El talante colonialista de Sarkozy

Por Niko Schvarz (10/11/11)

Lo que dijo el presidente francés Nicolas Sarkozy contra Uruguay al término de la reunión del G20 en Cannes el viernes pasado no sólo es una expresión acabada de ignorancia e irresponsabilidad, sino que reveló un talante autoritario, imperialista y de rancia estirpe colonialista. En este caso utilizó la violencia verbal, amenazando –como si fuera el dueño del mundo- con apartar a nuestro país de la comunidad internacional. En otros casos, la Francia de Sarkozy ha impuesto su voluntad a bombazo limpio, masacrando a las poblaciones civiles y a los gobernantes  en Libia, o invadiendo su antigua colonia de Costa de Marfil (que era parte del África Occidental Francesa, junto con Senegal, Mali y Guinea) para colocar en la presidencia a  un candidato a su gusto y paladar.
Las agencias han difundido las declaraciones del vicepresidente Danilo Astori, quien acusó al mandatario francés de ostentar “un talante amenazante y de represalia que denota una inclinación colonial e imperial que Uruguay no acepta de ninguna manera”. Con este agregado que responde directamente al exabrupto de Sarkozy: “Uruguay nunca fue un paraíso fiscal, el señor presidente de Francia no está informado de nuestra situación, tenemos un impuesto a la renta de no residentes y solo con eso basta para no ser calificado como tal. Además, Uruguay siguió el camino de la transparencia y lo va a seguir transitando. Nosotros somos un país soberano, que además ha cooperado siempre”.
Estas declaraciones siguieron a las del presidente Mujica, quien calificó como “una barbaridad” los dichos de Sarkozy, decidiendo junto con el canciller Almagro llamar a consulta al embajador en París Omar Mesa y elevar una nota verbal de protesta ante la embajada francesa en Montevideo, además de proyectar encuentros inmediatos con los gobiernos de la región. Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, recordó que Uruguay y Francia suscribieron un convenio de cooperación tributaria, que fue aprobado por nuestro Parlamento y que “este tipo de calificativos, viniendo de un país con el que Uruguay tiene  suscrito un tratado de estas características, lo único que pueden provocar es indignación”. Expresó además que “Uruguay está a la vanguardia de la región en materia del combate al narcotráfico, lavado de dinero e ilícitos económicos”.
Entre las manifestaciones de los representantes de los partidos de oposición, que rechazaron en líneas generales las acusaciones de Sarkozy, se destacan las del senador y ex canciller nacionalista Sergio Abreu, quien aludió a la “visión imperial y prepotente”  del presidente galo y agregó que carece de credenciales para formular esas declaraciones, porque “tiene que saber que la incertidumbre económica está allá y no acá”.  A mayor abundamiento, manifestó: “Uruguay no es un paraíso fiscal. No lo ha sido. Respeta el derecho. Es un país serio. Y mantiene con firmeza la defensa de su soberanía y el respeto a las normas jurídicas.” Y en conclusión: “El presidente de Francia  ignora   que hay un principio de igualdad de los estados, que determina que nadie puede arrogarse sanciones a otra nación y que, llegado el caso, las sanciones a un Estado se procesan  en los órganos habilitados de la comunidad internacional, y no en grupos de países que cobijan  a especuladores y delincuentes que empujaron a los países europeos a la crisis”.
Su correligionario, el senador Luis Alberto Heber, presidente del Directorio del Partido Nacional, insistió en uno de los aspectos invocados, al declarar (tras una expresión de apoyo a las medidas del gobierno): “El presidente de Francia no tiene autoridad moral ninguna después de haber sido protagonista de invadir países y formar parte de intervenciones militares”.
Entre las opiniones recogidas por LA REPÚBLICA, la del experto en derecho tributario Leonardo Costa apunta a un aspecto fundamental al señalar: “La declaración (de Sarkozy) se enmarca en un mundo que se está cayendo a pedazos, y parecería que los grandes culpables de la caída de los países europeos son países como Uruguay, Trinidad y Tobago, Vanuatu y Panamá. Es un chivo expiatorio de los países del G-20”. La última frase nos aproxima al fondo de la cuestión.
No se olvide que las declaraciones de Sarkozy fueron formuladas al término de la reunión del G20, que resolvió remacharle las cadenas a Grecia. Jacques Delors declara que el Pacto del Euro (al que se somete por la fuerza a Grecia) es la propuesta más reaccionaria jamás salida de la Comisión Europea. Se ha dicho que la misma “recorta la carne viva de los derechos sociales”.  Un reportaje titulado: “Del Olimpo al infierno” documenta que en el país heleno campean la desnutrición, el sida, la prostitución, la adhesión a las drogas y los suicidios. El gobierno aumenta impuestos y recorta pensiones y salarios públicos y el mes pasado anunció que reducirá el sueldo de 30 mil empleados estatales como medida previa a la rescisión de sus contratos y recortará las pensiones de medio millón de retirados del sector. Se elevó el IVA a los bienes y servicios, y para los alimentos creció del 13 al 23%. Se introdujeron gravámenes adicionales a los trabajadores autónomos.  La economía se contrajo 5% este año, y el desempleo llegó al 20% de la población activa. Muchas personas quedaron sin hogar, y muchas familias sienten la amenaza de la pobreza extrema. La organización sin fines de lucro Doctors of the World (Médicos del Mundo) declara que Atenas está al borde de la crisis humanitaria. De 40 niños examinados por uno de sus pediatras, 23 estaban desnutridos. El Centro de Atenas para personas sin hogar  formula pedidos públicos de raciones secas y ropas a quienes los necesitan. El número de estos aumentó 30% en el último período, y la falta de alimentos (que ofrece junto a la Iglesia Ortodoxa, hasta 12.000 comidas diarias) está llegando a un punto crítico. Se han constatado aumentos significativos de casos de hepatitis y de VIH como consecuencia del colapso de los programas sociales, y un incremento de la prostitución callejera, al tiempo que el ministro de Salud Pública informó que los suicidios se incrementaron en 40% en los primeros m eses de 2011.
Los trabajadores y el pueblo griego están librando una lucha tenaz, con grandes huelgas, manifestaciones y ocupaciones de plazas públicas, contra esta política. Pero la Unión Europea, en la que tienen vara alta justamente Sarkozy, junto a Angela Merkel, quiere apretar aún más el cerco. Y buscan un chivo expiatorio para eludir su propia y tremenda responsabilidad en este drama colectivo.
Publicado en La República, 10 de noviembre 2011, pág. 19