Atual Proceso electoral en Nicaragua – Seminário Internacional: La coyuntura mundial y latino americana. Las próximas elecciones presidenciales

Antes de la Revolución Popular Sandinista nunca se habían celebrado elecciones libres en Nicaragua y nunca había habido cambio de gobierno de un partido a otro en forma noviolenta. Para pasar el poder de un partido político a otro siempre fue necesario recurrir a las armas. Con la Revolución todo eso cambió. Por Padre Miguel d’Escoto Brockmann (01/09/11)

Actual proceso electoral en Nicaragua
Presentación del Padre Miguel d’Escoto Brockmann, M.M.


Seminario Internacional

La coyuntura mundial y latinoamericana

Las próximas elecciones presidenciales

Sede Nacional del PT – Brasilia

1 septiembre 2011

Antes de la Revolución Popular Sandinista nunca se habían celebrado elecciones libres en Nicaragua y nunca había habido cambio de gobierno  de un partido a otro en forma noviolenta. Para pasar el poder de un partido político a otro siempre fue necesario recurrir a las armas. Con la Revolución todo eso cambió.
Los nicaragüenses realizamos las Primeras Elecciones Libres y Pluralistas en la historia de Nicaragua el 4 de noviembre del año 1984, en la que 1 millón 170 mil 142 nicaragüenses, varones y mujeres, votaron. El Frente Sandinista de Liberación Nacional, que había llegado al poder con el Triunfo de la Revolución en 1979, ganó esas primeras elecciones libres y en ella participaron como el 80% de la población apta para votar.
En el año de 1990, el 25 de febrero, llevamos a cabo las Segundas Elecciones Libres en nuestra historia con un porcentaje de abstención cerca de 24%, nivel de abstención que se ha mantenido hasta la fecha y que representa la mitad de abstenciones de las que habitualmente se dan en Costa Rica o en Colombia –países que se jactan de su gran democracia.
Creo que habiendo dicho esto se hace importante señalar que el adjetivo “libre” en relación a las elecciones, tanto en Nicaragua como en toda nuestra América Latina y el Caribe en general, al igual que en muchas otras partes del mundo, es un concepto relativo. En todas ellas, la intimidación, el soborno, la campaña mediática de terror, orquestado todo por el Imperio yanki han sido siempre una constante.
A los gringos les encanta los periodos electorales en nuestros países, pero no porque ellos sean amigos de la democracia, de hecho tienen el Estado más anti-democrático del mundo, pero los periodos electorales en nuestros países les encantan porque son periodos que les permite mayor posibilidad de infiltración e influencia.
Nunca podré olvidar las palabras del ex-presidente Jimmy Carter cuando salieron los “resultados” electorales en las elecciones de febrero del 90, las segundas “elecciones libres” en nuestra historia. Recuerdo que, dirigiéndose al Presidente Ortega, que había resultado “perdedor”, y estando yo presente, Carter dijo: “Yo no comprendo por que mi país tiene siempre que intervenir tanto en sus elecciones…, pero bueno, sobre esto ustedes saben más que yo, porque ya están acostumbrados.”
Esas fueron las palabras del “observador electoral” Jimmy Carter y lo que yo no comprendo es por qué él, ni ninguno de los otros “observadores”, registraron la flagrante intromisión imperialista el día de las votaciones y durante todo el proceso, en sus respectivos informes que como “observadores” sometieron.
Tampoco podré olvidar nunca las palabras del patético presidente Oscar Arias, “observador” en las terceras “elecciones libres” en Nicaragua en 1996. Refiriéndose a la forma en que se habían conducido las votaciones dijo que habían sido un verdadero escándalo y que, por supuesto, en Costa Rica se habrían tenido que anular pero, añadió con sus característicos aires de superioridad, que para lo que era Nicaragua, estaban bien. Tampoco mencionó en su informe las “inaceptables anomalías” que dijo haber notado.
No obstante, ya en las segundas “elecciones libres” cuando mediante sus múltiples formas de intervención el Imperio impuso a doña Violeta Barrios v. de Chamorro, 1990, el Frente Sandinista aceptó su “victoria” y se comprometió a seguir trabajando desde abajo en la democratización de Nicaragua. Fue la primera vez en la historia de Nicaragua en que un partido político pasa el mando a otro sin que hayan tenido que intervenir las armas.
Después de doña Violeta, el Imperio, con sus títeres opositores, una gran campaña mediática para infundir miedo en la población si el Frente llegara nuevamente a gobernar, más la desinformación e intervención cotidiana del embajador gringo en todo el proceso electoral, logró “ganar” en las terceras y cuartas elecciones. Su consigna era que se unieran todos contra el Frente, no tenían ningún programa más que terminar con el Frente y el resultado es que terminaron destruyendo Nicaragua, sus infraestructuras energéticas, de salud, de educación, etc., etc. Todo lo cual hizo posible el retorno del Frente con Daniel en las quintas elecciones libres en Nicaragua en el año 2006 pero aun no con una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Se está trabajando mucho para lograr esa mayoría parlamentaria en las elecciones Presidenciales y Parlamentarias el próximo 6 de noviembre.
Ahora, en este momento, estamos en la última etapa de nuestras Sextas Elecciones Libres Nacionales, donde, estamos seguros, tenemos toda la Fe puesta en Dios y en el pueblo, que tendremos más votantes todavía, porque esa ha sido la tendencia y que, además, reduciremos el margen de abstención que de por sí ya es pequeño comparado con los de otros países de la zona, ya no se diga con los E.E.U.U, donde la abstención es escandalosa y reveladoramente alta.
El pueblo nicaragüense, en lugar de ausentarse en las votaciones, más bien ha venido incrementando su presencia. El incremento principal es entre los y las jóvenes. Y no hay que olvidar que Nicaragua es un país de jóvenes donde el porcentaje de población menor de 18 años es de 53%. Si hay algo que ha caracterizado el actual proceso electoral es el inmenso interés que ha despertado en la juventud nicaragüense que es la más visible en todas las concentraciones políticas a lo largo y ancho del país. Pero el interés en las próximas elecciones es muy alto en todos los estratos de la población, de todas las edades.
Con la fuerza de la Revolución, con las Esperanzas que generó la Revolución, con las posibilidades que abrió la Revolución, el pueblo se ha posesionado de su papel y de lo que significa su capacidad de decisión, ¡su Poder! ¿Cómo? En las Elecciones, en las Votaciones. Y así fue que pasamos, de 1 millón 170 mil 142 votantes en el ‘84, a 2 millones 445 mil 692 votantes en el 2006.
Más de alguien va a decir… ¡ah, pero es que ha habido un crecimiento en la población! También ha habido crecimiento de población en el país vecino, y ahí, en lugar de crecer la votación con el crecimiento de la población, lo que ha habido es un decrecimiento de la votación. Cada día vota menos gente. En países que se precian de ser la cuna de la Democracia, alabados y convertidos en paradigmas por los gringos, solamente un 40% de la población es la que participa en la elección de sus Presidentes.
Aquí no, aquí en Nicaragua es, cada día, un mayor número de nicaragüenses el que va depositando su voto. En Costa Rica, como ya dijimos, son cada día menos.
Como también ha recalcado el Presidente Comandante Daniel Ortega, en Nicaragua la Democracia la hemos venido construyendo nosotros, los nicaragüenses, con nuestras propias diferencias, porque las tenemos; con nuestras propias debilidades, porque las tenemos; con nuestros propios pecados ¡porque los tenemos! Que lance la primera piedra el que está libre de pecado… ¡que la lance!
Y en medio de esas limitaciones, de esas realidades, hemos venido superándonos, porque estamos obligados a superarnos. Estamos obligados a avanzar, a progresar, en el campo material, pero sobre todo, en el campo Ético, en el campo Moral, tenemos que avanzar. Porque cuanto más avancemos en el campo Ético, en el campo Moral, más rápidamente vamos a avanzar en el campo económico y en el campo social. Más Justicia, por lo tanto, habrá en nuestro país en el campo social.
Ya he mencionado como una de las principales características del actual proceso electoral en que se encuentra Nicaragua es la gran afluencia de jóvenes. Cuando yo voy a una concentración política –yo que ya soy un anciano, bordando los 80, me encuentro rodeado de centenares y miles de personas que no conozco, que jamás antes había visto, porque son todos jóvenes que podrían ser mis nietos y bisnietos. Pero eso me alegra, es muy alentador, significa que tendremos Frente Sandinista para largo rato –lo suficiente para profundizar el proceso de concientización y empoderamiento del pueblo para que nunca más vuelvan los burgueses vendepatria, los peleles del Imperio, como los llamaba Sandino, a gobernar Nicaragua.
La otra característica de este proceso electoral que concluirá con las elecciones para Presidente y parlamentarios el 6 de noviembre de este año, es que los que adversan al Frente están totalmente divididos y no hay señales de que podrían llegar a entenderse para formar un solo bloque que pueda superar los votos que todas las encuestas ya le están dando al Frente Sandinista.
La opinión generalizada en Nicaragua es que aunque se diera el milagro de que se llegaran a unir todos los partidos pro gringo, el Frente Sandinista siempre saldría ganador. La popularidad de Daniel aumenta cada día más, particularmente entre los más desposeídos, como consecuencia de su gestión de gobierno. Lo que el pueblo quiere es que la política actual del gobierno siga, se consolide, profundice y se corrijan los inevitables errores que se pueden haber cometido para lograr los objetivos con mayor efectividad.
Desde el regreso del FSLN al poder después de 17 años de gobiernos neoliberales, impuestos por los diferentes medios que el Imperio tiene para influir en nuestras políticas, y del consecuente desmontaje de las conquistas sociales de la Revolución Sandinista, el FSLN promueve desde el gobierno el modelo socialista del siglo XXI en Nicaragua a través de diversas políticas públicas y programas sociales.
Cosas como:

  1. La socialización autogestionaria de la propiedad mediante la democratización económica y el acceso a la asistencia crediticia y tecnológica para los sectores populares.
  2. Bono Productivo Alimentario, parte del muy exitoso Programa Hambre Cero.
  3. El Programa Usura Cero.
  4. Seguridad jurídica de la propiedad.
  5. Organización del Poder Ciudadano como primer paso para la instauración de la democracia directa. Es imperativo ganar la mayoría absoluta en el poder legislativo para poder convertir esto en norma jurídica, lo cual es fuertemente combatido por la ultra derecha y sus aliados, la disidencia sandinista.
  6. La integración de Nicaragua al ALBA.
  7. Enfrentamiento y solución a crisis energética.
  8. Los 7 ejes del Programa AMOR cuyo objetivo principal es mejorar la situación de la niñez.
  9. Programa Alimentos para el Pueblo con una total cobertura nacional.
  10. Tres aumentos sustanciales al salario mínimo de los trabajadores.
  11. Campaña de Alfabetización que redujo el analfabetismo de un 35%, a que había llegado con los tres gobiernos neoliberales, a un 4% con el apoyo de Cuba y Venezuela mediante el Programa Yo sí puedo.
  12. La Operación Milagro que ha atendido a unas 70.000 mil personas con enfermedades de la vista, gracias a los heroicos médicos y médicas cubanos y venezolanos.
  13. Subsidio al transporte público.
  14. Programa Casas para el Pueblo que ha construido más de un millón y medio de viviendas, y mediante créditos para mejoras de las viviendas.

Todo esto, más drásticas reducciones en la pobreza extrema, son las cosas que el pueblo nota y la razón por la que la popularidad del Comandante Daniel y el Frente Sandinista avanza cada día más.
Las puertas de Nicaragua están abiertas, para todos los que quieran ejercer la función de acompañamiento electoral. Pero en cuanto a supervisión y fiscalización es principalmente nuestro pueblo el que se encargará de eso, pues a nadie le importa más que al pueblo que esta democracia construida con la sangre y sufrimiento de nuestros Héroes y Mártires y los que rehúsan seguir las consignas del Imperio, vaya perfeccionándose cada vez más.
A Nicaragua llegarán Observadores, Acompañantes, Veedores, como les queramos llamar, al fin de cuentas el nombre resulta secundario. Llegarán muchos con una actitud respetuosa y sabemos que llegarán otros, a provocar. Pero todos, al final de cuentas, todos tienen las puertas de nuestro país abiertas. Y no se estará restringiendo rutas. El Consejo se pondrá de acuerdo con los participantes, para ver qué rutas quieren escoger ellos. No se impondrán rutas.
Lo que sí nos interesa, es que coordinen con el Consejo, para que el Consejo pueda tener luego, las observaciones que hagan, los aportes. Porque nos interesan los aportes que todos puedan brindar, que puedan brindar los Acompañantes Internacionales, e igualmente los Acompañantes nacionales. Porque habrá Acompañantes nacionales que, bueno, ya están ahí, son una realidad. Están ahí, tienen su financiamiento asegurado, y tienen sus estructuras, trabajan con el Partido Político que les da la gana ¡está bien! Eso no se puede impedir, porque a final de cuentas, esa es una decisión personal.
Gracias a Dios el embajador yanki en Nicaragua ya se desengañó, ya se dio cuenta que aquí en Nicaragua es el pueblo el que decide y no él. Sin duda él era un enemigo de Nicaragua y de nuestra democracia. Por eso terminó poniendo su renuncia y, gracias a Dios, ya se fue. Y se fue el propio 19 de Julio y, como observaba el Comandante Presidente Daniel Ortega, “¡fíjense qué coincidencia!”
Ojalá que el próximo embajador gringo sea un poco más respetuoso, que sea diferente –pero no hay que caer en la trampa de hacerse ilusiones con respecto al Imperio, en el Imperio no podremos nunca confiar ni en lo más mínimo. Lo importante, no obstante, es que el Frente Sandinista de Liberación Nacional, bajo la dirección del Comandante Daniel Ortega, tampoco nunca cambiará ni un ápice en la defensa de nuestra soberanía, independencia, integridad territorial y los derechos de nuestra Madre Tierra.
Gracias.