo los votos en blanco (promovidos por el PPD), que representan más de una cuarta parte de los  (26.1%), y los votos protestados (1%). Ello para pretender convencer al mundo que más de un 60 por ciento del electorado apoyó la anexión como alternativa “descolonizadora” como alternativa a la condición colonial presente.
Obsérvese que la suma de la opción ELA soberano y votos en blanco asciende a 50.4%, es decir, es una mayoría absoluta. La suma de las demás cifras frente a la de Estadidad constituye una mayoría absoluta en contra de la anexión.
La cantidad alcanzada por la Estadidad (44.6%) es una cifra que no ha crecido en las pasadas décadas.
Es cierto que la opción Independencia es minoritaria, pero también es cierto que la suma de las opciones antianexionistas constituye una mayoría absoluta.
En todo caso, dicha consulta, repetimos, no obliga a nadie, mucho menos al Gobierno yanqui, que no ha mostrado la menor voluntad de reconocer o resolver el problema político de Puerto Rico.
En todo caso, los propios anexionistas perdieron las elecciones generales.
En todo caso, la lucha continúa, por la unidad en la diversidad, por la independencia nacional y la justicia social.
Fraternalmente,
Julio A. Muriente Pérez
Copresidente MINH