"La encrucijada de Ecuador", por Niko Schvarz

Vimos por Telesur en la noche del jueves 2 de julio la versión en directo del discurso pronunciado por el presidente ecuatoriano Rafael Correa en la Plaza Grande, frente al Palacio de Carondelet, en Quito, llamando a la multitud allí congregada a desplegar todas sus fuerzas, junto al conjunto del pueblo, para enfrentar el peligro de la restauración conservadora impulsada por las fuerzas de la derecha, que con manifestaciones violentas y atentados en la capital y en las principales ciudades procura sembrar el caos, desestabilizar el país y derrocar al gobierno constitucional electo por el pueblo en el año 2013 por amplia mayoría. El lema del acto frente al Palacio presidencial fue: “¡Fuera, golpistas, fuera!”.
En varios países de América Latina se realizaron actos y se emitieron declaraciones de plena solidaridad con el pueblo ecuatoriano en su lucha por la legalidad democrática, y en alguno de ellos, como sucedió en Nicaragua por parte del padre Miguel d´Escoto, resurgió el viejo lema de la lucha antifascista: “¡No pasarán!”.
El discurso de Rafael Correa es un documento de extraordinario valor, por su lucidez y pasión democrática, en su llamado a la lucha por defender las conquistas de la revolución ciudadana y avanzar por el camino de la mejora incesante de las condiciones de vida de las grandes masas de la población, en sintonía con los avances de los gobiernos progresistas y de izquierda de América Latina y el Caribe. Estuvo vivamente presente en el acto el recuerdo del intento de golpe de Estado de setiembre de 2010, en que el propio presidente fue secuestrado por elementos policiales golpistas, siendo rescatado por la movilización masiva del pueblo, por la actitud de los mandos militares leales y por la valentía y decisión expuestas por el propio mandatario. En los actos vandálicos frente al Palacio presidencial resultaron heridos 4 policías. Correa reiteró su llamado a un diálogo con las fuerzas de oposición de buena fe, no con los elementos golpistas.
Subrayó que éstos han puesto en marcha un proyecto de restauración conservadora y que el país debe enfrentar los planes de desestabilización de estos sectores de la extrema derecha. Pero –agregó- las fuerzas del pueblo, que defienden la legalidad, son mucho más numerosas, como lo están demostrando estos días en las calles. De modo que hasta ahora las fuerzas golpistas han venido fracasando en sus planes de desestabilización. Se trata de un grupo desesperado, que una y otra vez ha perdido en las urnas. Dijo que el dilema debe zanjarse en las elecciones del año 2017, donde el pueblo deberá decidir una vez más. Destacó además que todos estos manejos subversivos se producen en vísperas de la llegada del Papa Francisco al Ecuador, prevista para el domingo 5 de julio, con visitas a Quito y a Guayaquil, y que se extenderán hasta el miércoles 8. Los golpistas pretenden sabotear esta visita del Pontífice, dijo el presidente, y destacó que van a recibirlo con afecto y hospitalidad. Sobre este aspecto, cabe señalar un pronunciamiento del secretario general de la OEA, nuestro compatriota Luis Almagro, quien efectuó un llamado público al Papa Francisco para que ofrezca su mediación con vistas a solucionar la conflictiva situación imperante en Ecuador.
Las movilizaciones de los sectores opositores han revestido el carácter de los llamados “golpes blandos”, como los que ya se ensayaron en Venezuela, en Bolivia y en otros países dotados de gobiernos progresistas en el continente. En lo inmediato, se basan en el rechazo a dos proyectos de ley remitidos por el gobierno, la ley de Herencia y la Ley contra la Plusvalía. Estas medidas de justicia social se promovieron tomando en cuenta que en Ecuador existe un alto grado de concentración de la riqueza, en manos del 2% de la población, frente al 98% restante. La Ley Orgánica para la Redistribución de la Riqueza se propone gravar el forma progresiva al patrimonio heredado, evitando la evasión por parte de los grandes contribuyentes. La Ley referida a la plusvalía, en esos términos, grava las ganancias extraordinarias, fruto básicamente de la especulación inmobiliaria. En su discurso, el presidente Correa defendió el propósito de justicia social que encierran ambas iniciativas. No obstante, ante la avalancha opositora que suscitaron, resolvió retirarlas en forma temporal. Sin embargo, las movilizaciones golpistas prosiguieron a todo ritmo, lo que dejó en claro ante la conciencia colectiva que su objetivo no era impedir la cristalización de estas leyes, sino derrocar al gobierno constitucional.
Correa también recordó que la oposición tenía a mano otro recurso para cambiar el gobierno de acuerdo con las normas constitucionales, esto es, apelando a la consulta revocatoria, establecida en el artículo 105 de la Constitución, y que ya se ha utilizado otras veces (sin éxito, vale la pena consignarlo). Sin embargo, la oposición sigue insistiendo en las tácticas golpistas, dando la espalda a los mecanismos institucionales. La norma señalada establece que la solicitud de revocatoria del mandato presidencial podrá presentarse una vez cumplido el primero y antes del último año del período para el cual fue electa la autoridad cuestionada (o sea, que sería perfectamente lícita su aplicación ahora) y agrega que deberá respaldarse en el caso de la Presidencia por un número no inferior al 15% de los ciudadanos inscritos en el registro electoral.
En el acto frente al Palacio presidencial vimos en primera fila a la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, quien estuvo el 25 de junio y días siguientes en nuestro país, reuniéndose con autoridades del Parlamento y del Frente Amplio para interiorizarlos de la coyuntura ecuatoriana y sus actuales desafíos. El acto finalizó con vivas a la revolución ciudadana, a la Patria Grande y con el lema que siempre nos emociona al escucharlo en otros países latinoamericanos: “El pueblo unido, ¡jamás será vencido!”. Esto es tanto más significativo por cuanto Alianza País, la formación política que sostiene el gobierno, no solamente ha reforzado su alianza con otros partidos, como el Partido Socialista y el Partido Comunista, sino que además se proponen constituir un “Frente Unido”, tomando como ejemplo al Frente Amplio Uruguayo. Algo por el estilo ya sucedió en Colombia, como tuve oportunidad de apreciarlo personalmente.
Pleno apoyo al gobierno de Correa
En el entorno del acto, se recordó que gracias a la revolución ciudadana, hay en Ecuador 1:700.000 pobres menos que en 2007, antes del acceso de Correa a la presidencia. Se recordó también, en relación con la visita del Papa, el compromiso de Francisco con los pobres del mundo, expresado en múltiples oportunidades. Hay una absoluta congruencia entre ambas posiciones, como el presidente Correa lo hizo constar en forma expresa.
El mismo destacó que este modelo de “golpe blando” puesto en marcha en su país se reproduce también contra otros gobiernos progresistas de América Latina y se asocian recíprocamente entre ellos. En el caso de Ecuador se infiltraron en las últimas instancias elementos “venezolanos reaccionarios”, como los definió Correa, quien llamó a denunciarlos en donde aparezcan para expulsarlos del país.
En apoyo al gobierno se han expresado un conjunto de organizaciones sociales, indígenas y campesinas de Ecuador, que se manifestaron contra los intentos golpistas y en defensa de los logros alcanzados en el mejoramiento de las condiciones de vida de las respectivas comunidades. Del mismo modo, el Consejo de Gobiernos Parroquiales Rurales de Ecuador, que agrupa a 820 administraciones parroquiales, se declaró en vigilia permanente en defensa del orden constitucional, Estas organizaciones señalan, entre los logros del gobierno, el descenso ya indicado del número de personas en situación de pobreza, que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos bajó del 35,7% en el año 2007, al inicio del primer gobierno de Correa, al 22,5% en 2014; al mismo tiempo, la pobreza extrema bajó del 16,5% al 8,5% en ese lapso.
Respecto a la tasa de desempleo, se ubicó en 4,15% en todo el país. El salario medio, que era de 160 dólares antes de la Revolución Ciudadana, pasó a 370 dólares en la actualidad. En materia educativa, la tasa neta de matrícula en educación básica subió del 92% al 96% en estos años, y el total de matriculados en el sistema público aumentó de 2:604.000 a 3:479.000 alumnos. En materia de educación superior, Ecuador es uno de los países que más invierte, llegando al 2,12% de su PBI. En salud pública, el gobierno ha invertido más de 12 mil millones de dólares en este período, según las cifras del Ministerio de Salud.
Solidaridad y unidad de América Latina y el Caribe
En las críticas circunstancias actuales, en toda la América Latina y caribeña se han renovado las expresiones de solidaridad y apoyo al gobierno de Ecuador. En tal sentido se expresó el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el ex presidente colombiano Ernesto Samper, quien expresó que el bloque regional “se opondrá firmemente” a cualquier intento de desestabilización al gobierno constitucional de Ecuador. Análogamente, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) expresó su respaldo a la Revolución Ciudadana e instó a respetar las decisiones de su gobierno, de acuerdo a los principios de soberanía y autodeterminación y en rechazo a cualquier intento de intervención extranjera.
Dirigentes políticos de varios países del continente expresaron su plena solidaridad con Ecuador. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, señaló que el plan regresivo que procuran aplicar las fuerzas de derecha en Ecuador es análogo al que aplicó la reacción venezolana en los años 2001 y 2002 contra el reelecto presidente Hugo Chávez, y proclamó: “Vamos todos unidos a defender la democracia en Ecuador”. El gobierno de Cuba expresó en un comunicado su solidaridad con Ecuador y rechazó cualquier intento de injerencia en los asuntos internos de este país, en correspondencia con los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. Igualmente el presidente boliviano Evo Morales manifestó su solidaridad con su par ecuatoriano y destacó la similitud de las maniobras golpistas en Ecuador y en Venezuela.
Asimismo en Nicaragua, además de la ya citada declaración del Padre Miguel d’Escoto, salió a la palestra su presidente Daniel Ortega, indicando que el pueblo ecuatoriano ha sabido defender y estamos seguros seguirá defendiendo su revolución ciudadana, con el presidente Rafael Correa al frente de ese hermoso proceso revolucionario, siendo parte de esta gran unidad latinoamericana y caribeña en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.
Tal era la situación el pasado fin de semana. Cuando el lector recorra estas líneas, podrá apreciar por sí mismo cómo el pueblo ecuatoriano está desbaratando la conspiración golpista y, en este cuadro, cómo está recibiendo la bienvenida visita del Papa Francisco.
Publicado en BITÁCORA, edición digital, Nº 620, 6 de julio 2015