"Rechazamos el Golpe a la Democracia en Brasil", Convergencia CPO-CRD (Guatemala)

Con el golpe de Estado consumado por una indigna mayoría del senado brasileño el día de hoy, en contra de la Presidente constitucional y legítima Dilma Rousseff, los lacayos de la ultraderechista oligarquía brasileña, con el apoyo de las corporaciones que controlan la prensa comercial en Brasil, que se han articulado para tratar revertir permanentemente el joven proceso democrático en un país en el que, solamente hace unas décadas, prevalecía una más de las sangrientas y brutales dictaduras militares que el imperio había favorecido en América Latina y el Caribe.
Largos años de preparación han tomado para el montaje de esta parodia en el escenario del poder Legislativo, en el que el Congreso y el Senado brasileños están terminando de escribir una de las páginas más repudiables de la historia del hermano país, en contra de la lucha por la democracia, que es común a varios de los pueblos de Nuestra América.
Las oligarquías de que nos asolan se caracterizan por su voracidad sin límites y por no perdonar cuando alguien les arranca pequeñas porciones de sus históricos privilegios. Y el gran “pecado” de la alianza de fuerzas de la izquierda brasileña, que gobernaban en su cuarto período favorecidos por el masivo voto del pueblo brasileño, es haber impulsado el desarrollo económico del país, al mismo tiempo que sacaba a decenas de millones de personas de la extrema pobreza por medio de exitosos programas sociales y una más justa distribución de la riqueza.
Con esta repudiable acción en contra de la democracia y de la voluntad expresada en las urnas por más de 50 millones de brasileños las fuerzas oligárquicas y quienes le sirven, están demostrando que la democracia es para ellos una simple fachada, la que les resulta aceptable si y sólo sí les permite instrumentalizar y abusar de la institucionalidad de los Estados que ellos diseñaron para su servicio, en todos los países de la América Latina.
A esta ultraderecha no le importan las formas, le importa imponer sus designios, por eso, aunque la Presidenta constitucional legítima Dilma Rousseff no haya cometido ningún delito, algo que concluyó hasta un Equipo técnico del ilegítimo senado que hoy grotescamente le destituye, a pesar de todo y en contra de todos y de todas, ordenaron la destitución de la Presidente Dilma y sus fieles 61 servidores en el senado diligentemente se prestaron a cumplir sus órdenes.
Por todo lo expresado, en representación de las fuerzas de los pueblos, de los movimiento sociales y fuerzas políticas que participamos en CONVERGENCIA de Guatemala, rechazamos con fuerza e indignación esta maniobra política que ha consumado un golpe en contra de la Democracia y la voluntad del pueblo brasileño.

¡Nuestra incondicional solidaridad con las fuerzas políticas de la izquierda brasileña!
¡Estamos y estaremos permanentemente con Dilma y con el pueblo brasileño!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

COMISIÓN POLÍTICA DE CONVERGENCIA
Guatemala 31 de Agosto de 2016