"¿Qué defienden y para qué?"

Por Carlos Fonseca Terán.
Aparte del discurso político de democracia (porque no son ellos los que tienen el poder) y de elecciones libres (porque no las ganan ellos), ¿qué reivindicaciones levanta la derecha y todos aquellos que participan conscientemente o no en esto que ya es difícil seguir llamando protesta? Porque yo a los burgueses los entiendo, ya que este no es su gobierno y quieren derrocarlo a como sea o reducir su período, porque saben que en elecciones normales no nos vencerán. Igualmente, antes de la derogación de la reforma al INSS también tenían su piedra en el zapato, ya que eran los más afectados (con toda justicia) por el aumento de las cuotas y por la eliminación del techo para definir el monto de las cotizaciones, o sea que se eliminaba la exoneración a los que perciben más de cierta cantidad de ingresos en concepto de salario, beneficio que además, por si fuera poco, los grandes empresarios han usado fraudulentamente, inventándose cargos y salarios inexistentes para después recibir jugosos beneficios, y eso sí es saquear el INSS y sacarle el dinero de la bolsa a los mismos trabajadores a los que ellos explotan para enriquecerse.
Vuelvo a preguntar entonces, ¿qué reivindicaciones se están levantando en esta revuelta, aparte del derrocamiento de un gobierno democráticamente electo o la interrupción de su período constitucional? ¿Las pensiones reducidas de los viejitos? Ellos no tenían pensión reducida ni de ningún tipo hasta que ésta fue decidida e instaurada por este gobierno, o sea que cuando mandaban sus actuales supuestos defensores, no les daban nada a los adultos mayores, cuya pensión reducida existe pues, gracias al gobierno sandinista. ¿Los ingresos de los trabajadores? En diez años que lleva el sandinismo en el poder, el salario mínimo ha aumentado tres veces más que en los diecisiete años que gobernaron quienes ahora se presentan como defensores de los trabajadores. Pero bueno, todo esto está relacionado con la reforma del INSS, y ésta ya fue derogada, así que pasemos a otros temas.
Por tercera vez: ¿Qué reivindicaciones sociales levantan los que protestan entonces? Sencillamente, ninguna; pero por lo insólito que es esto para algo que se pretende vender como una protesta social o un levantamiento popular, comencemos a especular con algunas:
¿Acaso salud y educación gratuita? Éstas existen gracias a las políticas del actual gobierno sandinista, cuyo primer decreto fue la eliminación de la autonomía escolar, que era el disfraz de la privatización de la educación cuando gobernaban los que ahora quieren aprovechar políticamente la actual asonada; y pregunto una vez más: ¿en contra de qué y a favor de qué? De igual manera, antes a quien llegaba al hospital sólo le daban recetas de medicamentos caros, y hasta el hilo para las operaciones le cobraban a la gente, cuando gobernaban los que ahora levantan sus delicadas manos empuñadas con el pulgar por dentro, con “El pueblo unido” de fondo, pero sin poder cantarla, porque no se la saben. El problema es que ni para hacer música propia sirve la derecha, ni para hacer consignas, teniendo que recurrir al grito de guerra del héroe sandinista Leonel Rugama, “¡que se rinda tu madre!”
¿Reivindican acaso el 6% para las universidades? El actual gobierno es el único que lo ha garantizado, contrario a los gobiernos neoliberales, bajo los cuales cada año los estudiantes universitarios sin apoyo de la empresa privada ni de la iglesia, debían salir a protestar para que no se les arrebatara el presupuesto al que tienen derecho nuestras universidades públicas y algunas subvencionadas.
¿Qué reivindican? ¿El derecho a la propiedad privada? Ningún gobierno ha respetado ni respaldado más la propiedad privada que el nuestro, porque ninguno en la historia de Nicaragua ha entregado más títulos de propiedad, como los que se entregan en esta segunda etapa de la Revolución, ni ha hecho una reforma agraria, como la que hicimos en los ochenta, convirtiendo en propietarios a centenares de miles de nicaragüenses. Por el contrario, lo primero que hizo la derecha en el poder fue querer confiscar esas propiedades, ante lo cual el pueblo se rebeló inmediatamente, logrando impedirlo en ese momento.
¿Acaso reivindican el acceso al crédito para los pequeños productores? Nunca los pequeños productores han tenido más apoyo que durante los gobiernos sandinistas, el de los ochenta y el de ahora, contrario lo que sucedía cuando gobernaban los que quieren echar del poder al sandinismo, que fue la época en la cual más campesinos perdieron su derecho a la propiedad y al crédito para producir.
¿Qué reivindican? ¿El derecho a la recreación, al esparcimiento? Ningún gobierno se ha preocupado tanto por ese derecho como nuestro actual gobierno, y sobran ejemplos al respecto: puertos, parques, centros de recreación, todo accesible a las familias nicaragüenses. Baste poner el ejemplo del Puerto Salvador Allende, donde antes estaba ubicado el basurero más grande de Centroamérica, adonde llegaban las familias en extrema miseria a recoger desperdicios para no morir de hambre; las mismas que hoy llegan a ese mismo lugar a disfrutar; o el parque Luis Alfonso Velázquez, un verdadero paraíso de diversión para los niños de todos los estratos sociales; parque que ya había sido construido por el sandinismo en los ochenta y que fue luego abandonado y destruido por los gobiernos de derecha, convirtiéndose en refugio de malhechores.
¿Será que reivindican entonces el derecho de los pobres a salir de la pobreza? Ningún gobierno ha sacado más gente de la pobreza que el gobierno sandinista en esta segunda etapa de la Revolución, según datos de esas mismas Naciones Unidas a las que invocan quienes empobrecieron este país en los años del neoliberalismo.
¿Reivindican acaso el derecho al trabajo? Ningún gobierno ha reducido más el desempleo que los dos gobiernos sandinistas (el de los ochenta y el actual), no sólo creando plazas de trabajo asalariado, como se hizo sobre todo en los ochenta, sino (en ambos casos) otorgando financiamiento a las familias empobrecidas, creando y capitalizando la economía popular a través de la reforma agraria en aquel entonces, y ahora con programas como el Bono Productivo Alimentario o Usura Cero, mientras por el contrario, ningún gobierno (ni siquiera en el somocismo) mandó al desempleo a tantos nicaragüenses como los tres gobiernos neoliberales que hubo en nuestro país entre 1990 y 2017.
Y así podríamos seguir, aunque en verdad esta gente ni siquiera en su discurso reivindica nada de esto, porque es tan evidente que no lo defienden, que ni siquiera por demagogia lo hacen, porque harían el ridículo. Esto nos debe servir a los militantes sandinistas para hacer que las personas perturbadas por la guerra psicológica despierten y vean la realidad a tiempo, antes de que los hechos se encarguen de hacérselo ver.
Lo dicho es tan evidente como el hecho de que la empresa privada jamás va a defender los intereses de los trabajadores a los que explota, ni los derechos del pueblo al que esos trabajadores pertenecen y al que oprimen los gobiernos que responden a los intereses de la empresa privada.
El único partido que ha defendido todos los derechos aquí mencionados, es el FSLN, que por eso cuando se ponía al frente de las protestas populares cuando fue oposición, era bien claro en las reivindicaciones sociales que defendía. El único gobernante en este país que ha hecho uso del poder para eso, es el Comandante Daniel Ortega Saavedra. Los muchachos que andan todavía en las actividades antigubernamentales y que no pertenecen a las clases pudientes (como sí pertenecen a ellas muchos de los que participan en dichas actividades, aunque el trabajo duro se lo dejen a los otros), deberían preguntarse: Si el sandinismo dejara el poder, ¿el gobierno que vendría a continuación seguiría garantizando sus derechos, cuando los que aspiran a asumir ese gobierno ni siquiera por manejo político se han atrevido a hacer esa promesa y cuando sólo el sandinismo ha garantizado esos derechos? Lo fácil de la respuesta se debe a que quienes gobernarían en caso de que dejara de hacerlo el sandinismo, ya lo hicieron antes. Pero para saber eso y saber cómo gobernaron, hay que conocer la historia, esa que se les oculta a tantos jóvenes atrapados por cuanta tontería ven en las redes, que ya no se instruyen aunque vayan a la universidad, y con los que deberíamos hacer mayores esfuerzos para que conozcan esa historia que no por casualidad, un día de estos un periodista sembrador de odio pedía que la olvidáramos, que no nos servía para nada.
El único partido que ha defendido los derechos del pueblo y los intereses de los trabajadores, que es el FSLN, lo hará ahora en el Diálogo Nacional, donde quedará en evidencia qué es lo que reivindica y defiende cada quien en esta confrontación que debe dejar de serlo, y en la que no pocos andan en el lado equivocado, de lo cual podrán percatarse precisamente, cuando el Diálogo Nacional y su contenido nos traigan de vuelta una paz por la que ya entregaron su vida, no veinte ni cuarenta, ni sesenta, sino más de cincuenta mil nicaragüenses, que solamente han sido reivindicados por la única fuerza política que puede sentirse orgullosa de que en sus filas hayan militado esos héroes y mártires cuyos nombres llevan nuestras calles, nuestros barrios, nuestros edificios, nuestros mercados, el aire que respiramos, y cuyas placas y monumentos rojo y negros como el corazón de nuestro pueblo, han sido profanados por los sembradores del odio, que cada vez serán menos y tendrán menos fuerza, porque cada vez serán más quienes tomen conciencia de cuáles son sus verdaderos intereses y en cuál de los dos bandos está la defensa de sus derechos.