Israel masacra a Gaza y amenaza con la invasión

Por Niko Schvarz
La escalada militar lanzada por Israel el miércoles 14 se intensificó brutalmente en las últimas horas, elevando a 101 (o 115 según otras estimaciones) el número de palestinos muertos y cerca de un millar de heridos por los ataques aéreos de aparatos F-16, fuego de tanques y bombardeos navales. La situación en los hospitales es dramática. Misiles disparados por barcos israelíes  el domingo impactaron el edificio que alberga medios de comunicación internacional, dejando seis periodistas heridos, a uno de los cuales debieron amputarle una pierna. Esto lo informó la BBC, y la cadena rusa Russia Today anunció que sus oficinas quedaron destruidas. Un ataque similar se reprodujo el lunes, dejando otros 7 heridos.
El primer ministro Benyamin Netanyahu dijo ante el Consejo de Ministros que “el ejército está preparado para ampliar considerablemente la operación”. Contó con el apoyo expreso del canciller Avigdor Lieberman, con cuyo partido Israel Beitenu el Likud va a ir en conjunción electoral en enero. La brigada de tropas aerotransportadas  y las brigadas de infantería Givati han finalizado los preparativos  para una posible operación terrestre y están listas para penetrar en Gaza, dice un comunicado oficial, emitido poco después de que a petición del ministro de Defensa Ehud Barak comenzó la movilización de 75 mil efectivos hacia la frontera con la Franja. Es la mayor cifra movilizada por Israel en décadas, y la primera llamada a reservistas desde la operación Plomo Fundido de diciembre 2008-enero 2009. Israel lanzó un ultimátum, y en cualquier momento puede concretarse la amenaza de la invasión terrestre.
El presidente Obama apoyó la agresión israelí, declarando que “Estados Unidos apoya totalmente el derecho de Israel a defenderse”. Esta es la posición que llevó la embajadora Susan Rice al Consejo de Seguridad el miércoles 14, cuando Israel comenzó la escalada con el asesinato del jefe militar de Hamas, Ahmed Yabari, despedazado en un automóvil en el centro de Gaza con sus acompañantes. En la sesión extraordinaria convocada por Egipto, el embajador de Sudán, Jaffa-Alla Elhag Ali Osman, reclamó “condenar el horrible ataque”. La delegada yanki opuso el veto, el Consejo de Seguridad no resolvió nada y la impunidad para Israel se mantiene.
De esta forma EEUU le retribuía a Israel los favores recibidos al rechazar en la Asamblea General de la ONU, por 21 veces consecutivas, y solos contra el mundo entero, el reclamo universal de cese del bloqueo de EEUU contra Cuba, que hace unos días reunió la voluntad de 188 naciones  con la única oposición de EEUU e Israel, más el islote de Palau.
El mundo se está pronunciando en solidaridad con los palestinos. En Francia, Gran Bretaña, Alemania, Turquía, Dublín (Irlanda)  se realizaron grandes manifestaciones reclamando el cese de los bombardeos, lo mismo que frente al consulado israelí en Nueva York, en Irán, en Caracas e incluso frente al domicilio del ministro de Defensa israelí Ehud Barak. El presidente de Egipto, Mohamed Morsi, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, y el primer ministro de Túnez Moncef Marzuki condenaron sin atenuantes la agresión israelí, calificada por el primero como “flagrante agresión contra la humanidad”. China  adoptó similar posición, Rusia planteó un plan de 3 puntos para retornar al diálogo de paz, los países del Mercosur expresaron su preocupación “por el uso desproporcionado de la fuerza” y a propuesta de Argentina solicitan la reunión urgente del Consejo de Seguridad sobre el tema.
La escalada israelí prolonga la operación Plomo Fundido, que dejó 1400 palestinos muertos, 5500 heridos y la destrucción de la infraestructura de la zona; y de los dos ataques a sangre y fuego  contra las Flotillas de la Libertad, que impidieron la llegada de ayuda solidaria a la martirizada Franja, bloqueada desde junio 2007. Los actuales ataques se producen dos semanas antes de que la ONU vote, el 29 de noviembre, sobre el reconocimiento de Palestina como estado observador; y dos meses antes de las elecciones en Israel, con la señalada realineación de fuerzas políticas. Pero se relaciona también con el intento proclamado de Israel de desencadenar un ataque de proyección nuclear contra Irán, al que procura arrastrar a EEUU y que transformaría la región en un infierno.
 
Publicado en LA REPÚBLICA, 21 de  noviembre 2012, pág. 10