Declaración política de la URNG en los dieciseis años de la firma de la paz firme y duradera

URNG-MAIZ1
Hace dieciséis años se firmó entre el Gobierno y el Ejército de Guatemala y la Comandancia General de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemala  la paz firme y duradera.  En ésta oportunidad el Partido Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, al pueblo de Guatemala y a los pueblos del mundo declara:
1.    Que la situación nacional de pobreza y pobreza extrema ascendente que se vive, así como la creciente e incontrolable inseguridad ciudadana, y sobre todo el proceso acelerado de descomposición que se da tanto en el seno del Estado como en la sociedad, pudieron haberse evitado si los gobiernos de: Álvaro Arzú, Alfonso Portillo, Oscar Berger, Álvaro Colom y lo que lleva en el gobierno Otto Pérez hubieran cumplido con los compromisos de Estado establecidos en los Acuerdos de Paz  sustantivos. El incumplimiento, manipulación, distorsión y violación de los Acuerdos de Paz ha sido el común denominador de todas las políticas y acciones del Estado guatemalteco durante el período, teniendo como resultado, la profundización del modelo neoliberal, favoreciendo así,  con exclusividad los intereses de los poderes económicos nacionales y transnacionales.
2.    Que el modelo económico y político impuesto por las clases dominantes nacionales y transnacionales, reforzados por la narcoactividad y el crimen organizado en esta oportunidad, se reafirma a través del proyecto oligárquico y militar encabezado por el General Otto Pérez Molina Esta estructura de poder se empeña a fondo para sepultar históricamente la perspectiva social, económica, política y cultural generada en la agenda de la paz establecida desde el veintinueve de Diciembre de  mil novecientos noventa y seis.

3.    La represión como política de Estado, en contra del pueblo de Guatemala a quien consideraban su enemigo interno y ejecutada por el Ejército de Guatemala y otros aparatos represivos del Estado durante el período del enfrentamiento armado, resurge gradualmente, correspondiéndole a este gobierno el profundizarla y desarrollarla a gran escala. El irrespeto a la vida y a los derechos fundamentales de la humanidad siguen siendo violados, la criminalización de las luchas sociales, las ejecuciones extrajudiciales, que con toda impunidad aplican en contra de dirigentes sociales los aparatos clandestinos bajo el manto del crimen organizado  es contante, la política de desalojos represivos aplicada en contra de la población campesina es ejecutada con descaro e impunidad por fuerzas públicas y privadas,  así como las acciones represivas directas en contra de las protestas sociales  que se libran en contra de la entrega de los bienes y riquezas nacionales a las empresas transnacionales, y en defensa de la soberanía nacional, de la integridad territorial y la propiedad comunal de las tierras, la tenencia y uso de la tierra, los salarios dignos,  así como otras luchas reivindicativas alrededor del derecho a la vida, al buen vivir,  la soberanía alimentaria  y sobre todo al uso del derecho a ser consultados sobre todos los aspectos que afectan en un sentido u otro su propio destino, dejan como saldo la conculcación de los derechos fundamentales de la población guatemalteca y la reedición de la política represiva del Estado en tiempos de paz.
4.    Los Acuerdos de Paz sustantivos garantizan el derecho a la vida, la identidad y derechos de los pueblos indígenas, la superación de la situación socio económica que se vive, y sobre todo el acceso a la tierra de parte del campesinado, el fortalecimiento del poder civil y la función del ejército en una sociedad democrática, así como el fortalecimiento del sistema de seguridad y justicia. Los Acuerdos de Paz establecen sobre todo, las transformaciones necesarias al Estado, al sistema de partidos políticos y régimen electoral.  Los acuerdos establecen las bases para la creación de la memoria histórica y resarcimiento ético de la nación, así como la dignificación de las víctimas de la represión que como política de Estado se  aplicó durante el enfrentamiento armado.
5.    Ante esta situación hacemos un llamado a las y los guatemaltecos amantes de la paz, la tranquilidad, el bienestar, la seguridad y la justicia, la gobernabilidad democrática y sobre todo de la justicia social, a no perder la confianza en el pueblo y sus potencialidades, a retomar la agenda de la paz, a luchar por su concreción y a integrarse de acuerdo a la voluntad y posibilidades propias al gran proyecto de la paz, que diversos sectores políticos y sociales de la izquierda, así como los sectores progresistas y democráticos y sobre todo aquellas y aquellos que sobreviven cotidianamente la dura y cruel realidad nacional, se encuentran impulsando, y así  con el sustento de la agenda de la paz, garanticemos la viabilidad de Guatemala como país en lo social, económico, político, cultural y moral.

6.    Para los efectos de orden práctico en cuanto a lo ya señalado  URNG en su calidad de signataria de la Paz Firme y Duradera,  reitera su preocupación por la situación descrita. Por lo tanto insta y exhorta: A las y los guatemaltecos organizados y no organizados amantes de la paz y la justicia social, al Gobierno de la República también signatario de la paz, a la Comunidad Internacional en general y particularmente a los Países Amigos del Proceso de Paz de Guatemala, al Sistema de Naciones Unidas representado en Guatemala y a la Organización de Estados Americanos a generar  los espacios de encuentro y debate, así como a la creación de la institucionalidad correspondiente para que se retome el Proceso de Recuperación del Cumplimento de los Acuerdos de Paz.
 COMITÉ  EJECUTIVO NACIONAL
  
Guatemala 29 de Diciembre 2012.