Apoyo a Julian Assange

El XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, reunido en la Ciudad de La Habana, República de Cuba los días del 15 al 17 de julio de 2018, aprobó la siguiente Resolución respecto de Julian Paul Assange, sobre la base de las siguientes consideraciones:
Hace ya seis años que Julian Assange está asilado en la Embajada de la República del Ecuador en Londres, sin enfrentar ninguna acusación formal de un crimen. Hay claras evidencias de que se trata de una persecución política, como represalia por la difusión realizada por Wikileaks de documentos que pusieron en evidencia crímenes de guerra y prácticas injerencistas de los gobiernos y grupos de poder de varios países, entre ellos Estados Unidos de América. Éstos ahora aspiran a lograr una pronta extradición y juzgamiento de Assange, que podría poner en peligro la misma vida del periodista.
Ante ello, los esfuerzos y la voluntad política de Ecuador han sido decisivos, no sólo por el asilo en la Embajada en Londres, sino también por las gestiones realizadas ante instancias multilaterales y la defensa de los derechos del asilado en las relaciones bilaterales.
El XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, exhorta al gobierno de Ecuador a mantener su compromiso con la garantía y vigencia de los derechos humanos, como estipula la Opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Informe respectivo de la Organización de Naciones Unidas. Este aspecto es clave en momentos en los que Ecuador ha hecho pública su decisión de dar por terminada la estancia de Assange en su Embajada de Londres, a través de una negociación con el gobierno del Reino Unido y una eventual entrega del refugiado.
Es fundamental que en cualquier situación o escenario se excluya de manera explícita cualquier posibilidad de extradición a los EUA, que significaría poner en riesgo la vida de Assange y anularía los esfuerzos de protección hasta hoy realizados.
El XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo se propone seguir vigilante del estado personal y la situación jurídica de Julian Paul Assange, pues entregarlo sería un grave atentado a sus derechos humanos. Reconocemos que el trabajo de Assange fue indispensable para que el mundo conociera, aún más, la lógica y las formas de funcionamiento del poder imperial.