José Merino del Río, un patriota, un demócrata, un comunista imprescindible

José Merino del Río llegó a Costa Rica en los luminosos días de abril de 1970. Venía huyendo de la dictadura franquista en su natal España y tras un breve paso por Guatemala, se trasladó a nuestro país, donde rápidamente se integró a la lucha contra la transnacional minera ALCOA, desfilando junto a miles de costarricenses aquel 24 de Abril. Desde ahí quedaría sellado su compromiso con esta Patria. Compromiso que no abandonó hasta los últimos días, cuando marchó junto a los trabajadores y trabajadoras del ICE para protestar en Casa Presidencial por los intentos de privatizar el sistema eléctrico nacional.
Desde la Universidad de Costa Rica inició su militancia en agrupaciones de la izquierda costarricense. Primero en el Frente Estudiantil del Pueblo (FEP) y luego en el Movimiento de Acción Revolucionaria Socialista (MARS).
En el proceso electoral de 1974 el MARS decide apoyar la candidatura presidencial de don Manuel Mora Valverde por el Partido Acción Socialista (PASO), se disuelve esta agrupación universitaria y su militancia se afilia a la Juventud Vanguardista Costarricense (JVC).
José Merino se integra así a las filas del Partido Comunista. Labora como asesor parlamentario en la Asamblea Legislativa de la fracción que integraban Eduardo Mora Valverde y Arnoldo Ferreto Segura. Acompaña la construcción de la Coalición Pueblo Unido, en la cual fue parte en algún momento de su Comité Político, y está presente en las labores de solidaridad con los pueblos centroamericanos que luchaban por la caída de las dictaduras militares.
Colabora en las áreas de la comunicación y la propaganda. Se integra a la redacción y dirección del periódico Libertad y de la Revista Trabajo, órganos de difusión de Vanguardia Popular. Se convierte en uno de los ideólogos y dirigentes de ese partido. Fue miembro del Comité Central  y la Comisión Política de Vanguardia Popular (PVP) y, después, del Partido del Pueblo Civilista (PPC).
Después de la lamentable división del Partido Comunista y de la disolución del campo socialista que existía en la Europa Oriental, se inició para la izquierda lo que él llamaba “la travesía del desierto”. Ese período en el cual se pronosticaba “el fin de la historia”. Cuando en Costa Rica en algún momento en un Primero de Mayo sólo se reunieron algunos pocos en el Parque Nacional. Cuando los movimientos sociales como el bananero o el magisterial recibieron duras derrotas y campeaba el neoliberalismo.
Empezó entonces José Merino como hormiga incansable el largo camino de lo que llamaba la construcción de la alternativa, de la búsqueda de la articulación de los movimientos políticos y sociales de izquierda y progresistas, alrededor de un programa común de transformación. Por invitación del ex Presidente don Rodrigo Carazo Odio participó en el Consejo de Defensa de la Institucionalidad (CDI) e ingresó al Partido Fuerza Democrática (PFD).
Cuando muchos creían que todo estaba perdido, él se levantaba y seguía caminando, denunciando y luchando, hasta lograr recuperar la esperanza, continuar la lucha.
La elección de José Merino del Río como Diputado (1998-2002) le daría a las causas populares una voz. En las calles y en el parlamento luchó contra las leyes privatizadoras conocidas como Combo ICE, al igual que contra la privatización de otras instituciones públicas como el INS, la CCSS y el CNP.
En sus labores de control político en este período asumió la denuncia de actos de corrupción a través de su participación en las Comisiones Legislativas que investigaron el desfalco de FODESAF, el fraude con los Certificados de Abono Tributario (CAT), las anomalías con la concesión de incentivos turísticos y los abusos en los contratos de cogeneración eléctrica.
Acudió siempre a los llamados de su pueblo, de los humildes, mujeres y hombres trabajadoras, fuera cerca o lejos, de día o de noche, estuvo presente cuando eran tres o cincuenta, cien o quinientas personas. Nunca despreció a quienes acudieron a él pidiendo consejo y apoyo, siempre tuvo una palabra de aliento y fue una luz de esperanza para todas y todos.
Tras la crisis de la agrupación que lo había traído a la Asamblea Legislativa, José Merino fundó, junto a un grupo de activistas políticos y sociales provenientes de las izquierdas y de la lucha contra el Combo ICE, el Foro de Acción Política “Otra Costa Rica es posible, otro mundo es posible”, que luego se transforma en Movimiento Alternativa de Izquierdas (MAIZ). Esta agrupación a su vez decide participar electoralmente en la provincia de San José y constituye el Partido Frente Amplio, hace 8 años, el 16 de Octubre del año 2004.
Desde el Foro de Acción Política, MAIZ y el Frente Amplio, José Merino alertó sobre las consecuencias negativas que para el país y la sociedad traería una eventual aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC). El Frente Amplio fue el único partido que fundió su campaña electoral y la lucha contra el TLC.
Nuevamente en el parlamento, se convirtió en férreo opositor del Tratado de Libre Comercio. Recorrió el país de frontera a frontera y de mar a mar para dar a conocer sus opiniones, críticas y siempre bien fundamentadas. Llamó a la rebelión en las calles pero también entendió que había que enfrentar la lucha en las urnas. No se cansó de denunciar el carácter fraudulento del proceso de referéndum, que luego sería develado en blanco y negro en el “Memorándum del Miedo”. Continuó la resistencia parlamentaria contra la “mayoría mecánica” que imponía sin discusión y a marchas forzadas las leyes de implementación.
Fue siempre defensor de los métodos democráticos y pacíficos de la lucha. Creyó en la vía democrática al mismo tiempo que denunció con energía la “dictadura en democracia”, el vaciamiento de la institucionalidad y el debilitamiento del Estado Social de Derecho.
Internacionalista 
consecuente, expresó desde siempre su solidaridad con la Revolución Cubana y los procesos de cambio que en el nuevo siglo surgieron en la América Latina. Saludó, ya siendo diputado, los primeros triunfos de Hugo Chávez en Venezuela y Luis Ignacio Lula Da Silva en Brasil, como muestras del resurgimiento de la esperanza y de la debacle del neoliberalismo. Asistió desde sus primeras sesiones al Foro de Sao Paulo e integró al Frente Amplio a esta coordinación de partidos políticos de izquierda y progresistas de la región.
José Merino fue también un estudioso, un intelectual y académico. Profesional en ciencias políticas y sociología, también tenía conocimientos de la comunicación y la economía. En los últimos años fue profesor en la Universidad de Costa Rica.
Publicó varios libros, entre ellos: “Manuel Mora y la democracia”, “La sociedad globalitaria: Una mirada a la cleptocracia neoliberal”, “Costa Rica, desafíos a la gobernabilidad democrática” y “La reforma del Estado y la política social”.
Fue asesor del programa de Fomento Económico de la Unión Europea, consultor de la presidencia de la Asamblea de la Comunidad de Madrid y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) – Estado de la Nación, así como director ejecutivo de la Fundación Manuel Mora Valverde.
El advenimiento de las redes sociales le permitió hacer un escrutinio constante de la realidad coyuntural nacional e internacional. En su página de Facebook quedan más de cien mensajes donde se evidencian sus batallas, sus ideas, sus polémicas.
José Merino fue un demócrata convencido, un revolucionario comprometido totalmente con la causa de las personas explotadas, marginadas, oprimidas, discriminadas. Un luchador de toda la vida. Uno de los imprescindibles comunistas. Fue una persona honorable y honesta, éticamente intachable. Valiente y firme en sus posiciones, pero a la vez respetuoso de las ideas ajenas y de talante negociador. Una persona que pedía en la política consecuencia entre lo que se dice y lo que se hace, siendo esta su propia norma de vida. Humilde, de trato afable y ameno, lo único que no toleraba era la injusticia.
José Merino seguirá vivo en las luchas de nuestro pueblo por la justicia y la transformación social. Seguirá presente su ejemplo de compromiso con el socialismo. La luz de José Merino iluminará la construcción de esa alternativa de lucha y de gobierno que él propuso y por la que levantarán banderas miles y miles de compatriotas en un futuro cercano.