Pronunciamiento de Maite Mola, Vicepresidenta del Partido de la Izquierda Europea, al XXI Encuentro del Foro de Sao Paulo

Queridos compañeros y compañeras,
En nombre del Partido de la Izquierda Europea, quisiera antes que nada agradecer al Foro de Sao Paulo y a su Secretaria Ejecutiva por su invitación a participar en este encuentro. Quisiera agradecer también a los compañeros y compañeras de los partidos mexicanos organizadores por la amistad y fraternidad con la que nos han recibido. Es un gran honor poder estar aquí con los partidos del Foro de Sao Paulo, esos  que han modificado la correlación de fuerzas en la región y en el mundo.
Traigo el saludo del Partido de la Izquierda Europea, un partido que reúne a 33 partidos de Europa de los cuales estamos aquí algunos como SYRIZA, el Partido de la Refundación Comunista de Italia, Die Linke de Alemania, Izquierda Unida de España y los Partidos Comunistas de España, Francia y Finlandia.
Tanto en América latina y el Caribe y sobre todo en Europa, hay una fuerte crisis y creemos que en esta fase la crisis estructural, económica, institucional y social se confrontan dos salidas, la que trata de imponer un modelo de sociedad cada vez más injusta, clasista y autoritaria, y por otro la que busca una salida profundamente democrática y social, que ponga la economía al servicio de la mayoría trabajadora. Ese es un reto que tenemos que resolver juntos, devolver la soberanía a las manos de los pueblos en Europa como ya se ha conseguido en una parte de América Latina y el Caribe, la Patria Grande. Este es el reto vital de la izquierda.
Porque  la sociedad europea en un futuro próximo, la sociedad en la que viviremos en las próximas décadas dependerá de quien consiga imponer su modelo de salida de la crisis o la izquierda con nuestro modelo o ellos con Merkel a la cabeza.
Para conseguirlo tenemos que cambiar la UE, ahora supeditada a los intereses del capital e impedir uno de sus grandes  objetivos, construir un gran mercado, más fácil de controlar que las dispersas economías nacionales, entregando toda la llamada área económica del Euro al capital multinacional, mediante el Tratado de Libre Comercio con EE.UU., tan parecido al denostado ALCA. La lucha contra ese Tratado es una de las principales tareas del PIE este 2015, y debemos ganar.
En este contexto neoliberal nunca debemos olvidar al imperialismo ya que el capital para asegurar su dominio y hacerse con el control de los recursos estratégicos, además de aumentar la explotación de las y los trabajadores, no duda en utilizar la guerra, los golpes de estado duros y blandos y en crear conflictos artificiales dinamitando el Derecho Internacional, que es el conjunto de normas que la comunidad internacional adoptamos, para no volver a repetir la barbarie de la Segunda Guerra Mundial. Somos conscientes de la gravedad de la situación, pero la afrontamos con fuerza, copiando de ustedes Partidos del Foro de Sao Paulo.
La buena noticia es que existen amplios núcleos de resistencia capaces de construir una Alternativa, y hoy aquí en México DF debemos hacer un llamamiento para sumar fuerzas en torno a esa alternativa, que nos permita ganar el derecho a decidir nuestro futuro en la UE acabando con el dominio de la Troika y situando la economía, la política y las instituciones al servicio de las personas y sus necesidades.
Al neoliberalismo se le puede derrotar siempre y cuando las organizaciones políticas y sociales anticapitalistas cobremos conciencia, local e internacionalmente, de la necesidad de combinar discursos y programas políticos y económicos de carácter rupturista con potentes organizaciones de masas, dispuestas a la movilización estructurada y sostenida, para disputar la hegemonía cultural, política e ideológica para conseguir que las ideas del bien común formen parte del sentir de las personas como algo natural.
En Europa desde el 25 de enero tenemos una esperanza que se llama SYRIZA. Dijo  SALVADOR ALLENDE que “Un obrero sin trabajo, no importa que sea o no sea marxista, no importa que sea o no sea cristiano, no importa que no tenga ideología política, es un hombre que tiene derecho al trabajo y debemos dárselo nosotros”.
Y los griegos han comprendido que la única fuerza política que puede hacer eso es Syriza, aún con las grandes dificultades por las que el Gobierno griego está pasando. Éste Gobierno abrió la TV pública, cerró los centros de internamiento para extranjeros que eran auténticas cárceles, ha auditado la deuda para determinar su legitimidad…en definitiva se desvió del camino austericida y esto la UE de los mercaderes no se lo podían ni pueden autorizar. La troika nunca quiso solucionar el problema griego con SYRIZA a la cabeza, lo que quieren es dominar y doblegar al Gobierno actual para volver a la época anterior y demostrar que ellos son los que mandan en la UE.
Para cambiar la relación de fuerzas se debe invertir. Grecia sola no puede con ese feroz enemigo. En pocos meses hay elecciones en España y Portugal, países que estamos al borde de la crisis humanitaria. Tenemos que avanzar fuerte en los resultados electorales, intentar llegar a los gobiernos.
No basta con estar todas y todos en la calle apoyando al pueblo griego para que la máquina demoledora del capital no los arrase, no es un tema de solidaridad con el pueblo griego, si no de avance de nuestras luchas en nuestros países, frente a esta integración europea antidemocrática y neoliberal hay que poner en marcha un proyecto de integración democrático, social y cooperativo, ocupando calles e instituciones. La extrema derecha que crece electoralmente y ataca a las y los inmigrantes y exalta la islamofobia bajo el disfraz de patriotismo no puede vencer. Este fenómeno que se extiende en toda Europa es un gran peligro y aquí la izquierda no puede fallar. Tenemos que demostrar  que estamos a la altura y ocupar nosotros las calles contra el racismo y la xenofobia, recordando que quienes lo fomentan tienen profundos intereses económicos y que los esconden en forma de ese tipo de violencia.
Hoy más que nunca gritemos,
¡Hasta la victoria siempre!
¡No pasarán!
¡Viva el Foro de Sao Paulo!
México DF, 1 de agosto de 2015