Documento base

XXI ENCUENTRO DEL FORO DE SÃO PAULO
México DF, 29 de julio al 1º de agosto de 2015


DOCUMENTO BASE

1. Coyuntura internacional
Luego del fin de la Guerra Fría, hemos vivido una situación de hegemonía de Estados Unidos de América (EUA) en el mundo y la expansión de las políticas neoliberales, pero hoy en día está en curso una transición hacia un mundo multipolar con muchas contradicciones. A partir de 1998, la llegada del Comandante Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela marcó el inicio de una fase de cambio en América Latina y el ascenso de la izquierda en la región, consolidándose a lo largo de la primera décadade los años 2000. Con la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños -CELAC- y de la Unión de Naciones Suramericanas -UNASUR-, avanzamos en algunos aspectos de la integración regional y América Latina y el Caribe se están abriendo al resto del mundo, aunque algunos países mantengan una fuerte dependencia económica de EUA.
El ascenso político y económico de China desde la década de 1990 y el surgimiento y la consolidación de los BRICS a partir de los años 2000 también llevaron a una reestructuración del poder mundial. Rusia vuelve a buscar su peso en la geopolítica mundial e India cada vez más consolida su camino para convertirse en una potencia económica. Al mismo tiempo se registra un viraje en la correlación de fuerzas a escala planetaria, entramos en una fase de disputa por la hegemonía y de aceleración de los conflictos políticos y militares.
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, países agrupados en el BRICS, confrontan disímiles problemas, pero cuando sus jefes de Estado se reúnen y toman decisiones, el nerviosismo recorre las oficinas de la Reserva Federal. La segunda economía del mundo, la china, experimenta una baja: de 7.7% en 2013 a 7.3% en 2014; India muestra un reimpulso, de 4.7% en 2013 a 5.4% en 2014. Rusia afronta una baja y comienza a recuperarse. Brasil tiene un panorama económico complejo, no obstante, sigue siendo la más pujante economía de la región suramericana.
En Europa se mantienen las dificultades económicas desde el inicio de la crisis en 2008. A pesar de débiles señales de recuperación, la situación social continúa agravándose en algunos países, pues las cifras macroeconómicas esconden el desmantelamiento del Estado de Bienestar Social y, por tanto, el deterioro de la calidad de vida de los europeos. Como expresión también de la crisis de valores y la falta de alternativas políticas, aumenta la xenofobia y el peso de partidos de extrema derecha en la política regional (Unión Europea) y en algunos países en particular, como por ejemplo en Francia, Reino Unido, Grecia y Suecia.
El continente está claramente dividido entre el Norte rico y el Sur endeudado, donde los niveles de desempleo continúan siendo alarmantes, sobre todo entre la población joven. Aumentan las críticas al modelo de integración adoptado desde Maastricht en 1992, cuando los Estados miembros asumieron el papel de verdaderas empresas compitiendo entre sí por los mercados, situación que ha generado un profundo desnivel entre ellos. Esas políticas han generado un aumento de la desigualdad a lo interno de los países y entre los Estados miembros del bloque, así como de la precarización del trabajo, la reducción de los salarios y el recorte en los gastos destinados a la seguridad social. A todo esto hay que agregar que en algunos países europeos del Sur, la crisis política se extiende y se profundiza y nuevas alternativas anti neoliberales van emergiendo.
En Grecia, el partido SYRIZA, integrado por una amplia coalición de fuerzas de izquierda, obtuvo la victoria en las pasadas elecciones con el 36,34% de los votos, lo cual es muestra clara del crecimiento del rechazo del pueblo griego a las políticas de austeridad impuestas por la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Estas pasadas elecciones representan un hito en cuanto a las aspiraciones de los europeos de encontrar una opción social como solución a la crisis. No obstante el futuro de este gobierno es extremadamente complejo, pues tendrá que enfrentarse a los inmensos desafíos que implica el sometimiento de los estados a la dictadura de las instituciones monetarias europeas e internacionales.
En Grecia la izquierda juega su credibilidad y en las sociedades europeas en general sus opciones de futuro, pues la alternativa a la propuesta social sería la profundización de las políticas neoliberales o peor aún la barbarie neofascista.
Por ahora, la derecha neoliberal es mayoritaria en Europa, cuenta con una buena parte de los gobiernos del viejo continente, que adoptan las llamadas “políticas de austeridad”, inclusive en países donde gobierna la socialdemocracia, en los que prevalecen las políticas implementadas por gobiernos neoliberales que ha sustituido. Un nuevo y complejo mapa político comienza a configurarse en Europa.
La continua expansión de la OTAN hacia el este de Europa es asumida por Rusia como un peligro para su seguridad nacional. La escalada del conflicto ucraniano es en parte expresión del enfrentamiento de los intereses de EUA y de la OTAN en contra de los de Rusia. Las acusaciones sobre violaciones de los derechos humanos entre ambas partes en conflicto, el gobierno de Kiev y las fuerzas separatistas de las autoproclamadas repúblicas de Luhansk y Donetsk, dificultan la solución de la crisis. Los intentos de aislar a Rusia crean una peligrosa situación de guerra y profundizan las dificultades económicas en Europa, mientras este país busca equilibrar su situación y fortalecer su papel internacional optando por la multipolaridad y trabajando por estrechar vínculos económicos y políticos con China y otras naciones emergentes.
Un punto importante en la discusión actual sobre Europa es el combate al terrorismo, que asumió mayor relevancia tras los atentados contra la revista Charlie Hebdo, y que son el resultado de la intolerancia religiosa, la islamofobia latente y la discriminación racial y económica en el continente. Asimismo, el fundamentalismo basado en concepciones religiosas intolerantes interactúa con el racismo y la xenofobia, creando las condiciones para hechos como los de París.
La crisis del sistema político europeo también ha devenido en auge de movimientos y partidos nacionalistas, xenófobos y de extrema derecha en todo el continente, en parte como resultado del fracaso de las llamadas políticas de cohesión de la Unión Europea, lo cual ha agudizado esta situación. Son tristemente conocidos los ejemplos de Amanecer Dorado en Grecia, el Frente Nacional en Francia, el Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), los Demócratas de Suecia y el Partido Nacional Demócrata de Alemania. Estas fuerzas han crecido vertiginosamente tanto en las elecciones nacionales como en las europeas, lo cual debe analizarse a la luz de un profundo descrédito de los mecanismos democráticos y por tanto en un marco de abstencionismo elevado. Si bien el ascenso del neofascismo no es la única causa del aumento de la violencia, este factor ayuda a comprender el fortalecimiento de los extremismos religiosos y la relativa facilidad que tienen para influir en una población que se siente cada vez menos representada y más reprimida. Las derechas radicales contemporáneas son una expresión política compleja de esta realidad y deben ser analizadas cuidadosamente por el FSP.
También es preocupante que toda esa situación sea utilizada para aumentar la vigilancia por parte de los Estados y la violación de las libertades civiles y políticas a nombre del combate al terrorismo.
Tenemos que estar alertas con respecto a las anunciadas negociaciones entre EUA y la Unión Europea sobre la llamada Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (conocida por TTIP) y debatir sus consecuencias para el comercio mundial, sobre todo para nuestra región. Este acuerdo está siendo negociado en secreto y es un ejemplo de lo que van a tratar de hacer las elites de EUA y Europa para mantener sus ganancias a pesar de la crisis. Un tratado de tal magnitud significaría un cambio radical en la situación mundial. Una megafusión comercial entre EUA y Europa modificaría, sin lugar a dudas, el actual cuadro político, podría afianzarse la hegemonía de este bloque atlántico norte, o se precipitaría la conformación de otros bloques regionales y subregionales. Es posible afirmar que la estrategia global de los EUA para la recomposición de su fuerza hegemónica planetaria tiene dos líneas primarias: retomar su influencia en el Oriente Medio y derrotar a la izquierda progresista en América Latina y el Caribe. Contener el avance de la República Popular China y de la Federación Rusa es, a la vez, un plan en marcha.
Se está reconfigurando el mapa político del Medio Oriente y el Norte de África, como resultado de un conflicto con participación de actores globales, regionales y nacionales. Esa coyuntura de crisis puede asociarse con la implementación del proyecto de EUA para el Gran Medio Oriente -que incluye del África Occidental al Pakistán-, del cual no son ajenos los intereses de las transnacionales petroleras. Esta región continúa siendo un área priorizada en las estrategias políticas y económicas del Occidente y de otros actores.
El conflicto regional tiene varios frentes abiertos. Se han producido enfrentamientos armados en Palestina, Irak, Libia, Siria y Yemen, mientras en otros Estados de la región han ocurrido acciones terroristas asociadas a la vertiente más extremista del conglomerado de fuerzas en conflicto, el denominado Estado Islámico. La presencia de ese grupo, también conocido por Daesh, profundizó la desestabilización en la región, principalmente en Siria e Irak. Los extremistas de base islámica liderados por Daesh han logrado respaldo en los sectores empobrecidos por la implementación en la región de las agendas neoliberales. De esos grupos ha emergido su fuerza de choque, a la cual se han adicionado islamistas de diferentes regiones del mundo. No podemos dejar de recordar que el Estado Islámico (al igual que antes los talibanes de Osama Bin Laden) ha sido creado gracias al financiamiento que la CIA dio a los “rebeldes” sirios que luchaban contra Bashar Al Assad.
Libia está sumida en un caos como resultado de la intervención militar de la OTAN, la institucionalidad desapareció y la nación se está desmembrando en una guerra de clanes, la rapiña de las transnacionales petroleras es ostensible. Desde Libia se propaga el extremismo en el norte de África y otras subregiones.
Las negociaciones nucleares entre Irán y el G5+1 han logrado un cambio positivo para la nación iraní, la cual cedió en temas no estratégicos, manteniendo el derecho a su programa “nuclear con fines pacíficos”. No obstante, es un tema que aún no ha concluido, pues la administración estadounidense podría enfrentar en el Congreso a la oposición republicana y la posición intransigente de Israel se mantiene.
La causa palestina está en un momento difícil, a pesar de algunas victorias parciales como su adhesión al Tribunal Penal Internacional. Por otra parte, el entramado de conflictos en la región ha desplazado a esa causa de los primeros planos de atención internacional. Por el momento, las posibilidades de creación de un verdadero Estado palestino están más distantes, inclusive por causa de la actual política israelí. La decisión del gobierno de Benjamín Netanyahu, el año pasado, de hacer cambios en la constitución para hacer de Israel un “Estado judío”, provocó la renuncia de dos ministros de su gobierno anterior y lo hizo convocar nuevas elecciones. Después de una campaña donde los números indicaban un posible cambio y la victoria del grupo de centro-izquierda Unión Sionista, el resultado final indicó la victoria del Likud y de Netanyahu, que formó el nuevo gobierno con la inclusión de fuerzas de derecha, extrema-derecha y ortodoxas, excluyendo totalmente al centro y la centro-izquierda. Una novedad en esas elecciones fue la Lista Conjunta, unión entre el izquierdista Hadash y los tres partidos árabes (Balad, Lista Unida y Movimiento para la Renovación), que lograron 14 escaños y evitaron su ausencia en la nueva legislatura, hecho que podría ocurrir si estuvieran solos, pero su papel está reducido a ser una “voz crítica”. Debemos estar atentos a la situación de las relaciones entre EUA e Israel, que tuvo un reciente enfrentamiento motivado por la presencia de Netanyahu en una sesión del Congreso estadunidense a invitación de los Republicanos y sin consultar al Departamento de Estado, dejando el Presidente Barack Obama claramente incómodo. Sin embargo, la alianza estratégica entre estos países se mantiene y por el momento no hay señales en sentido contrario. Debemos subrayar que la paz en Oriente Medio solo puede pasar por la creación de dos Estados, Israel y Palestina, con base en las fronteras de 1967. Se impone, por tanto, acciones globales para reencausar el proceso de paz y de reconocimiento del Estado Palestino. Esta región continúa siendo un área priorizada en las estrategias políticas y económicas del Occidente y de otros actores.
En EUA, a pesar de la lenta recuperación económica que oculta el rápido crecimiento de la concentración del capital, se mantienen el desempleo, la violencia y la amenaza a los derechos civiles. La desigualdad social se ha acrecentado como nunca antes y afecta a la clase media y seriamente a los pobres. El gobierno ha sido incapaz de impulsar su agenda y se ha agudizado el enfrentamiento entre republicanos y demócratas, lo que ha abonado el terreno para el avance de los neoconservadores. Las pasadas elecciones legislativas tuvieron la más baja participación popular en los últimos 70 años, lo que evidencia la crisis en que se encuentran la democracia representativa, los partidos tradicionales y el rechazo a la mala gestión del gobierno. Múltiples expresiones de protesta social tienen lugar en EUA y ello tiene su raíz en problemas como el de los migrantes, el derecho a la salud, el empobrecimiento de amplios sectores populares, sin embargo, no se perfila una corriente política alternativa de contenido popular y democrático.
La militarización de la policía, la criminalización de las protestas y el continuo asesinato de afroamericanos mantienen una compleja situación social, y vemos la reacción de importantes organizaciones progresistas que defienden los derechos civiles y que se enfrentan con valentía mediante acciones intensas, coordinadas y sostenidas en decenas de ciudades, dejando al descubierto el racismo entronizado en el sistema de supremacía blanca.
El tema de la inmigración descontrolada, principalmente desde América Latina, ha sido tratado por la administración de Obama con soluciones limitadas, que en la práctica ha sido la de mayor persecución a los latinos y mayor deportación.
En la política exterior, el Gobierno estadounidense ha mantenido el carácter agresivo y de guerra fría, que lo ha llevado a varios fracasos por los que ha sido fuertemente criticado por la extrema derecha. En ese sentido, se aprecia una mayor prioridad a acciones vinculadas con la guerra no convencional. El deterioro relativo de su hegemonía, ante la evolución de nuevos centros de poder, ha llevado a EUA a reforzar todo lo relacionado con la seguridad.
En las relaciones con América Latina y el Caribe, como parte de su contraofensiva para revertir los avances de la izquierda y de conformar geopolíticamente un espacio vital para sus intereses, Washington ha desplegado una amplia gama de instrumentos subversivos, dirigidos contra los gobiernos que en su opinión constituyen un obstáculo o afectan su interés regional, incluso se han aplicado a países que no han sido declarados como adversarios. Estos instrumentos subversivos generalmente anteceden a la invasión militar directa, pero también están presentes en la aplicación de los preceptos del llamado poder inteligente.
El fin último es generar las condiciones políticas mínimas que garanticen los intereses de las trasnacionales y geopolíticos, sin tomar en cuenta el nivel de estabilización de los gobiernos después de las revueltas, incluso el posible desmembramiento territorial o social de los países.
África continúa en la mira de las grandes economías mundiales por sus potencialidades en recursos naturales. En los últimos años se ha agudizado la lucha por su control, entre las ex metrópolis coloniales europeas, EUA y las potencias emergentes como: China, Brasil, India, Israel y Turquía, entre otros. Sin embargo, mientras la mayoría de los gobiernos africanos evalúa de manera positiva la colaboración con el gigante asiático, el Occidente ha acuñado la frase de la “amenaza china”.
Las economías africanas han logrado positivos ritmos de crecimiento macro-económico, en medio del impacto de la crisis económica global. En el plano político, se aprecian avances en la institucionalización, materializado en la celebración periódica de elecciones en varios países. Los resultados de los comicios han sido validados por la Unión Africana, las organizaciones subregionales y las potencias occidentales.
EUA continúa incrementando su presencia en África Subsahariana, en los terrenos político, económico y militar. Como parte de esa estrategia se realizó la I Cumbre EUA-África, y se refuerza el trabajo con los jóvenes, con el propósito de garantizar la influencia sobre los líderes del futuro.
Varias subregiones del continente confrontan amenazas a su seguridad derivadas de acciones terroristas protagonizadas por grupos de base islámica, como Boko Haram, Al-Qaeda del Mahgreb Islámico y Al-Shabad. El enfrentamiento a los mismos ha demostrado la fragilidad de las estructuras regionales y subregionales de seguridad, pero también abre oportunidades para la cooperación entre los Estados africanos, como lo ejemplifica la lucha contra Boko Haram.
La crisis humanitaria provocada por el ébola en África Occidental, generó una respuesta internacional con participación de países de nuestra región entre los cuales se destaca Cuba con el envío de colaboradores de la salud a Liberia, Sierra Leona y Guinea.
La región de Asia y Pacífico continúa siendo vital para los intereses de EUA en el complejo panorama político mundial actual, por su dinamismo económico y financiero; así como por considerarla parte de su estrategia de seguridad nacional y para la cual prioriza su permanencia en la zona a través de un poderoso sistema de bases, efectivos militares y despliegue naval en varios países y mares cercanos. Como parte de su política de contención a China, los EUA reafirmaron las alianzas militares estratégicas y de inteligencia existentes con Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelandia; a la vez que desarrolla un nuevo tipo de “presencia militar” en instalaciones nacionales de Filipinas, su más cercano aliado en esa área y socio estratégico no miembro de la OTAN.
Una serie de acontecimientos sucesivos -como las acusaciones de espionaje y de uso de “hackers” contra sistemas civiles y militares norteamericanos por parte de los chinos, luchas en el ciberespacio, el reclamo territorial de China a varios países en el Mar del Sur (Mar del Este), la proclamación de su Zona de Identificación Aérea, el desarrollo de los programas de misiles y nuclear por la RPDC, entre otros-, fueron la justificación a las acciones ofensivas realizadas por EUA para garantizar y fortalecer su presencia militar en la región. Las manifestaciones “pro-democracia” en Hong Kong, que fueron estimuladas por Washington, también constituyeron un punto de desencuentro entre ambas potencias por inmiscuirse en los asuntos internos chinos; no obstante estas diferencias, se mantuvieron los intercambios bilaterales, diálogos y visitas de distintos niveles, demostración de que existe una relación entre ambos países, la que debe continuar desarrollándose. El futuro dirá qué consecuencias tendrá en el armado policéntrico.
Los países de los BRICS continúan siendo actores de importancia, sobre todo después de la VI Cumbre realizada en Fortaleza, Brasil, en julio de 2014, y la creación del Banco de Desarrollo, para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible, y del Acuerdo de Reservas de Contingencia, instrumento de protección contra ataques especulativos y turbulencias cambiarias. La creación de estos mecanismos es importante políticamente al buscar un sistema internacional que represente la nueva conformación económica mundial, con el debido poder de decisión en los órganos internacionales. En parte es una respuesta a la falta de reconocimiento de los BRICS en otros organismos mundiales, como en el caso del FMI, donde tienen solamente 10,3% de los votos, a pesar de poseer el 24,5% del PIB mundial. Debemos destacar la agenda de la sociedad civil, que busca incidir en ese proceso buscando garantizar que los proyectos de infraestructura también tengan un carácter social, sin privilegiar solamente las demandas de las grandes empresas exportadoras. El FSP debe estar atento a los cambios políticos en los BRICS, así como a las presiones externas contra sus miembros.
Debemos acompañar con atención el desarrollo de las discusiones sobre Medio Ambiente este año de 2015. El éxito de la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, que se realiza en diciembre en Paris, será un paso importante en las negociaciones sobre ese tema y una garantía de la profundización de las políticas ambientales cuando no hay más tiempo para en impasse. Un importante avance en la cuestión fueron los anuncios de China y EUA sobre los compromisos que asumieron para la reducción de la emisión de dióxido de carbono (CO2). Sin un movimiento positivo de estos dos países, las políticas contra el efecto invernadero a nivel mundial se tornan obsoletas, pues ellos son los dos principales responsables por la emisión de ese gas.
La caída de los precios del petróleo es un asunto de cardinal importancia, tiene su génesis en el incremento de la producción estadounidense, a través de la explotación del petróleo de esquisto, del aumento de la producción de Arabia Saudita y sus aliados, además de la presencia de otros actores en el mercado petrolero global. La baja del precio del barril afecta drásticamente a Venezuela, Irán y Rusia. Por su parte, la OPEP, que ha sido una instancia que procuraba el equilibrio del mercado, no ha actuado en esta dirección hasta ahora. No hay que olvidar que uno de los lineamientos estratégicos de los EUA es “poner de rodillas a la OPEP”, tal y como lo reveló Henry Kissinger en sus memorias. No por casualidad, los más importantes conflictos bélicos se registran, en estos años, en naciones que son productoras y exportadoras de petróleo. El papel de Arabia Saudita en éste proceso es producto de su intención de reubicarse en el tablero regional y global. Su intervención en Yemen busca mantener incidencia en la zona y proteger las rutas petroleras de Bab el Mandeb y en el Golfo de Adén.
Además de las cuestiones de Derechos Humanos ya mencionadas -EUA (cuestión racial), Europa (cuestión islámica), cuestión palestina, Ucrania-, debemos estar atentos para la cuestión de las y los migrantes y refugiados en el mundo, sobre todo la situación de las víctimas de conflictos armados, persecuciones políticas o sociales y desastres naturales, incorporándose ahí las migraciones internacionales clandestinas y el tráfico humano
Las noticias sobre los naufragios en el Mediterráneo y su elevado número de muertes traen esa cuestión al centro de las discusiones. A pesar de existir hace décadas, los países europeos no debatían debidamente ese tema, dejando que Italia y España -los más próximos de África y puerta de entrada a Europa- administrasen el problema. Pero ahora con las muertes, el silencio se torna complicado. En este momento, los gobiernos de la región quieren imponer medidas para disminuir el flujo de personas indocumentadas a través de la persecución de los traficantes y los medios por los cuales ejercen el tráfico, incluyendo la destrucción de los barcos aprehendidos.
También es grande el movimiento migratorio de países de la África subsahariana en dirección a África del Sur, sobre todo por motivos económicos. Ahí encontramos una situación de xenofobia muy fuerte, con recientes casos de persecuciones y muertes y el consecuente desplazamiento de esas personas, huyendo para salvarse.
Debemos también prestar atención a los casos de las y los refugiados asiáticos. Esa grave situación encuentra un doble problema: por un lado, las personas que salen de su país por sufrir persecución social, con el riesgo de muerte; y por el otro, los países de destino que afirman no tener condiciones de recibir a tanta gente. El resultado es que miles de personas se encontraban a la deriva en los mares del sur de Asia, sin condiciones mínimas de sobrevivir y dependiendo de la ayuda humanitaria de algún país. Recientemente las Filipinas se han dispuesto a recibirlas, pero la situación aún es grave y no se vislumbra ninguna solución a corto o mediano plazo.
Un último caso es la situación en EUA. A pesar de los relativos y muchas veces aparentes avances económicos en México y América Central y el Caribe, el flujo migratorio no parece disminuir, sino el contrario. Debemos notar que el flujo migratorio desde y a través de México hacia EUA es el mayor del mundo y las cifras más alarmantes son las que se dan entre nuestros países y Estados Unidos, sobre todo México, El Salvador, República Dominicana, Puerto Rico y Nicaragua.
Hasta el momento, los debates se centraron en las consecuencias, pero no en las causas de estos desplazamientos. Observando el origen de la mayor parte de las y los migrantes, es posible encontrar algunos puntos comunes que obligan la gente a abandonar sus países: situación económica, con un alto desempleo y sin las condiciones mínimas de subsistencia; conflictos armados; persecuciones variadas, normalmente por motivo religioso, étnico o vinculado al narcotráfico; entre otros. Muchas veces la única salida es arriesgarse en una travesía peligrosa y sin garantías de éxito.
Sobre este punto es relevante la propuesta de la UNASUR de crear “una cadena mundial de solidaridad” para abrir un espacio de cooperación humanitaria y así enfrentar el “genocidio pasivo” en los casos de las y los refugiados de Siria y Somalia, así como de la población rohingya, minoría musulmana perseguida en Birmania. Esta cadena sería administrada por la Cruz Roja Internacional, con el compromiso de los países del mundo de hacer aportes a los países de origen -cuando la situación lo permita- o de destino para que estos puedan asumir sus responsabilidades humanitarias.
Las contradicciones del sistema capitalista mundial se expresan en la crisis, así lo dice la ciencia económica, que es -de suyo- histórica. Joseph Stiglitz, crítico de la globalización neoliberal asume que: “Aunque esta es una crisis global, las respuestas políticas se han desarrollado a nivel nacional. Los innumerables asuntos sobre los cuales han tenido que reaccionar los Estados -de la política sobre quiebras a la de la competencia o la regulación de los mercados financieros-, deben ser tratados hoy a nivel internacional. Los acuerdos institucionales actuales no están a la altura de las circunstancias. O bien se reforman o bien se deben crear nuevas instituciones”. [El informe Stiglitz: 310]
La agenda de temas económicos contiene múltiples vertientes, empero, el relacionado con la regulación de los mercados financieros tiene un peso cardinal, además de otros que le son subsidiarios, como la actuación de los “fondos buitre”, los paraísos fiscales, en fin, la especulación financiera en sus diversas vertientes. La deuda en Europa es el punto focal de las contradicciones políticas, a escala continental y en cada país.
 
2. Coyuntura regional
Al contrario de otras partes del mundo, nuestra región sigue como un ejemplo de políticas alternativas al neoliberalismo, con una gran diversidad de modelos económicos y proyectos autónomos de integración regional. Sin embargo, sufrimos un constante ataque de las fuerzas conservadoras, que quieren adoptar nuevamente las políticas neoliberales vigentes en los años 1990 y que tanto costó a nuestros países económica- y socialmente. Para hacer frente a esas fuerzas, es necesario profundizar los cambios económicos, sociales y políticos ya alcanzados y seguir con la integración regional.
Debemos continuar el debate sobre el papel de los medios de comunicación, que en su mayoría están en manos privadas, conservadoras y de derecha, y de los movimientos sociales, con los cuales tenemos que profundizar las relaciones y conseguir el apoyo y la presión popular necesarios para avanzar con nuestras políticas, sin dejar de lado las exigencias de los nuevos grupos sociales que ascendieran a partir de las políticas sociales y distributivas implantadas por los gobiernos de izquierda en nuestro continente.
En los procesos electorales realizados durante el año de 2014 en nuestra región, hemos visto la reafirmación de la preferencia por la soberanía regional, el desarrollo alternativo y las políticas de inclusión social. Nuestros partidos están en los gobiernos nacionales de varios países, pero otros siguen como verdaderos bastiones del neoliberalismo, como los casos de México y Colombia. Todavía hay mucho que avanzar y debemos hacer una reflexión sobre cómo profundizar la democracia y mejorar el diálogo con nuestras sociedades.
Logramos victorias en los cuatro procesos electorales realizados el año pasado, con Salvador Sánchez Cerén en El Salvador; Evo Morales en Bolivia; Dilma Rousseff en Brasil y Tabaré Vázquez en Uruguay. En Bolivia y Uruguay, respectivamente el MAS-IPSP y el Frente Amplio lograron las mayorías parlamentarias. En el caso de Brasil, debido a las peculiaridades de su sistema electoral, hay dificultades para conseguir una mayoría, hecho que genera grandes dificultades de apoyo para el gobierno. En El Salvador, el FMLN salió bien en las elecciones municipales conquistando 86 alcaldías, algunas densamente pobladas como la capital San Salvador. Hasta el 1º. de marzo de 2015 gobernaba para 49% de la población y ahora gobierna para 67%. Para el legislativo obtuvo 37,28% de los votos y 31 diputados de un total de 84, siendo el segundo mayor partido.
Los intentos de desestabilizar a los gobiernos progresistas y de izquierda en América del Sur siguen con toda fuerza, como son los casos de Argentina, Brasil y Venezuela. Aún estamos bajo el riesgo de los “golpes de nuevo tipo”, como los golpes institucionales, a través del Poder Judicial y/o Legislativo, ocurridos en Honduras y Paraguay respectivamente. También debemos estar atentos a la contra ofensiva del imperialismo y de la derecha a nivel continental, sea por medio de movilizaciones y violencia, sea a través de los procesos electorales. Tampoco podemos ignorar el papel del “uribismo” de Colombia y de la derecha española que busca articular la derecha en nuestros países, monitoreados y organizados por el imperialismo norteamericano.
En adición, la caída de los precios de las materias primas, sobre todo del petróleo y de la soja, así como la especulación financiera, agrava la situación económica de los países de la región, dificultando a sus gobiernos mantener el apoyo de la población. Los ataques mediáticos concentrados sufridos por esos gobiernos son una fuerte demostración de cuánto debemos avanzar en la democratización de nuestros medios de comunicación.
La integración regional es un tema estratégico. Ya fue demostrada la importancia de la integración económica y comercial para algunos países menores. Ahora debemos debatir el avance en la integración regional, que considere la infraestructura física entre nuestros países y la integración de los recursos energéticos, con condiciones para la creación de cadenas productivas regionales, combatiendo las asimetrías y fortaleciendo los derechos sociales. El deterioro de la capacidad hegemónica de EUA y el progresivo ascenso de otras fuerzas mundiales deben ser vistos como una oportunidad de garantizar nuestra soberanía e independencia económica y política. Las relaciones con Europa siguen dificultadas por los problemas enfrentados en los países de ese continente para salir de la crisis en que se encuentran desde 2008.
China busca avanzar con su presencia en nuestra región, destacándose el crecimiento de las inversiones directas, la realización del I Foro Ministerial CELAC-China y el inicio de la construcción del Canal de Nicaragua. De otra parte, sigue el distanciamiento ruso de las economías occidentales y su aproximación con Asia y, en el caso de América del Sur, a través de la reciente Cumbre BRICS-UNASUR, en julio de 2014 en Brasilia, surge una oportunidad para nuestra región de aumentar las relaciones con ese actor internacional. Debemos considerar estos vínculos con las nuevas potencias como una oportunidad para nuestro crecimiento, cuidando no caer en lazos de dependencia similares a los de otras épocas.
Ante esa situación, es importante avanzar con los procesos de integración regional, sobre todo la CELAC y la UNASUR, pues solamente juntos tendremos las condiciones de negociación frente a esas fuerzas globales. La inauguración de la sede de la UNASUR, en Quito, es el reconocimiento de su importancia política para toda América del Sur. Este organismo ha contribuido en la estabilidad de la región, en los avances integracionistas, en seguridad y defensa, en infraestructura, y debemos mencionar la creación del Banco del Sur y la cooperación en la UNASUR Salud, el Consejo Electoral y las discusiones para implementar el Foro de Participación Ciudadana. La CELAC, al aproximar los países latinoamericanos y caribeños, ayudó a crear un espacio regional independiente de la Organización de los Estados Americanos -OEA- y de la influencia directa de EUA. Registramos aquí la elección del ex canciller uruguayo Luis Almagro como Secretario General de la OEA, con la perspectiva de promover reformas en esa organización.
Destacamos la reciente VII Cumbre de las Américas en Panamá que, además de ser la primera en que Cuba participa por exigencia de la mayoría de los Estados miembros, expresado en la anterior Cumbre de Cartagena de Indias – Colombia, fue también un espacio donde EUA se puso a la defensiva. Hubo críticas unánimes de parte de miembros de la UNASUR y de la CELAC a la injerencia en asuntos venezolanos y a las sanciones impuestas a miembros del gobierno de ese país. Igualmente hubo críticas al criminal bloqueo estadounidense impuesto a Cuba y su presencia en la lista de países que financian el terrorismo. Registramos también la realización de la Cumbre de los Pueblos, la Cumbre Sindical y la Cumbre de los Pueblos Indígenas planteando la dimensión social de este evento internacional.
La serie de cumbres como la realizada ahora en el Panamá fue inaugurada en EUA para iniciar las negociaciones sobre el ALCA, por su vez definitivamente enterrada en la IV Cumbre de Mar del Plata en 2005. Ese cambio, resultante de la nueva realidad política en América Latina y el Caribe, puede significar una transición hacia diferentes relaciones en el conjunto de los Estados americanos.
EUA sigue atento a la región. La aproximación con Cuba es una demanda histórica. Ahora bien, de ninguna manera debe entenderse como que Estados Unidos ha renunciado a su intención de destruir la Revolución Cubana. El propio presidente Obama, en su alocución del pasado 17 de diciembre, asumió que se trataba del reconocimiento de que las tácticas utilizadas contra Cuba durante el pasado medio siglo no habían dado resultado, por lo que habrán de recurrir a otras tácticas con el mismo propósito en mente. La consolidación de la autonomía regional no es vista con simpatía por la política estadounidense, y este país busca aumentar su influencia sea a través de iniciativas comerciales como la Alianza del Pacífico, o de alianzas con los sectores conservadores en los países y los intentos de desestabilización de los gobiernos nacionales.
En el caso de la Alianza del Pacífico, se trata de una estrategia para hacer frente a iniciativas como CELAC y UNASUR, principalmente tras el fracaso del ALCA. Sin embargo, este acuerdo tiene un carácter más comercial, mientras que los demás buscan una integración más profunda y completa, inclusive de los pueblos de los países, no solamente su comercio. Debemos estar atentos a los velados propósitos políticos de la Alianza del Pacifico, dirigidos a constituirse en una alternativa a las otras experiencias genuinamente latinoamericanas y caribeñas como las arriba mencionadas. La progresiva presencia de China en algunos países de ésta alianza problematiza aún más el escenario geopolítico. Estados Unidos debe competir por espacios en la región del Pacífico y América Latina no es la excepción.
La integración política en nuestra región avanzó más que la integración económica, respecto de la cual necesitamos trabajar para profundizarla. A pesar de haber avances en los países individuales, ese aspecto de la integración sigue dependiente de cada política nacional y no de una visión única regional. Los actuales problemas internos enfrentados por algunas economías hacen este camino más difícil, pero es importante profundizar los debates y las acciones.
El proceso de integración de América Latina, en sí mismo contradictorio, parte del reconocimiento colectivo sobre la imposibilidad de avanzar hacia el desarrollo sustentable sin integración. Hay que resolver los problemas específicos de cada país, pero las políticas globales en materia de financiamiento, precios de las materias primas, manejo de la deuda soberana de los países, entre otros aspectos a observar, señalan de manera categórica la pertinencia de la integración económica de la región. Los procesos políticos de cambio democrático en curso, en una parte de nuestro subcontinente, se juegan el todo por el todo en el terreno de la economía. ¿Cuál es el siguiente paso? Es ésta una interrogante para toda la izquierda, en un momento, como ya se ha señalado, en el cual la derecha amplía su ofensiva en todos los terrenos y particularmente en el económico.
En el caso del MERCOSUR, destacamos su reorientación y valoración de la dimensión política y social, con fuerte ampliación de instrumentos participativos, además de la futura adhesión de Bolivia y Ecuador. Debemos también debatir la negociación con la Unión Europea, que se ha retomado luego de las reuniones llevadas adelante en paralelo con la última Cumbre UE-CELAC del pasado mes de junio. De parte de la UE, su situación económica y las dificultades que impone a un amplio acuerdo -que considere el comercio de productos agropecuarios- son un obstáculo al avance de las negociaciones. De parte del MERCOSUR, las dificultades económicas, de competencia y de balance de pagos enfrentadas por algunos países los llevan a marcar distintos tiempos en la negociación.
Hay una opinión generalizada que indica que el MERCOSUR es el “núcleo duro” de la integración económica suramericana, pero en la actualidad, cuando nos reunimos en el XXI Encuentro del Foro de Sao Paulo, el problema consiste que tres de las economías del bloque están atravesando por dificultades. Según la proyección que publica la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, el PIB de la economía venezolana estará alrededor de -3.5%; Brasil en 0.9%; Argentina en 0%. Estos indicadores obligan a una reflexión profunda sobre la situación económica, que bien podría ser de carácter coyuntural, pero también puede indicar la necesidad de giros importantes en sus políticas económicas, junto a planes que aceleren la integración regional.
Los procesos de democratización radical que están en marcha en una parte importante de América Latina y el Caribe requieren de sustentabilidad económica en el largo plazo y de respuesta a los problemas urgentes, que en cada país tiene características distintas. Moverse en esa contradicción es ineludible, pero “donde hay contradicción hay vida”. La volatilidad del sistema financiero internacional, la ausencia de mecanismos de reestructuración de la deuda soberana, el anuncio sobre una posible alza de las tasas en EUA y, sobre todo, la caída de los precios de materias primas, son problemas urgentes que deben ser tratados en el MERCOSUR y en la UNASUR, porque son, en definitiva, problemas comunes.
De manera esquemática se pueden apuntar algunas tareas prácticas para el fortalecimiento del proceso de integración: crear un fondo de estabilización económica, impulsar el Banco del Sur, conformar un ente de supervisión de los bancos, así como un mecanismo de solución de controversias y una calificadora de riesgo con base en nuestra realidad. La ampliación del Sucre y de los proyectos productivos, de intercambio comercial y de infraestructura, forman parte también de estas tareas prioritarias.
Resulta importante destacar un hecho altamente positivo, como es el nivel de unidad de criterios y unidad de propósitos alcanzado en la CELAC, en su reunión de enero de este año en la ciudad de Belén, Costa Rica. Allí se decidió poner en marcha el “Plan para la seguridad alimentaria, nutrición y erradicación del hambre 2025”, que fue elaborado de manera conjunta con la cooperación de la FAO, la CEPAL y la ALADI. Cabe subrayar que la reunión de cancilleres en Ecuador tomó decisiones en la dirección de poner en marcha este plan, asumiendo el de “Agricultura familiar”, la promoción de preferencias arancelarias entre nuestros países, el estímulo a la creación de mecanismos subregionales de integración en el campo del comercio intra-CELAC, una de las alamedas por donde hay que transitar en la búsqueda de una nueva industrialización de nuestras naciones, la generación de nuevas y mayores fuentes de trabajo. El tema del cambio climático fue abordado en este encuentro, dado su importancia e impacto económico, social y ambiental. También se aprobó la formación de un observatorio de las transnacionales.
En el campo político hay que ampliar la cooperación que en materia de observación y acompañamiento de los procesos electorales viene desarrollando UNASUR, con gran éxito. Además, es inaplazable ir conformando una base teórica y jurídica que abra espacio a la creación de un sistema latinoamericano de derechos humanos, que responda a los intereses de todos los ciudadanos y ciudadanas y no a la estrategia imperial.
El debate sobre la libertad de expresión y de información como un derecho de los ciudadanos, que no tiene nada que ver con los intereses de los monopolios comunicacionales, está abierto y es uno de los frentes políticos de mayor interés. La izquierda, que tiene como punto de encuentro el Foro de Sao Paulo, aún no alcanza ni mucho menos supera la capacidad comunicacional de la derecha, que actúa de manera coordinada, veloz y cohesionada.
El fortalecimiento progresivo de la CELAC y la UNASUR es una tarea estratégica en el campo de la integración. Otros procesos de integración como el CARICOM, SICA y ALBA siguen sus caminos.
Es muy importante el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EUA, anunciada el 17 de diciembre de 2014, que posibilitaría la reapertura de las respectivas embajadas y la adopción de mayores facilidades para viajes de negocios y transacciones económicas, comerciales y financieras. Uno de los primeros resultados de ese acuerdo fue la liberación por parte de Cuba del preso estadounidense Alan Gross, acusado de espionaje, y por parte de EUA de los tres héroes cubanos presos en cárceles estadounidenses por defender la integridad y la seguridad de su país. Un paso a continuación fue la eliminación de Cuba de la lista de países considerados “patrocinadores del terrorismo” por el Departamento de Estado, lista donde nunca debió figurar. Esperamos ahora que el Congreso estadounidense, que tiene la prerrogativa para poner fin al bloqueo económico, acabe con ese criminal acto contra el hermano pueblo de Cuba. Por otra parte, la nueva política económica cubana y su reciente apertura son un paso importante para la reinserción de ese país en la economía mundial y la profundización de su papel regional.
En Colombia, seguimos acompañando con atención las negociaciones de paz en La Habana entre las FARC-EP y el Gobierno que se llevan a cabo en La Habana. El éxito de un acuerdo contribuirá con la paz en toda la región, que aspiramos que sea una zona libre de conflictos armados. Debemos estar atentos al nombramiento de Bernie Aronson, enviado especial del Gobierno estadounidense para acompañar esas conversaciones, y el papel real que pretende tener.
Consideramos que esas negociaciones deben extenderse a otros grupos insurgentes, como el ELN, pues la única forma de lograr la paz es a través de un acuerdo amplio y legítimamente reconocido por todos los grupos, fuerzas políticas y sociales.
La situación mexicana merece especial atención de nuestra parte. México ha sido el país que primero hizo un acuerdo comercial con EUA, el TLCAN -desde 1994-, momento en que las políticas neoliberales estaban logrando más influencia
en nuestra región. Sin embargo, las promesas de crecimiento económico acompañado de mejoras en la estructura social no se materializaron y dio lugar a muchos problemas ignorados por el Estado. El país adopta el modelo de libre comercio, sin considerar las cuestiones sociales, generando graves problemas internos, y donde el narcotráfico encontró un terreno fértil para crecer. El caso de los jóvenes de Ayotzinapa es consecuencia clara de toda esa situación y evidencia que el narcotráfico, con el tiempo, se ha convertido en un instrumento de dominación política, entre otros factores, por sus estrechos vínculos con los mecanismos de dominación y represión, todo lo cual nos obliga a profundizar el debate y los análisis sobre este flagelo que carcome a amplios sectores de nuestros países.
En Argentina, mantenemos nuestra posición de que la decisión sobre los “fondos buitres” afecta su soberanía y de toda la región, y encuentra espacio para que en situaciones similares se utilice el mismo procedimiento contra otros países.
Debemos debatir y buscar concretizar la iniciativa del G77+China para crear una comisión especial para tratar los casos de las deudas soberanas. Saludamos y aplaudimos la iniciativa del G77+China de crear una comisión especial para tratar los casos de las deudas soberanas. Iniciativa que ya se ha concretado en el Comité Especial de las Naciones Unidas sobre Procesos de Reestructuración de Deuda Soberana que preside Bolivia y que en pocas semanas hará público un proyecto de resolución que será presentado para su aprobación ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de este año. Son relevantes los logros de los Gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner, con la reconquista de la soberanía e independencia argentina, el crecimiento económico con igualdad y justicia social. Pero son claros los intentos de los grupos de derecha en desestabilizar el Gobierno de Cristina Fernández, con el apoyo de importantes medios de comunicación de masas controlados por el capital privado, que han pretendido involucrar a la Presidenta directamente en el asesinato del fiscal Alberto Nisman. En las elecciones presidenciales de octubre en Argentina se juega la continuidad del proyecto nacional kirchnerista pero también el proceso de integración latinoamericana, que sufriría un retroceso con la elección de un candidato de la derecha.
En el caso brasileño, las tentativas de desestabilización política y económica aumentaron desde las elecciones de octubre de 2014 y la oposición demuestra que no han aceptado la derrota. En este momento los ataques se concentran en el caso de corrupción de la empresa de petróleo brasileña Petrobrás. Debemos resaltar que los problemas de corrupción en esa empresa no son recientes, pero, por primera vez y en un gobierno del PT y aliados, están siendo debidamente investigados. Sin embargo, los medios y las fuerzas conservadoras siguen divulgando como si nunca hubiera corrupción en el país antes de la llegada de la izquierda al poder. Recordamos que esas mismas fuerzas no se pronuncian ante los casos de corrupción de sus propios representantes, que inclusive son investigados en Europa y EUA. Ahora se junta a esas fuerzas el poder judicial en EUA -en situación semejante a los “fondos buitres” argentinos-, que busca revertir las pérdidas de accionistas estadounidenses de la Petrobrás en el mercado financiero a partir de decisiones judiciales, como si ese mercado no fuera de alto riesgo. Debemos señalar también la decisión de la Unión Europea de abrir un panel en la Organización Mundial del Comercio -OMC- contra la política industrial brasileña, principalmente para cuestionar la reducción del impuesto sobre productos industrializados del país, un acto de total soberanía de cualquier país, recordando que la misma UE no acepta debatir la cuestión de sus subsidios agrícolas en las negociaciones internacionales. Las recientes manifestaciones populares demuestran, por un lado, que una parte de la población quiere garantizar que no haya un retroceso en los avances sociales logrados en los últimos 12 años, pero otra parte sigue una agenda de desestabilización contra el Gobierno de Dilma Rousseff, exigiendo inclusive la renuncia de la Presidenta, o su impeachment, o mismo la intervención militar. Estas personas son apoyadas por la derecha y los medios, inconformes por el éxito de las políticas sociales y económicas de los últimos años con el gobierno del PT y aliados.
En Venezuela, el gobierno del PSUV continúa su firme lucha contra las fuerzas conservadoras y neoliberales. La oposición se manifiesta violenta e incesantemente contra el gobierno de Nicolás Maduro desde las últimas elecciones. Las dificultades económicas son agravadas por el imperialismo estadounidense, cuya agresión llegó a través de la prohibición en su Congreso de que algunos ciudadanos venezolanos ingresen en el territorio de EUA y de las sanciones comerciales de este país, y apoyando claramente a las fuerzas de derecha y ultraderecha. También la caída del precio del petróleo, importante fuente de divisas para Venezuela, fue decidida por aliados estadounidenses en la OPEP. El Decreto Ejecutivo del Gobierno de EUA que declara Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional y política exterior es en realidad un atentado contra la soberanía e integridad territorial venezolanas. Frente a ello, la UNASUR emitió un comunicado unánime condenando ese Decreto y clasificándolo como una amenaza a los principios de la soberanía y no intervención, llamando al Gobierno estadounidense a adoptar alternativas de diálogo. Según Ernesto Samper, Secretario General de la UNASUR, este Decreto, antes de la próxima Cumbre de las Américas, descalificó los esfuerzos de la Comisión de Cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador, que abrió camino al diálogo. Debemos acompañar el desarrollo de la situación, apoyando las iniciativas de diálogo, y estar atentos a las elecciones legislativas a fines del año, apoyando incondicionalmente al PSUV y al Gran Polo Patriótico.
Algunos países centroamericanos atraviesan una profunda crisis institucional, siendo particularmente grave la situación en Guatemala y Honduras. La situación de los Derechos Humanos en estos dos países es muy grave, con persecuciones políticas y dificultades económicas que hacen sufrir a la población más pobre.
Es importante destacar la crisis de legitimidad que sufre el Estado en Guatemala, a partir del deterioro de la autoridad y legitimidad de los Organismos Ejecutivo, Legislativo y Judicial. En el país se vive una profunda crisis de Estado, con el rechazo generalizado de la población en áreas urbanas y rurales, que están protagonizando manifestaciones públicas cada vez más masivas y contestadoras, que demandan la transformación del sistema político y que llegaron a acumular a unas 150 mil personas en las últimas realizadas.
Las fuerzas sociales y políticas de la izquierda, apoyados por el Foro de Sao Paulo, desarrollan acciones políticas para promover la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, integrada con participación sectorial, de pueblos y de partidos, que promueva un nuevo escenario político, y que le dé salida adecuada a esta grave y profunda crisis de la institucionalidad del Estado. En este marco de crisis, existe la posibilidad que el proceso electoral previsto para realizarse el 6 de septiembre, tenga que posponerse algunos meses.
En El Salvador tuvimos la elección del compañero Salvador Sánchez Cerén y la continuidad del gobierno nacional del FMLN, y en Nicaragua tenemos la continuidad del gobierno del compañero Daniel Ortega y del FSLN. Estos dos casos son una demostración del éxito y del apoyo por parte de la población a las políticas implementadas por los gobiernos ocupados por partidos miembros del Foro de São Paulo.
Ciento diez y siete años después de haber sido invadido militarmente por tropas estadounidenses (1898), el modelo colonial prevaleciente en Puerto Rico enfrenta una profunda crisis estructural. Entre otras cosas, la misma ha provocado la emigración de más de un millón de puertorriqueños y puertorriqueñas en las pasadas dos décadas, ha disparado aceleradamente las cifras del desempleo, sobre todo entre los jóvenes, y ha conducido al País a una profunda crisis económica y social. La única solución posible a esta crisis estructural pasa por la recuperación de los poderes soberanos, que le permita al pueblo puertorriqueño decidir libremente su destino.
A pesar de que se ha alcanzado una significativa mejoría en la situación económica y social en el subcontinente se mantiene un nivel de pobreza que continúa estimulando la emigración en ciertos países de América Latina y el Caribe como, por ejemplo, de Haití a República Dominicana y Brasil, de Bolivia y Paraguay a Argentina y Brasil.
 
3. Plan de acción
A partir de los objetivos principales aprobados en el XX Encuentro del Foro de São Paulo realizado en la ciudad de La Paz, Bolivia, proponemos el siguiente Plan de Acción Inmediato dividido en cuatro ejes, tomando en cuenta el calendario de los procesos electorales en el continente, de las actividades relativas a la integración, otras actividades de carácter internacional y las propuestas definidas en el último encuentro.
1) Eje combate al neoliberalismo y a la contraofensiva de la derecha
1.1) Atención a las elecciones de 2015
– 1 de marzo: elecciones legislativas y municipales en El Salvador (REALIZADA)
– 29 de marzo: elecciones municipales y departamentales en Bolivia (REALIZADA)
– 10 de mayo: elecciones municipales en Uruguay (REALIZADA)
– 7 de junio: elecciones legislativas y estaduales en México (REALIZADA)
– 6 de septiembre: elecciones generales en Guatemala
– 18 de octubre: elecciones presidenciales en Argentina
– 25 de octubre: elecciones municipales y departamentales en Colombia
– 29 de noviembre: elecciones presidenciales en Haití
– Noviembre: elecciones parlamentarias en Venezuela
– Elecciones municipales en Paraguay (fecha a confirmar)
 
1.2) 24 y 25 de enero: Seminario “El pensamiento de Schafik en América Latina”, en El Salvador, organizado por el FMLN. (HECHO)
1.3) Seminario organizado por el Frente Amplio de Uruguay en febrero sobre “Construcción de Hegemonía” 27 e 28 de febrero, en Montevideo. (HECHO)
1.4) Seminario Internacional del PT México de 12 a 14 de marzo. (HECHO)
1.5) Promoción de acciones en defensa de los DDHH en México, Curuguaty (Paraguay), EUA, Palestina y Sahara Occidental, donde debemos participar del próximo congreso del Frente Polisario.
1.6) Apoyar la realización, en la ciudad de Montevideo, de 05 a 7 de junio, del II Foro por la Paz en Colombia, y organizar una misión de solidaridad a este país formada por representantes de partidos del FSP y parlamentarios (responsable: FA Uruguay), así como participar de las actividades del 9 de abril del Frente Amplio por la Paz, en Bogotá y otras 4 ciudades colombianas. (HECHO)
1.7) Organizar una actividad en noviembre en memoria de los 10 años del rechazo al ALCA en Mar del Plata.
1.8) Encargar a la SE y la Secretaría Andino Amazónica de organizar un Seminario sobre medio ambiente y desarrollo sostenible, con énfasis en los temas de la Amazonia y de los ODS, con la posibilidad de realizarse en Ecuador.
1.9) Realizar el III Encuentro de la Secretaría Europa del Foro de São Paulo en octubre de 2015 en Madrid. En esa ocasión, aprobar el plan de trabajo y definir la estructura organizativa de la Secretaría Europa, encargando al GT de aprobar la propuesta preliminar, cuyo borrador de la propuesta será presentado por el FMLN El Salvador.
1.10) Promover diálogo con la izquierda europea, particularmente sobre la resistencia al neoliberalismo.
2) Eje integración continental
2.1) Encargar a la SE y la Subsecretaría Mesoamericana y Caribeña de acompañar la III Cumbre de la CELAC en 28 y 29 de enero en San José, Costa Rica. (HECHO)
2.2) Participación del FSP en el seminario propuesto por el PIE frente a la Cumbre UE-CELAC en 8, 9 y 10 de mayo, Bruselas. (HECHO en 7 y 8 de mayo)
2.3) Encargar a la SE y las Subsecretarías del Cono Sur y Andino Amazónica de acompañar la Cumbre de Jefes de Estado del MERCOSUR y la XVIII Cumbre Social del MERCOSUR en Brasil, en 14-16 de julio de 2015. Responsables: PT Brasil y PCdoB.
2.4) Encargar a la SE y las Subsecretarías del Cono Sur y Andino Amazónica de acompañar la Cumbre de Jefes de Estado de la UNASUR en noviembre/diciembre de 2015.
3) Eje defensa de los derechos de los migrantes
3.1) Regional Mesoamericana y Caribeña: promover una reunión de los responsables por el trabajo con EUA, a saber: México, República Dominicana, Ecuador, El Salvador y Puerto Rico, en la segunda quincena de julio, en Los Ángeles/EUA.
3.2) Realizar el III Encuentro de la Secretaría EUA del Foro de São Paulo, invitando particularmente a los movimientos de defensa de las y los migrantes y los de resistencia contra la crisis, el 20-21 de junio, en Los Ángeles/EUA. Responsable: FMLN El Salvador. (HECHO)
3.2.1) Efectuar la reunión de la región Mesoamericana e Caribeña de FSP en EUA en la segunda quincena de junio, incorporando como eje fundamental la promoción de la solidaridad del pueblo de EUA en defensa de la soberanía de Venezuela con un plan de acción específico. Responsables: FMLN El Salvador y PRD México.
3.3) Encargar a la SE + SMAC + Secretaría EUA de la organización de una campaña de información pública de solidaridad con Cuba, de lucha contra el bloqueo y por el retiro de la República de Cuba de la lista de países terroristas que año tras años el Departamento de Estado estadounidense elabora. (Nota: Cuba salió de la lista.)
3.3.1) Encargar a la SE + SMAC + Secretaría EUA a desarrollar una campaña permanente de denuncia y solidaridad en reclamo de la liberación inmediata del prisionero político Oscar López Rivera, quien lleva más de 33 años en cárceles de EUA por su único “delito” de luchar por la independencia de Puerto Rico.
3.4) Crear un espacio que atraiga, coordine y reúna a las organizaciones civiles de izquierda en EUA de América que trabajan en la defensa de los migrantes en este país, haciendo uso de las herramientas tecnológicas disponibles para agrupar, comunicar y convocar a los miembros de la sociedad civil que trabajan por los derechos de los migrantes, a ser debatido en la segunda quincena de julio, en Los Ángeles/EUA. Responsable: FMLN El Salvador.
3.5) Buscar la aprobación en nuestros respectivos países de la llamada Visa de Tránsito, que garantice un trato digno a migrantes en tránsito. Buscar que se cumplan las disposiciones de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (tratado impulsado por la ONU que busca el respeto de los derechos de las y los trabajadores migrantes y de sus familias), en donde ya se ha ratificado por parte de los gobiernos nacionales. Rechazar la criminalización de las y los migrantes y las deportaciones masivas, principalmente las realizadas por EUA. Apoyar la reunificación de las familias de las y los migrantes, así como continuar en la defensa de sus derechos humanos plenos, a ser debatido en la segunda quincena de julio, en Los Ángeles/EUA. Responsable: FMLN El Salvador.
 
4) Eje organizativo
4.1) Encargar a la SE, la Comisión de Arte y Cultura (renovando su composición) y el PRD México de elaborar una propuesta detallada para organizar un Festival político cultural anual del Foro, siendo el primero en México en el ámbito del XXI Encuentro de Foro de SP el julio/agosto de 2015.
4.2) Encargar a la SE y las secretarías regionales de dar seguimiento a los acuerdos organizativos aprobados en el XX Encuentro del FSP, así como en los encuentros de jóvenes, mujeres, afro descendientes e indígenas.
4.3) Buscar contactos con los partidos de izquierda en África por medio del African Left Networking Forum (ALNEF). Responsable: PCdoB Brasil.
4.4) Desarrollar un plan de comunicación de mayor alcance. Responsable: Fundación Perseu Abramo, del PT Brasil.
4.5) Reunión de los partidos de la Subregional Caribeña del FSP en Trinidad y Tobago, del 13 al 16 de enero. (HECHO)
4.6) Reunión del Grupo de Trabajo del FSP en 15 de marzo en Ciudad de México. (HECHO)
4.7) XXI Encuentro del Foro de São Paulo y celebración de sus 25 años en México, del 29 de julio al 1er de agosto de 2015.
5) Otros eventos internacionales a consideración
– 18 de marzo: elección del nuevo Secretario General de la OEA
– 24 a 28 de marzo: Foro Social Mundial en Túnez
– 09 de abril: Frente Amplio por la Paz en Colombia
– 10 y 11 de abril: VII Cumbre de las Américas en Panamá. Articular la participación de los movimientos sociales fraternos a los partidos del Foro de SP en la Cumbre de los Pueblos. Responsables: SE-FSP y PC de Cuba
– 11 a 13 de junio: Congreso del PT de Brasil.
– 09 e 10 de julio: VII Cumbre de los BRICS en la ciudad de Ufa, Rusia.
– Fecha a confirmar: VII Cumbre del IBAS en India.
– 22 de septiembre: inauguración de la 70ª. Asamblea General de la ONU, que discutirá los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
– 10 de octubre: Congreso del FMLN en El Salvador.
– 15 e 16 de noviembre: Cumbre del G20 en Turquía.
– 30 de noviembre a 11 de diciembre: COP-21 en París.
– 1 a 4 de diciembre: 10ª. Conferencia Ministerial de la OMC.
– Enero de 2016: Encuentro de los países africanos y suramericanos (ASA) en Ecuador.
 
6) Temas pendientes de futuras discusiones
Debatir políticas de drogas
Realizar la reunión del GT del segundo semestre de 2015 en Managua
XXII Encuentro del FSP en El Salvador en 2016
Posibilidad de alternar Encuentros anuales del FSP con el Festival Cultural