Las manos de EEUU sobre la región

Por Mark Weisbrot – 21/04/13
La administración Obama no acepta que la región cambió y busca eliminar gobiernos de izquierda; también Brasil debe mantenerse vigilante
Acontecimientos recientes indican que la administración Obama intensifico su estrategia de “cambio de régimen” contra los gobiernos latinoamericanos que están a la izquierda del centro, promoviendo conflictos de maneras que no se veían desde el golpe militar apoyado por los EEUU en Venezuela en 2002.
El ejemplo más destacado es el de la propia Venezuela en la última semana. En el momento en que este artículo está imprimiéndose, Washington está más y más aislada en sus esfuerzos para desestabilizar el gobierno recién-electo de Nicolás Maduro.
Pero Venezuela no ES el único país victimado por los esfuerzos de Washington para revertir los resultados electorales de los últimos 15 años en América Latina.
Está claro ahora que la eliminación del presidente paraguayo Fernando Lugo, el año pasado, también tuvo la aprobación y el apoyo del gobierno de Estados Unidos.
En un brillante trabajo investigativo para la agencia Pública, la periodista Natalia Viana mostró que la administración Obama financió a los principales actores del llamado “golpe parlamentario” contra Lugo. Enseguida, Washington ayudó a organizarle apoio internacional al golpe.
El papel ejercido por los EEUU en Paraguay es similar a su papel en el derrocamiento militar, en el 2009, del presidente democráticamente electo de Honduras, Manuel Zelaya, caso en el cual Washington dominó a la Organización de Estados Americanos y la utilizó para combatir los esfuerzos de gobiernos sudamericanos que procuraban restaurar la democracia.
En Venezuela, la semana pasada, Washington no pudo dominar a La OEA, sino apenas a su secretario general, José Miguel Insulza, quien reiteró la reivindicación de la Casa Blanca (y de la oposición venezolana) de un recuento del 100% de los votos.
Pero Insulza tuvo que recular, como tuvo que hacerlo España, la única aliada importante de EEUU en ese intento nefando, por falta de apoyos.
La exigencia de un recuento en Venezuela es absurda, ya que ya se había hecho un recuento de las copias en papel de una muestra aleatoria del 54% del sistema electrónico. El total obtenido en las máquinas fue comparado con el conteo manual del las copias de papel en la presencia de los testigos de todas las partes. Estadísticamente hablando, no existe diferencia práctica entre esa enorme auditoria ya realizada y el recuento.
Jimmy Carter describió el sistema electoral de Venezuela como “el mejor del mundo”, e no hay duda sobre la exactitud del conteo.
Es bueno ver a Lula denunciando a los EEUU por su injerencia, y a Dilma juntando su voz al resto de América del Sur para defender el derecho de Venezuela a elecciones libres.
Pero no son apenas Venezuela y las democracias más débiles las que están amenazadas por los EEUU.
Conforme lo relatado en las páginas de este periódico, en 2005 los EEUU financiaron y organizaron esfuerzos para cambiar la legislación brasileña con vistas a debilitar al PT. Esa información fue descubierta en documentos del gobierno norteamericano obtenidos gracias a la ley de libertad de información. Es probable que Washington haya hecho en Brasil mucho más que eso y que siga en secreto.
Está claro que los EEUU no vieran AL o levemente reformista Fernando Lugo como un elemento amenazante o radical. El problema era apenas su proximidad excesiva con los otros gobiernos de izquierda.
Como la administración Bush, la administración Obama no acepta que la región cambió. Su objetivo es eliminar los gobiernos de izquierda, en parte porque tienden a ser más independientes de Washington. También Brasil necesita mantenerse vigilante ante esa amenaza a La región.
MARK WEISBROT, 58, es codirector del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas, en Washington, y presidente de la Just Foreign Policy.
Fuente: Folha de São Paulo