Documento Base del XVII Encuentro del Foro de São Paulo – Tercera versión

Documento Base del XVII Encuentro del Foro de São Paulo

Managua, mayo de 2011

(Tercera versión)
Capítulo 1
Presentación
El Foro de São Paulo realizará, los días 17 y 21 de mayo de 2011, su XVII Encuentro.
Recordamos a seguir las fechas y sedes de los encuentros anteriores:
– I Encuentro: São Paulo, Brasil, 1990
– II Encuentro: Ciudad de México, México, 1991
– III Encuentro: Managua, Nicaragua, 1992
– IV Encuentro: La Habana, Cuba, 1993
– V Encuentro: Montevideo, Uruguay, 1995
– VI Encuentro: San Salvador, El Salvador, 1996
– VII Encuentro: Porto Alegre, Brasil, 1997
– VIII Encuentro: Ciudad de México, México, 1998
– IX Encuentro: Managua, Nicaragua, 2000
– X Encuentro: La Habana, Cuba, 2001
– XI Encuentro: Antigua, Guatemala, 2002
– XII Encuentro: São Paulo, Brasil, 2005
– XIII Encuentro: San Salvador, El Salvador, 2006
– XIV Encuentro: Montevideo, Uruguay, 2008
– XV Encuentro: Ciudad de México, México, 2009
– XVI Encuentro: Buenos Aires, Argentina, 2010
Las declaraciones finales y demás resolutivos de estos encuentros están disponibles en formato digital, en la página web del Foro de São Paulo (www.forodesaopaulo.org).
Leyendo estas resoluciones, así como evaluando la trayectoria de la región, percibimos que el Foro de São Paulo atravesó, hasta hoy, tres grandes etapas.
La primera etapa (1990-1997) fue caracterizada por la resistencia al neoliberalismo. La segunda etapa fue dominada por las victorias de partidos vinculados al Foro, en elecciones de gobiernos nacionales (1998-2009). La tercera, en que aún nos encontramos, es marcada por la crisis internacional del capitalismo y por el deterioro de la hegemonía estadounidense, pero también por un contraataque de la derecha en América Latina y Caribe.
En esta tercera etapa, los partidos del Foro de São Paulo tenemos los siguientes desafíos: 1) mantener los espacios conquistados, en especial los gobiernos nacionales, 2) seguir luchando para derrotar la derecha donde ella gobierna, 3) profundizar los cambios donde gobernamos, 4) acelerar el proceso de integración regional, 5) derrotar el contraataque de la derecha, 6) ampliar el debate sobre las alternativas al neoliberalismo y al capitalismo, 7) dar un salto de calidad en el funcionamiento orgánico del Foro de São Paulo.
Este documento base, elaborado por el Grupo de Trabajo del Foro de São Paulo, con el espíritu de unidad y cuidando de reflejar en el texto mismo las distintas sensibilidades y opiniones que existen entre nosotros, busca contribuir para este debate sobre como construir, desde el presente, las alternativas de futuro.
El capítulo 2 de este documento base analiza la actual coyuntura, incluyendo la situación en EE.UU., Europa, Asia y África, con destaque para América Latina y el Caribe.
El capítulo 3 de este documento trata de los desafíos actuales de las izquierdas populares, democráticas, nacionalistas, socialistas y comunistas en América Latina, con énfasis en: a) el campo cultural, ideológico, teórico, educacional y comunicacional; b) el campo de las luchas sociales; c) el campo de las luchas electorales; d) el campo de la acción parlamentaria; e) el campo de los gobiernos; f) donde somos oposición a gobiernos de derecha y neoliberales; g) el proceso de integración; h) el debate estratégico.
Finalmente, el capítulo 4 de este documento base habla sobre el papel del Foro de São Paulo y los cambios organizativos que se hacen necesarios.
Entendemos que el Foro de São Paulo necesita dar un salto de calidad en su funcionamiento, de manera a poder hacer lo siguiente: 1) ampliar el diálogo, la integración, cooperación y unidad de acción entre las izquierdas latinoamericanas y caribeñas; 2) ampliar la capacidad de elaboración (análisis teórica, programa, estrategia, táctica, temas específicos) de las izquierdas latinoamericanas y caribeñas.
Encerramos esta breve presentación, no solamente invitando a la lectura del documento base, pero principalmente a que se haga, en cada país y en cada organización, un debate a partir de ello, para que las ideas acá desarrolladas se puedan tanto contestar cuanto enriquecer a la luz de cada realidad nacional y de las posiciones de cada organización integrante del Foro.
Capítulo 2
Coyuntura
Analizar la coyuntura global implica un inmenso desafío, debido en parte a la velocidad de los cambios y, por otra parte, a la complejidad del tema, que envuelve por lo menos dos vectores: la crisis económica y el deterioro de la hegemonía estadounidense. Lo que segue es solamente un guión para el debate.
La crisis

La crisis tiene varios componentes, uno de los cuales es el económico. Observada de conjunto, se trata de una crisis clásica de acumulación, semejante a la vivida en los años 1930 y 1970.
Considerada globalmente y en perspectiva histórica, crisis de esta naturaleza pueden ser superadas: a) a través de una profundización del modelo vigente, lo que provocaría una crisis aun mas profunda adelante; b) o a través de una mudanza de modelo, aun que se mantenga el modo de producción (tanto el neoliberalismo, cuando la fase anterior, fueron igualmente capitalistas); c) o a través de una mudanza más profunda, de modo de producción; d) no se debiendo descartar que una crisis de esta profundidad pueda avanzar en dirección a una destrucción de las partes en conflicto, amenazando en este caso la supervivencia de la humanidad como tal.
Profundizar el modelo neoliberal o, por lo menos, escapar del neoliberalismo, pero preservando las riquezas acumuladas por los que se beneficiaran de el, es el objetivo, consciente o no, de las clases dominantes en Estados Unidos y aliados.
Estados Unidos
En Estados Unidos, el gobierno Obama adopto medidas que no afectaron los intereses del capital financiero y especulativo. Como consecuencia, las tasas de crecimiento siguen bajas, aumenta la desocupación y se retrae el consumo.
Las dificultades económicas (incluidas la dependencia energética), bien como las políticas de ajuste por parte del gobierno Obama y de gobiernos estatales, producen creciente resistencia social, combinadas con una acelerada desilusión política con Obama y fortalecimiento de la derecha más conservadora.
El gobierno de Estados Unidos busca enfrentar la crisis internacional y el deterioro de sua hegemonía ideológica y política, lanzando mano de su hegemonía monetaria y militar.
Por una parte, promueve una fuerte desvalorización del dólar frente a las demás monedas, con el objetivo explícito de recuperar mercados para sus productos y enfrentar la competición china. Por otra, retoma la práctica de proponer soluciones militares para casi todos los problemas mundiales.
Esta tentativa que hace Estados Unidos, de recuperar su liderazgo, tiene menos posibilidades de éxito que tenía después de la crisis de los años 1970, por cuatro motivos principales: las dificultades estructurales de EUA, Europa y Japón; la emergencia de los BRICs; la nueva situación en América Latina y Caribe; la nueva situación en Oriente Medio.
Recordamos, todavía, que si Estados Unidos pierde espacio en otras regiones del mundo, una de sus alternativas es reforzar su presencia en América Latina y Caribe. Y que el Estados Unidos puede perder la condición de potencia hegemónica, al mismo tiempo que el capitalismo puede seguir dominante en el mundo.
Europa y Japón
Como en Estados Unidos, en Europa los gobiernos adoptaron medidas dirigidas que protegen el capital financiero y especulativo, en detrimento de los trabajadores y demás camadas populares, provocando una situación de estancamiento económico, crisis política y social.
Los niveles de desocupación y los indicadores macro económicos aún no han vuelto a los niveles previos a la crisis y el FMI ha establecido políticas de ajuste en varios países europeos. Las políticas de ajuste provocan creciente resistencia. Todavía esta resistencia aún no se convirtió en alternativa política. En algunos casos esto tiene relación con la postura de los gobiernos socialistas, que en lo económico no es distinta da asumida por los partidos de derecha: en Grecia, España y Portugal también se aplican políticas de ajuste.
En ese marco, el giro a la derecha de casi toda Europa, así como la postura tibia de parcelas de la izquierda europea, son hechos a analizar.
La crisis agudiza las inmensas asimetrías dentro de Europa, a las cuales se suman las distintas posiciones geopolíticas de sus motores -Alemania y Francia. Las caídas de Grecia, España, Portugal e Irlanda -aún no superadas- son las amenazas más importantes, pero no menores son los efectos sociales que se han hecho sentir a lo largo de toda Europa.
Por su lado, Japón, que ya vivía una difícil situación económica, sufre ahora los efectos dl terremoto, tsunami y catástrofe nuclear. Situación que refuerza la necesidad de un debate más amplio sobre los temas energéticos, sobre la naturaleza, sobre los controles públicos en áreas estratégicas (está claro, por ejemplo, que parte del ocurrido con la planta nuclear tiene que ver con ganancia empresarial).
EE.UU., Japón o el Reino Unido buscan devaluaciones competitivas y han bajado a casi cero sus tasas de interés para alentar el crecimiento. Los inversores buscan mejores rentas financieras en países en vías de desarrollo, que entonces ven que sus monedas se aprecian y terminan por adoptar controles de capitales. Vista de conjunto, hay una situación de inestabilidad monetaria, que debilita las posibilidades del dólar e interpela la fiabilidad del euro.
Poco a poco, se va volviendo cada vez más fuerte la exigencia de una moneda global que sustituya al dólar y a ese llamado se han plegado varios países, entre ellos China.
China
Fue China la que “salvó” al Euro de su crisis a fines de 2010, y con el agregado de su permanente “salvataje” a EE.UU. con la compra masiva de bonos, ha transformado a Beijing en el acreedor del mundo desarrollado, con las inevitables consecuencias geopolíticas.
La creciente participación china en la economía europea, africana y latinoamericana, para no hablar de la propia economía estadounidense, no constituye solamente un fenómeno económico, teniendo también proyecciones políticas y militares, que el Foro de São Paulo debe debatir con mucho detenimiento.
En un primer momento, debemos evitar dos errores. El primero sería perder de vista que el principal problema en América Latina y Caribe sigue siendo la hegemonía económica y política de Estados Unidos y sus aliados europeos. El segundo error sería no percibir los riesgos de una reprimarización latinoamericana, que puede advenir de una sustitución pura y simple de EUA por China en las relaciones comerciales con América Latina. Motivo por lo cual debemos defender que las relaciones entre China y ALyC se den a través de entidades colectivas como la UNASUR y la CELALC.
La crisis dinamiza el reacomodo geopolítico, que ya venia de antes. En este sentido, es fundamental monitorear la evolución de la situación de China, Rusia, India y África del Sur: situación económica interna, situación política interna, articulación entre los países, tema de la moneda, tema de la paz.
Magreb y Oriente Medio
En punto central da la crisis hoy está en Magreb y Oriente Medio (Túnez, Egipto, Libia, Bahrein, Omán, Yemen, Marruecos…).
El disparador inmediato de las rebeliones populares fue el violento deterioro en las condiciones de vida de las masas en la región, que fue agravado por la política migratoria de Unión Europea, que cerró lo que podría ser una válvula de escape.
Las rebeliones tienen dos efectos inmediatos: dificultan el ejercicio de la hegemonía de EUA e Israel en la región; y afectan los precios del petróleo.
Aún no está claro cuales serán los desdoblamientos de mediano plazo de las rebeliones. Esto dependerá en primer lugar de la posición de los nuevos gobiernos. ¿Serán democráticos y laicos? ¿Adoptarán políticas que van atender las necesidades más profundas de los pueblos? ¿Que postura geopolítica adoptarán?
Los desdoblamientos dependerán, también, del grado de influencia que Estados Unidos y Europa mantengan. Este es el verdadero propósito del ataque militar de OTAN a Libia.
Otras variables que deben ser acompañadas de cerca son: la actitud del gobierno de Israel; la reacción del pueblo palestino; y los efectos de esta coyuntura sobre Irán y Turquía.
De toda manera, las rebeliones en Magreb y Medio Oriente tienen un significado ideológico y geopolítico que no debe ser minimizado: si las victorias electorales de las izquierdas en América Latina son anteriores, las rebeliones en Magreb y Medio Oriente son posteriores y directamente relacionadas a la gran crisis del capitalismo.
Sobre Libia, aunque existan diferentes opiniones sobre el contenido del gobierno Kadafi, es fundamental un rechazo rotundo contra la ingerencia externa, intervención militar y contra los riesgos a la soberanía nacional libia. Importante percibir las diferencias tácticas entre las potencias, acerca del tema de la intervención. Así como tomar nota de las diferencias dentro de la propia administración Obama a respecto de esto, y la postura que adoptaron de esta vez, de solo hacer el ataque después de una resolución del CSONU. Con el pasar de los días, tiende a quedar más clara la hipocresía de la decisión (vide la distinta acción frente a lo que pasa en Bahrein) y el costo humano de los ataques. Pero es necesario denunciar y movilizar, exigiendo el cese inmediato de los ataques.
En este sentido, el Foro de São Paulo debe -de manera similar a lo que hicieron los gobiernos de la región- incrementar sus relaciones con los partidos, movimientos y pueblos de África y Medio Oriente. A este respecto, debemos tomar nota de las relaciones de los partidos gobernantes en Túnez y Egipto con la Internacional Socialista. Es importante también que el GT reafirme el derecho del pueblo a rebelión contra la tiranía. Y oponerse, con todas sus energías, a cualquier tipo de ingerencia militar de EUA y Europa en la región.
América Latina
En América Latina y el Caribe, vista de conjunto, hay un cierto equilibrio de fuerzas, pero con riesgos para las fuerzas populares.
Sigue el contraataque de la derecha, que combina diferentes formas de lucha: expansión de la presencia militar (bases, IV Flota); presión económica, especialmente a través de acuerdos bilaterales; golpismo (como en Honduras y otros sitios); mediática, especialmente tentando enemistar los distintos gobiernos progresistas; y político-electoral, con el apoyo a una nueva centroderecha regional. No se debe subestimar, aun, los efectos de la situación mundial, incluso económica, sobre la región.
Como decimos antes, la crisis económica internacional aún no fue superada. Y la política adoptada por Estados Unidos y Europa, sumada a la creciente competición entre las potencias declinantes y las potencias emergentes, puede agravarla. Entretanto, la mayoría de los países latinoamericanos quedaron por fuera de la debacle y los efectos del derrumbe se sintieron sin la fuerza de otros tiempos. América Latina, y más concretamente América del Sur, consiguió proteger su economía de la crisis de los países centrales, confirmando que tiene capacidad para construir nuevo tipo de crecimiento, desde que consiga hacer cambios estructurales, superar las dependencias que siguen existiendo y evitar los riesgos de la reprimarización.
En termino de situaciones nacionales, es necesario dar atención inmediata a los países donde se libraron elecciones en 2011, caso de Guatemala, Nicaragua y Argentina. Debemos seguir apoyando con fuerza las fuerzas antigolpistas de Honduras. Tomar medidas concretas para la reconstrucción de Haití. Reforzar nuestro apoyo a la paz en Colombia. Mantener la denuncia del colonialismo en la región, como en Puerto Rico y Malvinas. Y dar seguimiento al proceso de reformas en Cuba.
Una referencia importante para la lucha revolucionaria y antiimperialista latinoamericana y caribeña, la Revolución Cubana ha experimentado transformaciones en diferentes momentos. El Foro tomará las medidas necesarias para que la militancia de izquierda en América Latina tenga la información necesaria y estudie los cambios que se están produciendo en el socialismo cubano.
Capítulo 3
Desafíos
Debemos debatir los desafíos actuales de las izquierdas populares, democráticas, nacionalistas, socialistas y comunistas en América Latina, teniendo en cuenta sus múltiplas dimensiones: a) el campo cultural, ideológico, teórico, educacional y comunicacional; b) el campo de las luchas sociales; c) el campo de las luchas electorales y nuestra lucha contra la derecha, donde somos gobierno y donde somos oposición a gobiernos de derecha y neoliberales; d) acción parlamentaria y de los gobiernos; f) el proceso de integración y el tratamiento común de los temas de la defensa, seguridad y migraciones; g) el debate estratégico.
La visión de mundo
mpezamos reconociendo que nuestros avances políticos y sociales son aún mayores que nuestra capacidad de construir una nueva cultura, ideología, teoría, políticas educacionales y comunicacionales que no solamente se opongan, sino que también construyan una hegemonía alternativa al neoliberalismo, al capitalismo, al patriarcalismo, al colonialismo. En este sentido, el Foro reafirma el carácter estratégico de esta dimensión de nuestra labor: la construcción de otra visión de mundo.
Luchas sociales
Seguimos constatando la necesidad de recuperar el papel de la lucha social en los procesos de cambio. La lucha social ha sido clave en el relanzamiento de la izquierda latinoamericana, producto del cual ésta ha logrado conquistar y crear los espacios con que actualmente cuenta para promover un modelo alternativo al neoliberalismo y avanzar en la transformación revolucionaria de la sociedad o en la creación de condiciones adecuadas para dicha transformación.
En este sentido, es importante como parte de una reflexión autocrítica de la izquierda, reconocer que sus expresiones organizadas tradicionales no estaban en la capacidad de asumir por sí mismas de forma exclusiva, el papel de encabezar políticamente los procesos de cambio que de forma creciente la sociedad comenzó a demandar como producto del rechazo creciente al neoliberalismo y el desgaste de la democracia representativa. Es así que han surgido y se han puesto al frente de los nuevos procesos de cambio, fuerzas alternativas dentro de la misma izquierda, con las que en muchos casos incluso, la izquierda tradicional ha entrado en contradicción producto en gran medida, de una actitud sectaria por parte de esta última, y no pocas veces también un comportamiento intolerante e inmaduro por parte de aquélla; ambas en gran medida celosas del papel que consideran deben desempeñar en la conducción de todo proceso de transformaciones sociales que tenga lugar en el país correspondiente.
Los procesos de cambio social experimentados en los países donde la izquierda ha llegado a ser gobierno, plantean también un reto importante a aquellos movimientos sociales cuyo fundamento es una posición antisistémica y por tanto, revolucionaria, independientemente de en qué medida se encuentre cada movimiento involucrado de forma directa en los procesos políticos formales. El cambio de sistema es un objetivo común de la izquierda social y la izquierda política, aún estando esta última en el gobierno, lo cual no significa que el sistema sea adecuado a su proyecto, razón por la cual, la lucha por el cambio de sistema puede y debe seguir librándose desde los gobiernos de izquierda en alianza con los movimientos sociales antisistémicos.
El reto planteado a estos movimientos sociales por los actuales procesos de cambio promovidos por la izquierda política gobernante, es el de adquirir la capacidad de ejercer el poder de forma creciente como parte del cambio de sistema en el ámbito político, el cual se ha venido perfilando con una característica común a todos los procesos de cambio en América Latina: la participación y el protagonismo ascendentes de los ciudadanos organizados sectorial y territorialmente, en las tomas de decisiones que convencionalmente la democracia representativa asume como potestad exclusiva de ciertas instituciones estatales y gubernamentales tradicionales.
La protesta es un derecho inalienable, pero pasar de la protesta a la propuesta es un deber de todo movimiento de izquierda que pretenda no solamente derribar el orden social imperante, sino sustituirlo por uno nuevo y superior. Pero esto implica riesgos que no siempre las dirigencias de los movimientos sociales están dispuestas a asumir, cayendo a veces en la posición cómoda de quedarse en la protesta porque esa ha sido su forma tradicional de crear liderazgo y por tanto, mantener sus espacios de poder dentro de dichos movimientos.
Por su parte, la izquierda política gobernante tiene su propio reto al respecto, que es despojarse de ciertos prejuicios engañosamente defensivos frente a un movimiento social que, por mucho que asuma el reto de ejercer ese poder de nuevo tipo, siempre tendrá un rol que jugar, el cual no es exactamente igual que el del gobierno a nivel de su institucionalidad formal.
Elecciones
En la actual etapa de la historia latinoamericana y caribeña, sigue en vigor la idea de que nuestro camino para el poder incluye la disputa y el ejercicio de gobiernos. Motivo por lo cual las izquierdas deben ampliar su capacidad de vencer las peleas electorales.
Partidos miembros del Foro de São Paulo apoyan, participan o dirigen los gobiernos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Brasil, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Argentina y República Dominicana, siendo que en algunos casos hay importantes diferencias cuanto a las políticas gubernamentales.
Los gobiernos de Guatemala, Belice, Jamaica, Surinam, las otras dos Guyanas, las Antillas Menores y Haití, aunque no están manos de partidos integrantes del FSP, tampoco están alineados con la derecha, con el elemento adicional de que una de las Antillas (Dominica) pertenece al ALBA.
En algunos de estos países, partidos del FSP hacen parte tanto de la situación, cuanto de la oposición.
Los países donde gobiernan fuerzas marcadamente de derecha son: México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú y Chile.
Es en el ámbito de la lucha electoral donde más ha avanzado la izquierda latinoamericana en sus diversas expresiones organizadas; avance que se manifiesta en la cantidad de gobiernos que pasaron a manos de la izquierda en América Latina uno tras otro, con la llegada del nuevo siglo.
Cierto es que desde el triunfo electoral del FMLN en El Salvador en 2009, hasta marzo de 2011, ninguna otra fuerza de izquierda logró conquistar un nuevo gobierno; sin embargo, los procesos de cambio iniciados a partir de esta nueva situación han venido avanzando y consolidándose, en cada país según sus propias particularidades históricas, políticas, culturales y también según la visión estratégica de cada fuerza de izquierda en el gobierno.
Una muestra de ello es el hecho de que en todos los países donde las fuerzas progresistas y de izquierda han llegado -desde 1998- al gobierno, han logrado preservarlo en los siguientes procesos electorales, como es el caso de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay y Argentina. El caso de Chile no contradice esto: aunque la derecha tenga vencido las elecciones nacionales de 2010, en segunda vuelta, interrumpiendo así la continuidad de una coalición de que hacía parte un partido vinculado al Foro, también es verdad que el gobierno chileno es anterior al ciclo de victorias iniciado en 1998.
Esto ocurre a pesar de los esfuerzos que el actual gobierno norteamericano ha desplegado por retomar el control de lo que tradicionalmente ha considerado como su “patio trasero”. Paradójicamente, el avance de la izquierda en cuanto a la cantidad de gobiernos bajo su control en América Latina se dio durante los dos períodos de la administración Bush en la Casa Blanca, caracterizada por su tendencia particularmente reaccionaria, agresiva y guerrerista; siendo la administración demócrata del primer Presidente afrodescendiente en Estados Unidos y que creó expectativas de cambio -contrarias a lo que en realidad ha sucedido- a la que ha correspondido ahora la tarea estratégica de frenar el avance de las fuerzas progresistas y revolucionarias en América Latina.
En aras de ello, se han producido toda una serie de acciones ofensivas por parte de la derecha continental y el imperialismo norteamericano, cuyo único éxito en lo que a confrontación se refiere ha sido Honduras (donde la izquierda perdió el gobierno producto del Golpe de Estado perpetrado por las Fuerzas Armadas coludidas con los partidos tradicionales con el apoyo norteamericano no declarado); habiendo fracasado los intentos en tal sentido en Venezuela, Bolivia y Ecuador. En el caso de Nicaragua, los intentos desestabilizadores han sido neutralizados de antemano.
Sin embargo, si bien la ofensiva de la derecha y el imperialismo no puede considerarse como exitosa, las fuerzas reaccionarias en América Latina han avanzado políticamente en los últimos años con la instauración de dos nuevos gobiernos en manos de la extrema derecha, donde antes ésta era oposición (Panamá y Chile), de igual forma que han logrado mantener el control del poder y la hegemonía política en Colombia, donde también es preciso mencionar la instalación de siete bases militares norteamericanas con evidentes fines agresivos contra el movimiento popular y la insurgencia, bajo la fachada de lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Un asunto no menos importante es que al parecer, la derecha está desarrollando una estrategia de reciclaje, debido a su desprestigio político, a la impopularidad creciente de su modelo económico neoliberal y al desgaste evidente de su modelo político democrático representativo.
Una muestra de esto es la política de apertura del Presidente colombiano Juan Manuel Santos hacia Venezuela, frente a los esfuerzos del Presidente Chávez de acercar a ambos países como parte de su conocido empeño unionista latinoamericano, que no tuvo igual fortuna con Álvaro Uribe, el antecesor de Santos en Colombia. Otro ejemplo de este empeño en la creación de una especie de “nueva derecha” latinoamericana es la conducta política del Presidente chileno, Sebastián Piñera.
Una situación particularmente desvaforable para la izquierda es la persistencia del colonialismo en Puerto Rico y en algunas de las Antillas Menores por parte de Estados Unidos y potencias europeas. Especial importancia tiene el conocimiento y divulgación de la lucha de los revolucionarios puertorriqueños por la independencia de su país, en especial porque esa lucha ha sido silenciada por la industria mediática que se autoproclama defensora de la libertad de expresión.
Un caso particularmente preocupante es el de México, donde se presenta la particular situación de una izquierda que en las últimas dos décadas (incluyendo la elección más reciente) estuvo al menos dos veces a las puertas de un triunfo electoral (de hecho ganó las elecciones con Cuauhtémoc Cárdenas en 1989 y en 2006 con Andrés Manuel López Obrador, arrebatadas mediante el fraude por el PRI y el PAN, respectivamente); sin embargo, esa fuerza de izquierda que se ha convertido en una formidable opción de poder en un país tan importante desde todo punto de vista como México, se encuentra actualmente en una severa crisis interna, producto entre otros debates, del relacionado con la política de alianzas para las elecciones de este año; en vista de lo cual es necesaria la participación respetuosa y fraterna de todas las organizaciones políticas de izquierda en la región en los intentos de reunificación y estabilización de la izquierda política mexicana, representada fundamentalmente por el Partido de la Revolución Democrática y el Partido del Trabajo.
Democracia participativa, parlamentos y gobiernos
La democratización económica mediante el fomento de la gestión popular de la economía que se manifiesta en el apoyo crediticio, tecnológico y jurídico a la pequeña empresa y a los trabajadores por cuenta propia, sociedades laborales y productivas en diversas áreas como el agro, la industria, el comercio y los servicios, en combinación con el control estatal de ciertas áreas estratégicas (sobre todo las vinculadas con recursos naturales y energéticos); la participación creciente de los ciudadanos organizados en la definición de las políticas públicas, de Estado y gubernamentales; la equidad social mediante programas sociales dirigidos a tal fin, la distribución del ingreso con políticas fiscales de tipo progresivo y el acceso a servicios básicos como salud y educación; el carácter público de estos servicios y el control social de la información y la comunicación, no solamente para garantizar el acceso a ellos, sino también porque su privatización los desvirtúa; la equidad de género y generacional; la racionalidad ecológico-productiva; la solidaridad internacionalista con la lucha revolucionaria de otros pueblos del mundo; parecen ser coincidencias programáticas entre todas las fuerzas de izquierda que están gobernando en América Latina.
Especial énfasis debe hacerse en el papel que el cambio de sistema político juega respecto al cambio en los demás ámbitos de la realidad social (económico e ideológico-cultural, fundamentalmente), debido a la importancia que tiene la vinculación del ámbito político con la toma de decisiones a nivel estatal y gubernamental, que afectan a la sociedad en su conjunto.
Este cambio de sistema consiste en la instalación de una democracia de tipo superior, en la cual el ejercicio del poder por el pueblo no se limite a elegir representantes y gobernantes que luego deciden en su nombre sin consultarle, sino que en vez de ello los ciudadanos tengan a su alcance mecanismos institucionales que les permitan decidir, y que cierto tipo de decisiones al menos en el ámbito socioeconómico, deban ser tomadas por el pueblo.
Para algunos, esta democracia de tipo superior debe ser denominada “directa”, para otros “participativa”, o aún “combinación entre democracia representativa y directa”.
Este cambio de sistema político no se logra de la noche a la mañana, debido a que el nivel de avance del mismo depende de la correlación de fuerzas y del nivel de conciencia alcanzado, entre otros factores. Pero todos los procesos de transformación social en América Latina parecen enrumbarse de una manera o de otra, en esta dirección.
Pero así como el gobierno constituye el principal instrumento de poder mediante el cual impulsar estas transformaciones, no es poco lo que puede hacerse en términos de acumulación política y organizativa popular desde espacios institucionales tales como los poderes legislativos y los gobiernos estatales y locales. De manera que tales espacios adquieren suma importancia para que una organización de izquierda avance hacia las metas revolucionarias, aunque también conllevan el peligro de la asimilación de la organización política por el sistema dentro de cuyas estructuras y bajo cuyas reglas del juego ella debe implementar su estrategia.
Es de suma importancia el hecho de que, ya sea desde el gobierno o desde la oposición, los espacios institucionales alcanzados y aún más, aquellos que puedan ser creados por la izquierda en su empeño por el cambio de sistema político, así como la presencia e influencia de la militancia de izquierda dentro de los movimientos sociales y la participación exitosa de las fuerzas políticas de izquierda en las contiendas electorales, constituyen ejes estratégicos fundamentales sobre los cuales puede avanzar cualquier proyecto de cambio social en América Latina.
La unión continental y estrategia común de la izquierda latinoamericana y caribeña.
Los esfuerzos de integración y cooperación desarrollados por instancias como el ALBA, PETROCARIBE, UNASUR y MERCOSUR constituyen verdaderos hitos en el proceso de unión continental de carácter patriótico y revolucionario. Especial énfasis merece la decisión continental de creación de una organización propia de los Estados nacionales de América Latina y el Caribe, a partir de una visión opuesta a la del panamericanismo o lo que es igual, el colaboracionalismo con el imperialismo norteamericano que presidió el surgimiento de la OEA como instrumento de la política exterior de Estados Unidos para sus vecinos del Sur.
El reciente conflicto entre Nicaragua y Costa Rica, ahora en vías de solución, constituye una maniobra más de la derecha continental y el imperialismo para acosar y aislar a países con gobiernos de izquierda, como es el caso de Nicaragua, país que ha estado bajo permanente ataque mediático por una parte, y por otra se ha pretendido ignorar su existencia misma y los notables avances del gobierno sandinista en materia social; lo cual constituye parte integrante de la estrategia desarrollada por la derecha continental y mundial.
No es concebible la consolidación de los cambios sociales a nivel continental sin la unidad de las fuerzas de izquierda en el continente, así como no es concebible el avance estratégico del proyecto en función del cual se están produciendo esos cambios, sin un proceso de unión continental que lleve hacia la unificación por vez primera, de la gran nación de América Latina y el Caribe que soñaran los forjadores de nuestra identidad misma como nueva cultura en formación a partir de la ruptura entre nuestros pueblos y la dominación colonial primero y neocolonial después, en lo que constituye el proceso de nuestras primera y segunda independencias, siendo esta última la que se está viviendo a través de los cambios sociales que están teniendo lugar en el continente, promovidos por las fuerzas de izquierda que encarnan políticamente los intereses de todos nuestros pueblos.
Defensa, seguridad y migraciones.
Tanto en el caso de México como en el de toda la región mesoamericana a excepción de Nicaragua, Costa Rica y Panamá (Belice por sus características, se puede tomar como parte de la región Caribeña), el tema de la inseguridad ciudadana ha cobrado especial relevancia en los últimos tiempos.
El poder militar, económico e incluso político en ciertos segmentos de poblaciones en extrema pobreza, por parte del crimen organizado y narcotráfico ha llegado a extremos en que bien se puede augurar el resquebrajamiento del Estado y la desarticulación de la sociedad (es decir, el colapso del país) en un mediano plazo, de seguir la situación como hasta ahora o peor aún, empeorar en parte como producto del enfoque policíaco del problema, que tiene profundas raíces socioeconómicas y hasta geográficas. No es casualidad que en el continente, el problema del narcotráfico se haya agudizado en México, el único país latinoamericano con fronteras terrestres con Estados Unidos, y que dentro de ese país esto ocurra en su zona norte, la más cercana a Estados Unidos. Por otra parte, la actividad del crimen organizado en esa zona es una barrera de contención a la emigración ilegal, lo cual resulta muy conveniente para Estados Unidos.
En cuanto a las maras, es imperativo analizar la situación migratoria en relación con los acuerdos bilaterales de cada país afectado (Guatemala, El Salvador y Honduras) con EEUU, y comparar su situación en este aspecto con la del resto de Mesoamérica, a la vez que hacer la comparación en el tema de la seguridad ciudadana; esto porque existen indicios serios sobre la posibilidad de que el fenómeno de las maras esté vinculado con un eventual descontrol migratorio respecto a quiénes entran a cada uno de estos países, procedentes de EEUU, trasladando el modus operandi de las pandillas delincuenciales que allí operan y cuyo impacto en nuestra región es mayor, debido a las condiciones socioeconómicas existentes y a la mayor fragilidad de nuestras instituciones, en gran parte debido al primer factor.
Estrategia
El Foro de São Paulo debe encaminar todos sus esfuerzos para que se prosiga el debate sobre el balance de las tentativas de construcción del socialismo en el siglo XX, sobre el capitalismo contra el cual luchamos en el siglo XXI,  así como sobre las estrategias de las diferentes fuerzas de izquierda, especialmente en nuestra región, y el socialismo que en el presente siglo es necesario construir.
El Foro de São Paulo puede asumir el papel de articulador del debate que lleve a la izquierda latinoamericana hacia la definición de la tan necesaria estrategia común para la lucha política a nivel continental, la cual a su vez requiere de ciertos mecanismos organizativos que le den viabilidad.


Capítulo 4
El papel del FSP y los cambios organizativos necesarios
El Foro de São Paulo atravesó, hasta hoy, tres grandes etapas. La primera, de resistencia al neoliberalismo. La segunda, de victorias en gobiernos nacionales (1998-2009). La tercera, en que estamos hoy, empieza con la crisis internacional del capitalismo y con el contraataque de la derecha.
En esta tercera etapa, tenemos los siguientes desafíos: 1) mantener los espacios conquistados, en especial los gobiernos nacionales, 2) seguir luchando para derrotar la derecha donde ella gobierna, 3) profundizar los cambios donde gobernamos, 4) acelerar el proceso de integración regional, 5) derrotar el contraataque de la derecha, 6) ampliar el debate sobre las alternativas al neoliberalismo y al capitalismo, 7) dar un salto de calidad en el funcionamiento orgánico del Foro de São Paulo.
Para dar cuenta de estos desafíos, el Foro de São Paulo necesita dar un salto de calidad en su funcionamiento, de manera a poder hacer lo siguiente: 1) ampliar el diálogo, la integración, cooperación y unidad de acción entre las izquierdas latinoamericanas y caribeñas; 2) ampliar la capacidad de elaboración (análisis teórica, programa, estrategia, táctica, temas específicos) de las izquierdas latinoamericanas y caribeñas.
Para dar cuenta de estos dos retos, además del debate político hecho en los capítulos precedentes de este documento base, se hace necesario adoptar un conjunto de medidas prácticas, algunas de las cuales pueden implicar en cambios en el funcionamiento del Foro, al mismo tiempo que otras medidas apenas significan poner en práctica cosas que ya están decididas por los encuentros.
Sobre los encuentros
1) mantener la regularidad anual y la alternancia geográfica de los encuentros del Foro de São Paulo, siempre teniendo en cuenta que los encuentros del Foro tienen un significado interno (el debate, las resoluciones adoptadas), pero también tienen una incidencia externa (el impacto en la lucha política del país anfitrión), debiendo ambas dimensiones ser maximizadas;
2) definida la programación y el lema de cada encuentro, la Secretaría Ejecutiva debe impulsar una Tribuna de Debates electrónica, de manera que gran parte de los informes y de los textos de contribución puedan ser conocidos y debatidos antes mismo del Encuentro. Cabe a la Secretaría Ejecutiva estimular que se escriban artículos sobre los temas centrales de debate, de manera que los grupos, talleres y la asamblea final sean realmente un momento de síntesis;
3) sin perjuicio de lo arriba descrito, seguiremos con la práctica de tener un documento base, que también será divulgado a través de la Tribuna de Debates electrónica. Es importante que los partidos miembros asuman el compromiso de divulgar entre sus filas como material de estudio, el contenido del documento base, tanto para su discusión como después, una vez que ésta haya sido aprobada.
4) seguiremos haciendo, en los días anteriores a la plenaria final de cada Encuentro, reuniones para debates temáticos, sectoriales e regionales;
5) todos los partidos se comprometen a impulsar especialmente la juventud, que ya está realizando el III Encuentro de las Juventudes de los partidos del Foro de São Paulo;
6) el Foro organizará, a partir del XVIII Encuentro y siempre simultáneamente a los encuentros, encuentros anuales de las mujeres de los partidos del Foro. Además, recomendamos a todos los partidos que manden delegaciones que respeten la paridad de género.
Sobre las secretarías regionales
7) el funcionamiento de las secretarías regionales del Foro de São Paulo es esencial, pues hay una necesidad de integración subregional, que no puede ser rellenada en los encuentros anuales del Foro;
8) recomendamos que las secretarías se reúnan por lo menos una vez a cada 4 meses (siendo que una de estas veces es siempre durante los Encuentros anuales del Foro como un todo), haciéndole en distintos países, en reuniones abiertas a todos los partidos de la subregión, invitándose siempre la Secretaría Ejecutiva y siempre recordando que el funcionamiento das secretarías regionales no sustituye el funcionamiento del GT;
9) la Secretaría Cono Sur reúne los partidos del Foro en los siguientes países: Uruguay, Argentina, Paraguay, Chile, Brasil, Bolivia. La coordinación hoy esta a cargo del Frente Amplio de Uruguay;
10) la Secretaría Andino Amazónica reúne los partidos del Foro en los siguientes países: Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, Perú, Brasil. O sea, Bolivia, Brasil y Chile hacen parte, simultáneamente, de las regiones Cono Sur y Andino Amazónica. La coordinación de esta Secretaría hoy está a cargo del Partido Socialista del Perú;
11) la Secretaría Mesoamericana y Caribeña reúne todos los partidos del Foro de la región supracitada, así como México. La coordinación hoy está a cargo del Frente Farabundo Martí;
12) Consideramos necesario hacer dos esfuerzos organizativos adicionales: uno, en dirección al Caribe; otro, en dirección a Estados Unidos. En el caso del Caribe, se trata de organizar, de preferencia aún en el segundo semestre de 2011, una reunión de los partidos del Foro en Caribe;
13) en el caso de Estados Unidos, tenemos como meta de mediano plazo constituir una Secretaría de los latinoamericanos y caribeños en ese país. En el XVII Encuentro será organizada una comisión, dirigida por el FMLN (partido responsable por coordinar la Secretaria Mesoamericana y Caribeña) y acompañada por la Secretaria Ejecutiva, con la tarea de organizar, de preferencia aún en el segundo semestre de 2011, un encuentro de los partidos del Foro que actúan en los EUA, para en este Encuentro constituir la Secretaría supracitada;
14) en el caso de Europa, una comisión dirigida por la Secretaría Ejecutiva y compuesta por los partidos del Foro que tienen organización en países europeos, convocará entre los meses de septiembre y noviembre de 2011, un encuentro de los partidos del Foro y de los latinoamericanos y caribeños residentes en Europa, para en este Encuentro constituir la Secretaría de los latinoamericanos y caribeños residentes en Europa;
Otras comisiones y grupos de trabajo
15) Además de las secretarías regionales y de la comisión citada en el ítem anterior, proponemos la creación de comisiones específicas, que se encarguen de los siguientes frentes de trabajo: a) investigación y formación política (o sea, lo que denominamos el proyecto Observatorio y la Rede de Escuelas); b) parlamentarios; c) gobiernos; d) procesos electorales; e) movimientos sociales.
16) Las comisiones supracitadas serán constituidas por adhesión durante el XVII Encuentro. Las comisiones indicarán coordinadores, que serán aprobados por el GT, aún durante el XVII Encuentro.
17) La comisión de investigación y formación política (o sea, lo que denominamos el proyecto Observatorio y la Rede de Escuelas) ya tiene lineamientos claros y en este año de 2011 se harán dos eventos inaugurales (un gran seminario de balance de los gobiernos y un seminario de intercambio de experiencias formativas).
18) La comisión de procesos electorales tendrá dos propósitos: uno, acompañar los procesos electorales que están ocurriendo en cada período; otro, constituir los medios para, respetando la legislación de cada país, poder dar apoyo a los partidos del Foro en las peleas electorales. La secretaria ejecutiva debe promover, aun en 2011, una conferencia electoral del Foro de São Paulo, para empezar un planeamiento de mediano plazo de los procesos electorales y para cambio de experiencias;
19) La comisión de parlamentarios tendrá cuatro tareas: mantener un mapeo actualizado de los parlamentarios del Foro; articular nuestra intervención en los parlamentos regionales y en las elecciones parlamentarias regionales; mantener coordinación regular con grupos parlamentarios de izquierda de otros continentes.
20) La comisión de gobiernos tiene como propósito intercambiar informaciones y estimular la articulación de los gobiernos locales y subnacionales, así como acompañar los gobiernos nacionales y el debate que se traba en las y sobre las instituciones regionales (CELAC, UNASUR, ALBA, MERCOSUR, OEA etc.).
Articulación entre GT, Secretaría Ejecutiva, secretarías regionales y comisiones
21) Tentativamente, una vez a cada dos meses, o sea, 6 veces al año, siendo que una de estas veces será coincidente con el Encuentro del Foro, se harán reuniones ampliadas de la Secretaría Ejecutiva, con la presencia de los coordinadores de las secretarías regionales y de los coordinadores de las comisiones, con el secretario ejecutivo, para revisar el plan de trabajo aprobado por el Encuentro y por el GT.
22) Una vez a cada 3 meses, a sea, 4 veces al ano, siendo que una de estas veces será coincidente con el Encuentro del Foro, reuniremos el Grupo de Trabajo. Las reuniones tendrán un o dos días, buscando alternar regiones y países. En la primera parte, o primer día, se hará la prestación de cuentas de la Secretaría Ejecutiva, de las secretarías regionales, de las comisiones, así como los informes. En la segunda parte, o segundo día, se hará el debate político, siempre con base en un informe por escrito presentado por la Secretaría Ejecutiva.
23) Las sesiones de debate político en las reuniones del GT serán abiertas a todos los partidos del Foro, pero solamente tendrán derecho a voz los partidos del GT. Recordamos, además, que en las reuniones del GT, los partidos anfitriones deben garantizar hospedaje para 2 delegados por país. Los demás deben arcar con todos los costos de su participación en las reuniones.
24) En las sesiones del GT, solo se admite deliberación por mayoría en temas administrativos o de orden. Las decisiones políticas solamente serán adoptadas por consenso.
Composición del Grupo de Trabajo
La composición del GT es la siguiente:
Argentina – delegación unitaria
1. Frente Grande; 2. Frente Transversal Nacional y Popular; 3. Movimiento Evita; 4. Movimiento Libres del Sur; 5. Partido Comunista; 6. Partido Comunista – Congreso Extraordinario; 7. Partido Humanista; 8. Partido Intransigente; 9. Partido Socialista; 10. Partido Solidario
Brasil – delegación unitaria
1. Partido Comunista do Brasil; 2. Partido dos Trabalhadores
Chile – delegación unitaria
1. Izquierda Cristiana; 2. Partido Comunista; 3. Partido Humanista; 4. Partido Socialista
Colombia – delegación unitaria
1. Partido Comunista Colombiano; 2. Polo Democrático Alternativo; 3. Presentes por el Socialismo
Cuba
1. Partido Comunista de Cuba
Ecuador – delegación unitaria
1. Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik – Nuevo País; 2. Movimiento PAIS; 3. Movimiento Popular Democrático; 4. Partido Comunista de Ecuador; 5. Partido Comunista Marxista-Leninista del Ecuador; 6. Partido Socialista-Frente Amplio
El Salvador
1. Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional
Guatemala – delegación unitaria
1. Alianza Nueva Nación; 2. Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca
Martinico – delegación unitaria
1. Partido Comunista por la Independencia y el Socialismo; 2. Consejo Nacional de Comités Populares
México
1. Partido de la Revolución Democrática; 2. Partido del Trabajo
Nicaragua
1. Frente Sandinista de Liberación Nacional
Perú – delegación unitaria
1. Partido Comunista del Perú – Patria Roja; 2. Partido Comunista Peruano; 3. Partido Nacionalista del Perú; 4. Partido Socialista
Puerto Rico – delegación unitaria
1. Frente Socialista; 2. Movimiento Independentista Nacional Hostosiano; 3. Partido Nacionalista de Puerto Rico
Uruguay
1. Frente Amplio
Venezuela
1. Partido Socialista Unificado de Venezuela
Otros partidos podrán incorporarse al GT, por solicitud o por iniciativa del propio GT, en los dos casos adoptándose el siguiente trámite: a) aprobación consensual por los partidos nacionales; b) aprobación consensual en el GT; c) aprobación por la Plenaria del Encuentro.
El Grupo de Trabajo indica el Secretario Ejecutivo del FSP, homologa los coordinadores de las Secretarías y aprueba los coordinadores de las comisiones. También debe aprobar el plan de trabajo y el presupuesto presentado por la Secretaría Ejecutiva.
Funcionamiento de la Secretaría Ejecutiva
La Secretaría Ejecutiva del FSP tiene como atribución implementar las resoluciones del Grupo de Trabajo y las resoluciones de los Encuentros del Foro de São Paulo.
Destacamos las siguientes atribuciones:
a) confección del plan de trabajo y presupuesto tentativo del FSP, con base en las resoluciones de los Encuentros;
b) la publicación de las resoluciones de los Encuentros del Foro;
c) el mantenimiento del registro de direcciones de los partidos del Foro;
d) el mantenimiento de la página Web del Foro, cuyo financiamiento será asumido por el partido responsable por la Secretaría Ejecutiva;
e) el contacto periódico con las secretarías regionales y comisiones, impulsando su funcionamiento;
f) el contacto periódico con todos los partidos del Foro, especialmente los del GT;
g) el contacto con las organizaciones internacionales con las cuales el Foro mantiene relaciones, teniendo la preocupación de ampliar las relaciones con Asia y África;
h) el acompañamiento del proyecto Escuelas y del proyecto Observatorio;
i) la organización de las reuniones del GT;
j) el apoyo a los partidos anfitriones de los Encuentros del Foro;
k) la dirección de la Secretaría Técnica del Foro;
l) control del cumplimiento de las actividades y reuniones agendadas luego de Encuentros del Foro y de los GT;
m) el envío regular de informes, a través de una lista moderada en la Internet.
Finanzas
a) todos los partidos deben pagar 200 dólares para poder participar de los encuentros;
b) todos los delegados deben pagar 50 dólares para poder participar de los encuentros;
c) una vez aprobado el plan de trabajo, la Secretaría Ejecutiva elaborará un presupuesto y propondrá valores para contribución voluntaria de los partidos miembros;
d) también una vez aprobado el plan de trabajo, la Secretaría Ejecutiva buscará financiación por parte de organizaciones amigas;
e) en las reuniones del GT, los partidos anfitriones seguirán responsables por costear el alojamiento y alimentación de dos delegados por país. Incluso en las reuniones que ocurren durante los Encuentros;
f) se buscará reducir los costos, haciendo coincidir las reuniones del GT con otras actividades.