Obama representa la vieja política imperialista de EUA


El presidente Barack Obama da inicio, en Brasil, a una visita a tres países de América Latina y anuncia una “nueva etapa” en las relaciones de Estados Unidos de América (EUA) con nuestro continente. Para el PCdoB el imperialismo estadounidense no cambia esencialmente su política con el gobierno de Obama. Las iniciativas concretas del gobierno estadounidense van en sentido opuesto a su retórica y a sus discursos.
La visita de Barack Obama está motivada por varios intereses de los EUA, pero los principales son: tratar de neutralizar a Brasil y el reciente papel de su política exterior independiente y progresista; el aumento de la asimetría (que ya es grande) en las relaciones bilaterales en el área económica, comercial y de defensa; fomentar las contradicciones entre Brasil y otros países como China en las esferas económica y comercial; asegurar el suministro energético, especialmente de petróleo del pre-sal; y actuar en función de “limpiar la imagen” del imperialismo, valiéndose del carisma de Obama y de la diplomacia del “soft power” para lanzar la supuesta “nueva política” para Brasil y América Latina, con discursos demagógicos en Brasil, Chile y El Salvador.
Es normal y comprensible que gobiernos como el de la presidenta Dilma Rousseff, que cuenta con el apoyo y la participación del PCdoB, posea relaciones diplomáticas con demás países soberanos, entre ellos EUA. En Brasil, el presidente Lula ha recibido en dos ocasiones al presidente Bush. Sin embargo, los comunistas brasileños no se
ilusionan sobre lo que representa Obama. Se trata del jefe de Estado y de Gobierno de la principal potencia imperialista; principal enemigo de los pueblos de todo el mundo.
EUA, desde las elecciones de Barack Obama a la presidencia, anunció una “nueva política” que en verdad no existe. Lo que existe es una nueva formulación con el objetivo de recuperar y ampliar la hegemonía mundial de EUA. Lo que existe es una retórica diferente, gestos simbólicos, ampliados por una eficaz campaña publicitaria y una táctica diferenciada en relación a los períodos de gobiernos de Bush padre y Bush hijo, que busca neutralizar a los opositores y envolver aliados, en particular de la OTAN, para mantener el liderazgo de EUA incluso delante de sus propias dificultades de hacer frente a varios conflictos al mismo tiempo.
Los discursos de Obama en defensa de la paz, la democracia y los derechos humanos no coinciden con la práctica. Tampoco hay “valores en común” que unan al pueblo brasileño y al gobierno de la presidenta Dilma a la política del imperialismo yanqui. ¿Por qué la tortura en la base de Guantánamo continua? ¿Cuántas guerras de ocupación y agresión a los pueblos ha promovido EUA en las últimas décadas, y cuantas promueven en este mismo momento? ¿Cuántas dictaduras y golpes han sido y son financiados y apoyados por los EUA; por ejemplo los actuales regímenes
monárquicos y despóticos de Arabia Saudita y Bahréin, protegidos por Washington?
Las nuevas estrategias militares y de seguridad nacional de EUA, del presidente Barack Obama, retóricamente prometen la cooperación y el multilateralismo aunque en la práctica imponen sus intereses por la fuerza y la guerra.
Los hechos contradicen a la retórica. Luego de más de dos años de gobierno Obama, queda cada vez más claro que los intereses de la potencia imperialista hablan más fuerte que los discursos de campaña. En 2011, a pesar de los recortes anunciados recientemente, los EUA van a invertir en sus fuerzas armadas el presupuesto más alto desde el fin de la 2º Guerra, mayor que el gasto militar si sumamos el de todos los demás países del mundo.
Los EUA insisten en mantener cientos de bases militares en todo el mundo. Junto a sus aliados europeos han alterado el carácter de la OTAN; la cual pasa a funcionar en todos los continentes y mares.
Existe una fuerte presencia militar estadounidense en Europa, en Oriente Medio, en Asia y en América Latina. Los EUA y sus aliados de la OTAN prorrogan la ocupación militar en Irak y continúan prolongando en Afganistán y Pakistán una guerra que resultó ser más extensa que la agresión contra Vietnam. Sin embargo, no consiguen vencer a la resistencia nacional y popular en esos países.
En este momento los EUA y los estados miembros de la OTAN se preparan para una intervención militar en Libia, luego de imponer en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que torna “multilateral” la acción agresiva contra la soberanía de Libia.
Es necesario que las fuerzas revolucionarias y progresistas de todos los continentes condenen toda y cualquier agresión o intervención militar extranjera en Libia; pues no resolverá el conflicto y sólo contribuirá a agravarlo. En el caso de la guerra civil en curso en Libia es necesaria una solución política y pacífica para el conflicto que respete la independencia y la integridad territorial del país.
La política de Obama es contraria a los intereses de Brasil y de América Latina Mientras que en general asciende una tendencia democrática y progresista en América Latina, se acentúa el declive de la influencia de la hegemonía estadounidense en la región. A pesar de EUA poseer aún una gran influencia; la misma vive un descenso frente a la nueva realidad política de América Latina.
Los EUA, en todos los países de la región, apoyan a las fuerzas de derecha que defienden posiciones pro-imperialistas y se oponen a los proyectos de integración Sur y Latinoamericana y a los gobiernos democráticos, progresistas y de izquierda. En América Latina, EUA intensifican sus campañas mediáticas, las presiones contra la Revolución Cubana y las amenazas a Venezuela, considerada por los centros de inteligencia de Washington “la principal amenaza” contra EUA en las Américas.
Mientras tanto, el gobierno colombiano sigue la línea trazada por EUA; tornar al país un Israel de América Latina y el Caribe; patrocina el asesinato de dirigentes populares y mantiene miles de presos políticos. La correspondencia diplomática de la Embajada de EUA en Brasil revelada por el sitio Wikileaks explicitó lo que todos ya sabían, que los
EUA no deseaban la victoria de la presidenta Dilma y que el candidato de derecha, José Serra, se comprometió a reorientar la política exterior brasileña a los intereses estadounidenses.
Sin embargo el pueblo brasileño decidió en las elecciones de octubre pasado que Brasil debe seguir avanzando; manteniendo su política exterior independiente y soberana, latinoamericanista, en defensa de la paz y el derecho de los pueblos al desarrollo.
El imperialismo no está dispuesto a ceder su poder sin oponer resistencia. Los EUA, sorprendidos con el éxito del acuerdo Brasil-Irán-Turquía acerca del programa nuclear iraní y contrariado por la política exterior del gobierno Lula en temas tales como la resistencia a los golpistas de Honduras, hicieron de todo para aislar a Brasil. Hillary Clinton, ministra de Obama, dirigió una feroz reacción diplomática contra Brasil. Las acciones en la política exterior del gobierno Obama buscan: mantener el sistema actual de poder mundial caracterizado por la hegemonía de EUA, y sofocar las tendencias a la multipolaridad y los nuevos roles internacionales que pudieran tener países como Brasil. No se puede juzgar a líderes políticos como Barack Obama por su personalidad o estilo, pero sí por lo que objetivamente representan. Obama es el actual representante de la vieja y conocida política imperialista de los EUA que siempre fue y
siempre será combatida por los comunistas y por los demócratas, patriotas e internacionalistas en Brasil.
São Paulo, 16 de marzo de 2011
Renato Rabelo
Presidente Nacional del PCdoB
Ricardo Alemão Abreu
Secretario de Relaciones Internacionales del PCdoB



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