La Secretaría de Relaciones Internacionales del Movimiento Evita expresa su más enérgico repudio al fallo de la Corte de EE.UU. contra Argentina

LA SECRETARIA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL MOVIMIENTO EVITA EXPRESA SU MÁS ENÉRGICO REPUDIO AL FALLO DE LA CORTE DE EE. UU CONTRA ARGENTINA
La batalla judicial que esta librando Gobierno Argentino contra los fondos buitres se enmarca dentro de un proceso de lucha por la defensa de nuestra soberanía e independencia económica que se viene llevando adelante hace más de una década, desde que en el año 2003, Néstor Kirchner asumió el poder.
Desde el primer día, en su discurso de apertura ante la Asamblea Legislativa, Néstor dejo en claro cuales eran los ejes de su proyecto político y cual iba a ser la postura que su gobierno ante la deuda. En tal sentido, enfatizo que: no iba a recurrir al ajuste ni al endeudamiento y que no iba a pagar deuda a costa del hambre y la exclusión de los argentinos.
De esta manera, marco un quiebre y un giro de 180 grados respecto de los gobiernos que le precedieron y que condujeron a la Argentina a la peor crisis de su historia.
Durante su gestión, inicio la negociación con los tenedores de la deuda para salir de la situación de default declarada a finales del 2001, apuntando a tres objetivos básicos: la reducción de los montos, la reducción de las tasas de interés y la ampliación de los plazos de madurez y vencimiento de los bonos.
Asimismo, arremetió contra el Consenso de Washington y reclamo la necesidad de que los organismos internacionales que habían contribuido, alentado y favorecido el crecimiento de la deuda asumieran su cuota de responsabilidad y denunciando las operaciones mediáticas llevadas adelante por los fondos buitres.
Al asumir Cristina Fernández de Kirchner se continúo con esta política de independencia económica que se había iniciado en el 2003.
Como resultado de las negociaciones llevadas adelante, Argentina reestructuró sus deudas en dos etapas (2005 y 2010), dicha reestructuración fue aceptada por el 93% de los tenedores de deuda con una quita de casi el 70%, la reducción de los intereses y la extensión de los plazos hasta el 2038. El 7% restante se negó a participar y parte de esa masa esta constituida por Fondos Buitres que se autoexcluyeron optando por recurrir a los tribunales para reclamar la totalidad de la deuda.
En febrero de 2012, el juez de Nueva York, Thomas Griesa, emitió un fallo donde le ordenaba a la Argentina pagarles a los fondos Elliot, NML Capital, Dart, Aurelius, AC Paster y Blue Ange unos 1330 millones de dólares, sin quita. El Gobierno apeló esa sentencia y el 26 de octubre de ese año la Cámara de Apelaciones de Nueva York convalidó la sentencia en favor de los fondos especulativos. La Argentina llevó a la Corte el pedido para que se expida sobre estas decisiones.
Estos fondos buitres históricamente han sobrevolado los países menos desarrollados o más endeudados. Los países africanos y, en su momento, también Perú, Panamá, y Brasil fueron sus presas.
Desde entonces nuestro gobierno ha venido peleando contra estas aves de rapiña y sus socios sin dejarse avasallar ni extorsionar.
Como bien lo señalo Cristina en su momento “lo peor de toda la historia es que, de triunfar esta postura absurda de un 7 por ciento que quiere condicionar a un 93 por ciento –algo que ni siquiera entra en una cuestión lógica, más allá de la economía, más allá de la política, más allá de las finanzas–, si realmente la Argentina tuviera que volver a pagar…, volvería a quebrar y tampoco podría pagar. Sería como el cuento de la Cándida Eréndira, de Gabriel García Márquez…. En realidad, lo que quieren es que nos sigamos endeudando, porque lo que no le perdonan a la Argentina no es –como algunos dicen– la expropiación de Aguas Argentinas o de YPF… ¡El problema es que no hemos vuelto a pedir prestado, que no hemos vuelto a hacer negocios financieros!
¡Ese es el problema! ¡Nos quieren volver a endeudar! ¡Nos quieren volver a endeudar!
Esta decisión tomada por la Corte de EEUU atenta contra nuestra soberanía y no solo perjudica a nuestro pueblo sino que también pone en peligro cualquier futura reestructuración de deuda soberana que se plantee.
Y hay en ella decisión un claro mensaje que es no permitir que un fallo favorable a la postura argentina se transforme en la punta de lanza para terminar con los grandes negocios de estos especuladores.
Como hoy claramente lo señalo nuestra presidenta esto no es un problema económico, no es un problema financiero, no es un problema jurídico ni legal; es la convalidación de un modelo de negocio a escala global que si se sigue pronunciando, va a producir tragedias inimaginables.
Porque como decía ayer en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia: ¿por qué si alguien con solo poner 1 dólar desde su escritorio en un bono basura, gana un retorno y una tasa del 1.608 por ciento desde el año 2008 al 2014? ¿Por qué alguien que tiene esa rentabilidad increíble, va a decidir invertir en una fábrica o en un comercio o en comprar acciones de una empresa o en hacer cualquier negocio financiero? Está claro que se está convalidando una forma de dominación mundial financiera de derivados para arrodillar a los pueblos y donde ya ni siquiera es necesario explotar a nadie, sino que simplemente, con la exclusión alcanza y sobra. Basta que haya gobiernos dispuestos a hacer megacanjes, haya gobiernos dispuestos a hacer blindajes, a que haya gobiernos dispuestos a negociar comisiones para que este negocio siga prosperando con la sangre, con el hambre o la exclusión de millones de jóvenes a lo largo y al o ancho del mundo que carecen de trabajo y de educación.
Pero que no se equivoquen, nuestro pueblo no va dar ni un paso atrás, no va a resignar ni un ápice de la soberanía e independencia que supo conseguir tras de tantos años de lucha.
¡Cristina, cuente con el Movimiento Evita para lo que falta!