Hasta siempre comandante!!!

Chavezde Marco Consolo
Después de una larga convalecencia, fuera de las luces y de la morbosidad de los medios de comunicación, el Comandante Chávez perdió la madre de todas las batallas, la que le quitó la vida. Supo dar una batalla sin tregua contra un cáncer implacable que lo había golpeado hace tiempo y que lo obligó a someterse a cuatro graves operaciones en Cuba, la última el pasado 11 de Diciembre.
Con Chávez desaparece un protagonista indiscutible de la historia latino americana y mundial. Un dirigente revolucionario atípico, de orígenes humildes, nunca digerido por aquella oligarquía blanca y racista que había dominado el país a “sangre y fuego” y que ahora le tocaba ver como un “indio” le quitaba el país de las manos.
Quien escribe tuvo la oportunidad de conocer al Comandante Chávez y estar con él en distintas ocasiones. Siempre me impactó  su vitalidad volcánica, la conciencia de la historia, su curiosidad intelectual, su honestidad y su atención hacia los humildes.
Durante los 14 años al frente del mandato presidencial, el ex-coronel de los paracaidistas sentó las bases de una transformación por un camino socialista en Venezuela.
Su acción política y su indiscutible capacidad de dirección han cambiado para siempre un país que, hasta su llegada a la escena política, era el símbolo de la alternancia entre dos partidos sustancialmente iguales: de un lado COPEI que formaba parte de la Internacional Demócrata Cristiana y del otro Acción Democrática, miembro de la Internacional Socialista. Y en décadas de gobiernos y de pactos entre ellos, la gran mayoría del pueblo venezolano vivió en la miseria, a pesar de las enormes riquezas petroleras de la “Venezuela Saudita”, bajo tutela del imperio estadounidense.
Después de haber estado en la cárcel por tratar de rebelarse militarmente a los gobiernos de la miseria, en  1998 Chávez obtiene su primera victoria electoral. Desde aquel día fue una avalancha imparable, primero con la realización de la Asamblea Constituyente y luego con una victoria electoral tras otra (un total de 14 sobre 15), a pesar de sus detractores que lo han acusado de dictador, payaso,  populista, demagogo. La misma derecha interna e internacional fue la que estuvo en primera fila en la tentativa de golpe del 2002 (y en el posterior “paro patronal golpista”), apoyados por la Internacional Socialista que siempre atacó a Chávez, más o menos abiertamente. Ni la una, ni la otra han entendido jamás la “conexión sentimental” (como decía Gramsci) que unía a Chávez con su pueblo.
DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA HACIA A LA DEMOCRACIA PROTAGÓNICA
Con Chávez el pueblo venezolano ha recuperado la dignidad y el orgullo. Por primera vez protagonista, el pueblo ha podido participar y decidir sobre su propio destino, teniendo fe en un futuro esperanzador ha podido rescatarse a sí mismo. El gobierno de Chávez ha impedido a último minuto la privatización de PDVSA , la empresa estatal del petróleo codiciada hace mucho  por las multinacionales extranjeras, entre las que estaban en primera fila las estadounidenses. Gracias a los recursos petrolíferos puestos al servicio del país, en estos años de “revolución bolivariana” Venezuela  ha cambiado de manera profunda.
Se aplicaron políticas sociales en planes de vivienda, en la salud, en la educación, en cultura, se otorgó acceso al crédito, los pueblos originarios obtuvieron su pleno reconocimiento, hubo reforma a las pensiones, aumento de los salarios, se libró la batalla a favor de los derechos de las mujeres, así como la del acceso a la tierra y sus frutos.
Hoy  Venezuela cuenta con un partido de masas, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV),  con  centenares de organizaciones populares y sociales, con una matriz productiva que empieza a diversificarse y emanciparse del mono-cultivo del petróleo, poniéndose el objetivo de la soberanía alimentaria.
También en el frente internacional, sus iniciativas han sido innumerables, con la brújula apuntando siempre hacia el continente latino americano y el Caribe, reafirmando la necesaria integración política y económica. Con el espíritu de la “Patria Grande” de Simón Bolívar, Chávez ha estado en primera línea luchando por liberarse del yugo estadounidense en lo que ellos consideran “su patio trasero”. La batalla victoriosa en contra del ALCA (el Área de Libre Comercio inventada por la Administración de los EEUU), la creación del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), luego UNASUR y por último la CELAC. Estas son todas instituciones nuevas que llevan el sello inconfundible de la acción del gobierno de Chávez. Tuvo la iniciativa para la creación  del Banco del Sur. Entre las muchas batallas, recordemos aquella dentro de la OPEC (la Organización de los Países Productores de Petróleo) a favor de una distribución más equitativa de los precios del petróleo y en contra de la injerencia estadounidense, su oposición a la guerra en Iraq, en Afganistán, la misma oposición que mantuvo contra la ocupación israelí de los territorios palestinos, el apoyo a la solución política del largo y sangriento conflicto armado colombiano.
A través de sus potentes medios de comunicación hoy la derecha venezolana y la internacional apuestan al caos y a la división interna de las distintas almas del “chavismo”.  Pero sería un craso error confundir la inevitable tristeza del pueblo de Venezuela por el fallecimiento de su Presidente, con la debilidad del proceso de transformación y de sus protagonistas, en primer lugar el mismo pueblo venezolano y sus organizaciones. La Revolución Bolivariana no está desarmada. Hoy las Fuerzas Armadas están mucho más entrenadas y compactas en la defensa del interés nacional y no de intereses extranjeros, y están preparadas ideológicamente para enfrentar los nuevos desafíos del futuro.
En el plano político, a partir de su probable victoria en las próximas elecciones, el candidato a la Presidencia propuesto por Chávez tiene una gran responsabilidad: Nicolás Maduro tendrá que hacerse cargo de dirigir el país de manera unitaria y pragmática. Tendrá que tomar en cuenta las distintas expresiones y tendencias presentes, mientras se hace imprescindible seguir formando cuadros para una dirección colectiva en el futuro.  La construcción del socialismo venezolano es el desafío que  Maduro y el gobierno bolivariano tendrán que enfrentar.
Pero hoy estamos de duelo, nuestras banderas están enlutadas.
Descanse en paz Comandante Chávez, su pueblo sabrá cumplir!
HASTA SIEMPRE COMANDANTE !
Marco Consolo

Hugo Chavez non ce l’ha fatta. Dopo una lunga convalescenza, al riparo dei riflettori e della morbosità dei media, il comandante ha perso la madre di tutte le battaglie. Quella contro il tumore implacabile che lo aveva colpito ormai da tempo e che lo aveva costretto a subire ben quattro operazioni chirurgiche a Cuba, l’ultima lo scorso 11 dicembre.
Con Chavez scompare un protagonista indiscusso della storia latino-americana e mondiale. Un dirigente rivoluzionario atipico, di origini umili, mai digerito da quella oligarchia bianca e razzista che aveva dominato il Paese a “sangue e fuoco” e che si era vista sfilare dalle mani il governo da un “indio”. Chi scrive ha avuto modo di incontrare il Comandante Chavez in diverse occasioni. Mi hanno sempre colpito la sua vitalità vulcanica, la coscienza della storia, la sua curiosità intellettuale, la sua onestà e l’attenzione ai più umili.
Nei suoi 14 anni di mandato presidenziale, l’ex colonnello dei paracadutisti ha gettato le basi per una trasformazione in senso socialista del Venezuela. La sua azione politica e la sua indiscutibile capacità di direzione hanno cambiato per sempre un Paese che, fino al suo arrivo sulla scena politica, era il simbolo dell’alternanza tra due partiti sostanzialmente uguali: da un lato Copei cha fa riferimento all’Internazionale democristiana. Dall’altro Accion Democratica membro dell’Internazionale Socialista. E in decenni di governi e di patto tra loro, la gran maggioranza del popolo venezuelano è vissuta nella miseria, nonostante le enormi ricchezze petrolifere del “Venezuela Saudita” a stelle e a strisce.
Dopo aver scontato la galera per aver cercato di ribellarsi militarmente ai governi della miseria, nel 1998 Chavez ottiene la sua prima vittoria elettorale. Da quel giorno è una valanga inarrestabile, prima con la realizzazione dell’Assemblea Costituente e poi con una vittoria elettorale dopo l’altra (ne totalizza 14 su 15), con buona pace dei suoi detrattori che lo hanno accusato di essere un dittatore, pagliaccio, populista, demagogo. Quella destra interna ed internazionale, in prima fila nel tentato golpe del 2002 (e nella successiva serrata golpista), in buona compagnia dell’Internazionale Socialista che lo ha sempre osteggiato, più o meno apertamente. Né l’una né l’altra hanno mai capito la “connessione sentimentale” che legava Chavez al suo popolo.
Dalla democrazia rappresentativa a quella protagonica
Con Chavez il popolo venezuelano ha ritrovato la dignità e l’orgoglio. Per la prima volta protagonista, ha potuto cominciare a partecipare, a decidere sul proprio destino, a sperare in un diverso futuro attraverso il proprio riscatto. Il governo Chavez ha impedito sul filo di lana la privatizzazione di PdVSA, l’impresa statale del petrolio che da sempre fa gola alle multinazionali straniere, in primis a quelle statunitensi. Grazie alle risorse petrolifere messe a disposizione del Paese, in questi anni di “Rivoluzione Bolivariana” il Venezuela è cambiato profondamente. Politiche sociali nell’ambito della casa, della salute, dell’educazione, della cultura, dell’accesso al credito, del riconoscimento dei popoli originari, delle pensioni, dei salari, della battaglia a favore dei diritti delle donne, dell’accesso alla terra ed ai suoi frutti.
Oggi il Venezuela conta su un partito di massa, il Partito Socialista Unito del Venezuela (PSUV), su centinaia di organizzazioni popolari e sociali, su una matrice produttiva che iniza a diversificarsi ed emanciparsi dal mono-coltivo del petrolio, ponendosi l’obiettivo della sovranità alimentare.
Anche sul fronte internazionale innumerevoli sono state le sue iniziative, con la bussola prioritaria dedicata al continente latinoamericano, ai Caraibi ed alla sua necessaria integrazione politica ed economica. Con lo spirito della “Patria grande” di Simon Bolivar, Chavez è stato in prima fila nella battaglia per liberarsi dal giogo statunitense nel loro “cortile di casa”. La battaglia vittoriosa contro l’Alca (l’Area di Libero Commercio inventata dall’Amministrazione Usa), la creazione dell’Alba (Alleanza Bolivariana per i popoli della Nostra America), e poi Unasur e da ultimo la Celac sono tutte nuove istituzioni che portano il marchio inconfondibile dell’azione del governo Chavez.  E poi l’iniziativa per la creazione del Banco del Sur, la battaglia dentro la Opec (l’Organizzazione dei Paesi produttori di Petrolio) a favore di una più equa ripartizione dei prezzi del petrolio e contro l’ingerenza statunitense, l’opposizione alla guerra in Iraq, Afghanistan, all’occupazione israeliana dei territori palestinesi, l’appoggio alla soluzione politica del lungo e sanguinoso conflitto armato colombiano.
Attraverso i suoi potenti mezzi di comunicazione, oggi la destra interna ed internazionale scommette sul caos e sulla divisione interna tra le varie anime del “chavismo”. Ma guai a confondere l’inevitabile tristezza per la scomparsa del Presidente con la debolezza del processo di trasformazione e dei suoi protagonisti, in primo luogo del popolo venezuelano e delle sue organizzazioni. La Rivoluzione Bolivariana non è disarmata. Oggi le Forze Armate sono molto più addestrate e compatte nella difesa dell’interesse nazionale e non di quelli stranieri, più colte e più preparate ideologicamente per affrontare le nuove sfide del futuro.
Sul piano politico, a partire da una sua probabile vittoria alle prossime elezioni, il candidato alla Presidenza proposto da Chavez ha una gran responsabilità: Nicolàs Maduro dovrà farsi carico di dirigere il Paese in maniera unitaria e pragmatica. Dovrà tenere conto delle diverse espressioni e tendenze presenti, mentre è imprescindibile continuare a formare i quadri per una direzione collettiva nel futuro. La costruzione del socialismo venezuelano è la sfida che Maduro ed il governo bolivariano hanno davanti a sé.
Oggi però le nostre bandiere sono listate a lutto. Che la terra ti sia lieve, comandante!
Fuente: Liberazione