Cruz y cara de las elecciones españolas

Por Niko Schvarz (25/11/11)

Estaba cantado que en las elecciones del domingo 20 el PSOE iba a sufrir el mayor descalabro de su historia y que el PP alcanzaría un éxito sin precedentes y la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. A juicio de un agudo analista, lo primero constituyó una derrota merecida y lo segundo una victoria inmerecida. Lo que no estaba previsto era la subida en flecha de Izquierda Unida, y esto merece valorarse especialmente, en el cuadro de retrogradación política y renovadas amenazas al nivel de vida del pueblo generadas en España.
Izquierda Unida (IU), una alianza de comunistas y ecologistas, obtuvo 1:680.810 votos, el 6,92% de la votación total, y 11 diputados. Fue un salto de más de 710 mil votos respecto a las legislativas del 2008, en lo que logró 969.946 votos, el 3,77% del total, y 2 diputados. (No fue su mejor resultado electoral, ya que en 1996, con Julio Anguita, obtuvo 2:6 millones de votos y 21 diputados). Pero el número de bancas adjudicadas no refleja el número de votos recibidos. Si fuera proporcional, le corresponderían a Izquierda Unida 25 diputados.
La prueba está en que al PP, con 10:8 millones de votos (apenas 552 mil más que en 2008) y el 44,62% de la votación total, le otorgaron en el reparto más de 50% de las bancas. Exactamente el 53,14% (186 en 350).
Otro ejemplo: la derechista Convergencia y Unión de Cataluña con 4,17% y aproximadamente 1 millón de votos logró 16 escaños. Compárese otra vez con los 1:680 mil votos y las 11 bancas de Izquierda Unida.
Incluso al PSOE con 28,73% de los votos se le adjudicaron 110 bancas (lo que significó un desplome respecto a su presente bancada  de 169 diputados, de los que perdió 59), cuando en una distribución proporcional le hubiera correspondido a lo sumo un centenar.
El analista citado señala: “Son las extravagancias e injusticias de un sistema electoral selectivamente arbitrario diseñado para blindar al bipartidismo y a las derechas nacionalistas y que el PSOE siempre se negó a cambiar”.
Cayo Lara, coordinador federal de IU, tras expresar satisfacción por el resultado electoral, señaló: “A la ciudadanía le resulta incomprensible que no todos los votos valgan lo mismo. Espero que pueda haber una reforma electoral justa. Debemos convertir en fuerza parlamentaria los anhelos de la gente. PP y PSOE se han quedado con 14 escaños que le corresponderían a IU, y no debemos permitir que se usurpe ese voto”. Dijo también: “Tenemos una parte importante de esos votantes del PSOE que se han visto completamente defraudados por la política de corte conservador y neoliberal del gobierno. También tenemos una parte del voto de la rebeldía y que aspira a que tengamos una democracia representativa que no esté al servicio de la dictadura de los mercados”. También destacó las buenas relaciones con Gaspar Llamazares, que ha sido electo diputado por Asturias.
De esta forma IU se ha ubicado como tercera fuerza política, y su coordinador estimó asimismo que entre los dos partidos mayores redujeron su votación en más de 4 millones de votos. Hay que tomar en cuenta para ello que la abstención creció de 24,6% en 2008 a 28,31%  en 2011, y que los votos en blanco se duplicaron para llegar a 1,37%
del total. Los votos emitidos sumaron 24:522.300.
Otro hecho de gran interés es el resultado obtenido en el país vasco por Amaiur, formada    en el entorno de Batasuna (ilegalizada en 2003) y los partidos independentistas Aralar, Alternatiba y Eusko Alkartasuna, que logró 7 escaños en su vuelta al Parlamento y superó al Partido Nacionalista Vasco (PNV), que cayó de 6 a 5 diputados. Dicen los cables que “la coalición independentista se benefició del anuncio de la renuncia a las armas por parte de la organización separatista armada vasca ETA el 20 de octubre pasado. El éxito de la izquierda abertzale confirma un nuevo escenario político en Euzkadi, donde sufre el Partido Nacionalista Vasco de centro-derecha, mientras los socialistas vascos reciben un nuevo vapuleo”. Amaiur, que pasó a constituirse en el grupo político mayoritario en el país vasco, pidió el lunes mismo elecciones anticipadas, a lo que no parece dispuesto a acceder el socialista Patxi López, cuyo gobierno finaliza en 2013.
Es en este nuevo panorama político que el pueblo español deberá afrontar una crítica situación interna. La desocupación alcanza el 21,52% y hace estragos entre los jóvenes. Los mercados y la bolsa no le han dado un solo día de tregua a Rajoy. La perspectiva es de mayores privatizaciones, como ya ocurre donde gobierna el PP  respecto a los servicios públicos, la sanidad, la educación, los transportes. La receta que campea en Europa de neoliberalismo a ultranza, de recortes de salarios, pasividades y de la legislación social tendrá un nuevo terreno de aplicación exacerbada, como en Grecia, y contra ella habrán de levantarse todas las fuerzas de oposición, desde el movimiento de los indignados a los sindicatos y los partidos. La consigna que comienza a resonar con fuerza es: confluencia.
Publicado en  La República, 25 de noviembre 2011, pág. 22